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| David Vallejo |
¿Qué tienen en común el artista Jackson Pollock, el músico Eddie Van Halen y el jeet kune, el fundador Bruce Lee? Los tres fueron innovadores.
Conocemos los nombres de muchos innovadores. Diablos, a veces se erigen estatuas en su honor. Dicho esto, romper con la tradición con nuevas ideas no es fácil. A menudo es un proceso desagradable que encuentra resistencia y rara vez se aprecia en su momento.
Esto plantea dos preguntas: ¿Se pueden adoptar nuevas ideas sin abandonar la tradición? ¿Deberían serlo? Ese es el desafío, la lucha entre mantener las cosas como están y encontrar una mejor manera.
Cuestionando el statu quo
Muchos estudiantes de artes marciales, incluido yo mismo, han estado en una lección en la que cuestionaron en silencio lo que estaban haciendo. «¿Por qué tenemos esta postura?» “¿Por qué practicamos estas formas?” “¿Cuál es el punto de aprender una técnica dada de la manera tradicional si mi maestro y yo sabemos que la técnica nunca funcionará en una competencia o combate?” “¿Tiene algún valor preservar algo para la tradición que de otro modo se extinguiría?”
Algunos sabios consejos sobre qué desechar y qué conservar provienen de una fuente antigua:
No hagas nada que sea inútil.
La cita es de El libro de los cinco anillos, el libro clásico del legendario samurái Miyamoto Musashi . Es una directiva poderosa para mejorar, refinar y buscar una mejor manera.
No persigas el objeto brillante
No se deben tirar las cosas solo porque son viejas. La tradición es la forma en que transmitimos el conocimiento a la próxima generación, y algunas cosas han demostrado su valor con el tiempo. Y por esas cosas, si funciona, no lo arregles.
Entonces, si bien es importante esforzarse por mejorar, también es fundamental no perseguir el último objeto brillante. Todo lo viejo no es malo, y todo lo nuevo no siempre es bueno.
El pensamiento crítico y la evaluación honesta siempre serán las mejores formas de garantizar que solo se mantengan las mejores ideas.
Innovación
Una nueva forma de hacer las cosas suele encontrar resistencia. Respetar el pasado mientras se esfuerza por mejorar el material que se enseña es un desafío matizado en conflicto directo con nuestra naturaleza humana de favorecer lo familiar sobre lo nuevo, incluso cuando es mejor.
Es vital no volverse dogmáticos o legalistas con respecto a las tradiciones de cualquier arte marcial, o corremos el riesgo de perder el dinamismo que evitará que se vuelva irrelevante.
Tal vez sea mejor recordar que todo lo viejo alguna vez fue nuevo y con el tiempo se convirtió en tradición. La utilidad, validez y eficacia de cualquier enseñanza deben ser los criterios para lo que se transmite y practica, y no por cuándo o de dónde proviene.
Si todo se valora por sus méritos, y no por cómo afectará a los negocios, sentimientos o egos, el camino siempre estará despejado.
N. Plaugher
