sábado, 29 de abril de 2017

Me sentía solo y ellos se burlaban

Sus padres reconocen que fue una época muy dura, sin implicación por parte del colegio, que empezó a cambiar solo tras su denuncia en Inspección

Oier tiene 14 años y durante seis fue víctima de un acoso escolar que logró superar gracias al Aikido

«Me sentía solo y se burlaban»

«Era el blanco fácil y resultaba angustioso». Son las palabras de una madre donostiarra que durante seis largos años ha visto a su hijo regresar del colegio llorando, rehuir las excursiones, las celebraciones y fiestas de cumpleaños con los compañeros de clase, sentirse solo y confesarlo con voz debilitada por no tener a nadie con quien compartir una etapa en la que el juego en grupo es una de las principales fuentes de riqueza, imaginación y creatividad. Oier cumplirá 15 años en unos meses y ya ve con cierta lejanía aquellos años en los que sufrió acoso escolar.

Con su kimono bien puesto, espera a entrar en el tatami para una nueva clase de Aikido, arte marcial que practica desde hace cinco años y que ha sido el impulso que le hacía falta para plantar cara al problema. Pero no a través de la fuerza para abatir físicamente al contrario, sino valiéndose del control mental y de la seguridad que también se ejercitan. «Ahora ya no soy como antes», dice orgulloso.

Este joven donostiarra desde bien pequeño cumplía con el estereotipo de alumno brillante, todo sobresalientes e incapaz de generar cualquier problema. Pero su marcada introversión y timidez, unidas a la manera en la que le afectaban las burlas, le llevaron a ser la diana de otro perfil de alumno estereotipado, el de los matones de clase. Las primeras alertas llegaron a casa de sus padres cuando empezó Infantil. Los profesores les indicaban que el niño debía aprender a defenderse, pero con cuatro años tampoco parecía una cuestión como para preocuparse en exceso.

La situación se tornó más gravé cuando empezó a cursar Primaria. Su testimonio al regresar del colegio y su rechazo cada mañana para ir a clase empezó a alarmar a sus padres. «Al principio pensaba que no era para tanto, que serían cosas de niños, con algún insulto puntual que nunca gusta, pero nada más. En un momento, empezó a convertirse en algo diario y ahí nos preocupamos y mucho», apunta la madre del joven que hace hincapié en que estos episodios de acoso se producían «siempre por parte de los mismos».

Oier recuerda que los de su clase le apartaban del grupo, «intentaba jugar con ellos y no me dejaban». En otra ocasión, en un partido de fútbol, «me iban a pasar el balón y otro chico dijo: '¡No, a él no!». Esos gestos de vacío repetidos a diario hacían mella y su reacción funcionaba como un imán para sus compañeros, que cuanto más le veían llorar y gritar mayor atracción tenían por continuar con el acoso.

Insultos, golpes y burlas

El peor año llegó en 4º de Primaria, cuando el niño tenía 9 años. Sus padres llegaron incluso a proponerle un cambio de colegio, pero Oier se negó en rotundo. Su timidez le hacía ver en el hecho de tener que enfrentarse a una clase llena de desconocidos un problema mayor que el soportar las burlas y los insultos.

El atosigamiento era continuo. «Le pegaban. No eran grandes palizas, pero le pegaban y en alguna ocasión le agarraron del cuello». Aunque lo que realmente le dolía a este chico era el vacío y los insultos. Soportar las burlas diarias, los gritos de «nenaza», «puto marica», las patadas en la mochila y los empujones disimulados. Soportar estas vejaciones le resultaba cada día más difícil de sobrellevar. Y eso agudizaba la impotencia de sus padres. «Siempre se ha sentido muy solo y escucharle a tu hijo decir angustiado '¡con quién quieres que vaya si no tengo amigos. Todos me ignoran!' es muy doloroso».

Poco antes de cumplir los diez años empezó a acudir a una psicóloga, quien le recomendó la práctica de algún arte marcial como Taichi o Aikido, porque le serviría además para relacionarse con otros niños. Oier escogió la segunda disciplina, pero naturalmente los resultados no llegaron ipso facto.

