ES NECESARIO TENER EL CORAJE DE ENTRAR EN LAS PELIGROSAS OLAS QUE ATERRORIZAN A LOS HOMBRES, PARA HALLAR EL PEZ EXCEPCIONAL
La idea que suele tenerse de las Artes Marciales se aparta sensiblemente de la esencia verdadera que guía su práctica. Las Artes Marciales (Budo) se inscriben en el ámbito de la más pura tradición, ya que, tanto sus prácticas como su meta final, son en Oriente idénticas a las de otros pueblos, como pueden ser los misterios egipcios, griegos, o las costumbres iniciáticas de los indios de Norteamérica. Las Artes Marciales son verdaderos yogas dinámicos y van desde la práctica físico-mental hasta los portales de la misma iniciación a los misterios.
La Tradición o conocimiento revelado, ha tomado a lo largo de la historia de la Humanidad, diferentes matices y formas; ha sido recubierta de la personalidad de cada pueblo en que se posaba y ha conformado la esencia subyacente de todo pensamiento filosófico y religioso. Esta génesis universal, impregnó al máximo el pensamiento japonés, no sólo en sus aspectos religiosos (Shinto, Budismo y Zen) sino también en su estructura moral y social, siendo las Artes Marciales una muestra constante del profundo idealismo y de la búsqueda de las más altas cotas de perfeccionamiento interno. Al igual que las corrientes de pensamiento en todos los demás puntos del globo, así también el Budo japonés es el guardián de una sublime senda de reintegración, que busca la comunión o inmersión del Ser en el océano de lo cierto y lo trascendente, más allá de toda concepción sectaria o doctrinal, y que asegura al practicante sincero la total realización como Ser. Para el maestro de las artes marciales, esta vía de reintegración se sintetiza en la palabra Do, sendero o camino. Es éste el devenir de una vida justa, que lleva al adepto a los pies de su Maestro, sea exterior o no. De esta comunión última devendrá la unión del hombre con la Naturaleza y el Universo, para que la paz reine, no sólo en el propio ser sino también alrededor de él.
Muchas son las formas por las cuales en los últimos tiempos el hombre medio ha recibido cierta información sobre las Artes Marciales, pero es preciso decir que dicha información ha sido en muchos casos pobre e incluso equívoca. Estos informadores, bien por ignorancia o por motivaciones comerciales, han presentado las Artes Marciales como un sendero de violencia. Esta es una concepción totalmente equivocada de unas artes que revisten en su profundidad la dimensión de una filosofía mística, más allá de la eficacia física.
Ingen Zenji, Maestro Zen
David Vallejo
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