Durante los recreos, se repetían los mismos patrones. El joven se aislaba y optaba por quedarse solo en alguna zona del patio para estar tranquilo. Pero aunque sus padres en más de una ocasión suplicaran a sus acosadores que dejaran tranquilo al niño, en cuanto estos veían que estaba en una esquina solo «iban a por él». En el autobús, «esperaban a que Oier se sentara para coger asiento justo detrás de él e iban todo el camino desabrochándole el cinturón, dándole golpes en la cabeza, insultándole... Todos los días igual».

Las conversaciones con el profesorado y la dirección del centro escolar parecían no servir de mucho. «La directora nos llegó a decir que nuestro hijo era demasiado responsable, maduro y correcto. Se escudaban en que los otros chavales no actuaban de mala fe y que, en parte, se burlaban de Oier por la actitud que él tenía», recuerda Raquel, que sigue sin dar crédito de aquellas palabras.

Denuncia en Inspección

La gota que colmó el vaso fue un día que regresó de la piscina. «El chaval vino llorando. Le quitaron toda su ropa del vestuario, le acorralaron, insultaron y no le dejaban salir. Llegó a casa tan angustiado, sollozando de tal forma que no podíamos dejar que la situación continuara de esa manera». Fue entonces cuando optaron por recurrir al Departamento vasco de Inspección. La directora les reprochó haber llegado hasta ese punto, pero era la única salida que veían, «porque los profesores sabían perfectamente cómo se sentía el niño y no hacían nada», apunta la madre.

En adelante, el acoso siguió pero de forma más puntual. El profesorado «estaba más pendiente», pero lo que realmente le impresionó a los padres del joven es que «en tres años el colegio no hubiera sido capaz de comunicar nada a los padres de los niños que estaban acosando a Oier», denuncia Raquel.

Fueron pasando los años y aunque los acosos se repetían, cada vez eran menos intensos. Con el paso a Secundaria, la situación se normalizó, pese al temor inicial de sus padres. «Ahora tengo mis amigos y no me tomo las cosas como antes», indica Oier. El joven fue aprendiendo a obviar los insultos, a no ofenderse con las burlas y ganó seguridad. «Eso me lo ha dado el Aikido», apunta.

Su profesor en el centro Kimisubi, Iñaki Fernández, explica que esta disciplina «no consiste en pegar al adversario, sino en aprovechar la inercia, esa fuerza que llega cuando alguien te ataca y redireccionarla, es decir, desviar el golpe para que esa explosión no se produzca».

Fue precisamente esta filosofía la que le llamó la atención a Oier. «Cuando se burlaban de mí o me insultaban me ofendía muchísimo, pero el Aikido me ha dado seguridad y me ha enseñado a que si me atacan, se burlan de mí y no me molesto, a ellos les fastidia más y acaban por aburrirse. Y dio resultado», dice con una sonrisa. Reconoce que le costó darse cuenta de que no debía alterarse ante las burlas, que debía aprender a relativizar y adoptar una actitud más pausada. «He conseguido cambiar, ahora tengo mis amigos y me siento mucho mejor», afirma.

Estrella Vallejo

David Vallejo

viernes, 28 de abril de 2017

Recompensas para motivar a los niños

Cayusa3
Un aspecto importante en la educación infantil consiste en inculcarles buenos hábitos a los niños desde pequeños. Sin embargo, no se trata de una tarea sencilla, a veces es necesario armarse de mucha paciencia para poder lidiar con las conductas rebeldes y las actitudes negativas de los niños, sobre todo cuando son muy pequeños.
Los castigos y los regaños suelen funcionar temporalmente pero en ocasiones solo sirven para agravar el comportamiento negativo que queremos eliminar. De hecho, a veces el castigo actúa como un reforzador de la conducta negativa, aunque muchos padres no lo saben y se empeñan en reñirles a sus hijos cuando hacen algo mal. En cambio, existe una estrategia mucho más útil y constructiva: el reforzamiento positivo.

El papel del refuerzo positivo en la infancia

Básicamente, la teoría del reforzamiento positivo consiste en ignorar los malos comportamientos de los niños, centrándonos en sus buenas conductas para premiar sus esfuerzos y logros. Se trata de incentivarlos a que repitan la conducta positiva que queremos obtener. El reforzamiento positivo sienta sus bases en la teoría conductista y es muy útil, sobre todo, para instaurar hábitos adecuados y saludables.
Otra de sus mayores ventajas radica en que puede aplicarse a cualquier edad, aunque suele ser más eficaz a partir de los 2 años, una etapa ideal para instaurar hábitos positivos ya que se está desarrollando la autoconciencia y estructurando la personalidad.
No obstante, es importante tener en cuenta que las recompensas y los premios se deben modificar a lo largo del crecimiento ya que los intereses y motivaciones de los peques van cambiando a medida que se hacen mayores, de manera que mientras una golosina o un paseo al parque pueden motivar muchísimo a los más pequeñitos, no tienen el mismo efecto en los mayorcitos, a los que les empieza a llamar la atención otro tipo de recompensas, aunque siempre es importante cerciorarse de que los premios no sean solamente materiales.
Existen distintas formas de utilizar el reforzamiento positivo en la educación infantil, una de las estrategias más sencillas y fáciles es la tabla de recompensa. Se trata de un método muy práctico que les facilitará a los padres reforzar las buenas conductas en sus hijos, a la vez que les permitirá a los pequeños involucrarse en su proceso de aprendizaje.

Tabla de recompensa para inculcar en los niños buenos hábitos

La tabla de recompensas, también conocida como cuadro de incentivos, es una técnica muy útil para instaurar en los niños hábitos saludables a través del reforzamiento positivo. Básicamente, se trata de una tabla muy sencilla que consta de diferentes columnas y filas, por una parte se incluyen las metas que debe lograr el niño a lo largo de la semana o el mes, y por otra, en las celdas correspondientes, se van haciendo las marcas, ya sea con una estrella, una cruz o una pegatina, que indican que el pequeño ha conseguido su objetivo.
La tabla se debe colocar en un lugar visible al que el niño pueda acceder con facilidad para repasar el cumplimiento de sus tareas e incluso hacer las marcas cada vez que consiga cumplir sus objetivos. De esta manera, cuando el pequeño haya alcanzado determinado número de marcas, el cual deberá negociarse con anterioridad, recibirá un premio como recompensa por su esfuerzo. Ese premio lo mantendrá motivado y le animará a esforzarse por conseguir su próximo objetivo.
Fuente: etapainfantil.com
Fotos: Cayusa
David Vallejo

jueves, 27 de abril de 2017

Karma


La vida es como escalar una montaña, todos tenemos una. A unos la montaña toca muy empinada, a otros con suaves pendientes, pero montaña al fin.
Para hacer una metáfora, esta montaña es tu karma. En la parte final te daremos algunas pautas para disminuir tu karma.

Además que a todos nos toca una montaña, venimos implementados con una mochila sobre nuestras espaldas. Tu dices quiero vivir con menos carga, pero la carga puede ser muy pesada.

Esta mochila no sólo está cargada con nuestros problemas, sino también con problemas ajenos. Estos problemas pueden ser descargados en cuanto los identifiquemos. A menudo son como los parásitos, que no sabemos que los tenemos.

Por ello, para vivir mejor, es necesario que identifiques tus principales problemas, aquellos que no dejan que subas tu montaña y alcances la cima. Aquellos que te hacen sufrir para escalar y andar los caminos de tu montaña, que muchas veces pueden ser pedregosos y llenos de maleza.

El karma, trabajo, acción, pruebas o cargas de tu vida, puede ser disminuído o eliminado ya sea por la elevación espiritual por medio de la meditación y el poder mental, que te llevan a darte cuenta de los sufrimientos vanos de tu vida.

El karma muchas veces parasita y no te das cuenta. Es como cuando haces un análisis de las heces y descubres que hay pruebas de los parásitos.

Qué es el karma

Existen muchos conceptos del karma, desde aspectos fatalistas, aspectos de las vidas pasadas, hasta la suerte que puedas tener o no.

Inclusive, muchas personas le atribuyen todo al karma, llegando a pensar que todo está escrito y que no debes hacer nada por evitarlo.

Lo cierto, es que el karma es una energía, como todo lo que existe. El karma no debe ser una creencia, si no que forma parte de una ley de acción y reacción, a veces simple y otras compleja.

El karma realmente es: La Vida. Todo lo que tiene acción y movimiento es vida. Lo inerte no tiene vida, pero puede originar vida, como la tierra por ejemplo.

Todo lo que origine acción es karma

Karma en el lenguaje sanscrito significa acción. Proviene de la raiz kri que significa hacer y el sustantivo karman deriva en acción.

Muchas cosas que tu haces se pueden enmendar y corregir, otras es imposible. El célebre Oscar Wilde decía: “No hay hombre bastante rico para comprar su pasado”.

Pero, siempre existe la posibilidad de corregir el resultado. Probablemente no los hechos, pero si en lo que terminó.

El karma, es todo lo que te lleve a la acción y no existe karma positivo o karma negativo, simplemente, la energía de la acción que te puede llevar a sufrir o a ser feliz. El mismo hecho, puede hacer sufrir a una persona o alegrarla.

Los sabios, siempre dicen: “Todo lo que ocurre, conviene”. La vida conviene.

Reducir el karma

Si es posible reducir o disminuir el karma. Los Iluminados, los Sabios, los Maestros de Sabiduría, lo eliminan totalmente. Todos podemos reducir el karma.

Si todo lo que ocurre, llegaras a comprender que al final te conviene. Ya es un proceso de reducir el karma.

Primero, se debe partir de las actitudes, debiendo eliminar las que hacen daño a los demás y sobretodo a ti mismo. Esto se consigue cambiando tus programaciones mentales y por supuesto, con la práctica de la meditación.

Luego, mejorando la energía de tu entorno. Que todo lo que te rodee debe ser positivo. Desde los alrededores de tu casa, lo que te rodee en el trabajo, las personas hasta tus muebles y colores que existan cerca a ti.

Finalmente, en ser un observador, en fluir con la vida. En hacer todo con entrega, haciendo tu mejor esfuerzo. No importando la meta, si no el proceso en si. No importando a dónde llegar, si no disfrutando del camino.

Comenzar a disminuir o eliminar el karma

El karma una vez que lo disminuyes, tu carga será menos pesada y podrás alcanzar la cima que es tu éxito y felicidad. Vivir mejor será tu logro.

Haz una lista de todos tus problemas, trata de ser específico. Escríbelo, no lo dejes a la memoria. Hazlo al azar sin establecer cual es el más dificultoso.
Después de sufrido alrededor de 10 problemas o cargas en tu mochila, enuméralos en orden de pesadez. Te darás cuenta que tal vez no sean tan pesados porque los vas descubriendo.

El mal cuando lo ves cara a cara se aleja. Vivir mejor si se puede.

Cuando tengas tu lista elaborada, cierra los ojos, medita, visualiza cada uno de los problemas y rodealos de luz. Hazlo por espacio de 3 semanas, todos los días.

Verás que en la realidad tus problemas se van mitigando y comienzas a desaparecer.

Tras tres semanas, haz de nuevo la lista de tus problemas. Fijate cuál se solucionó o cuales surgieron y que no habias tenido en cuenta, repite el procedimiento.

Tras 6 semanas tus problemas habrán disminuido, tenlo por seguro. Tu karma será mucho menor y pronto llagarás a la cima de tu montaña.

La vida depende mucho de ti y de los secretos que vayas aprendiendo. La vida tiene sus trucos que la mística te puede enseñar. Vivir mejor cada día será posible.

“El karma es un ejemplo especial de la ley de causa y efecto, que enseña por qué cada individuo posee una disposición mental, una apariencia física y experiencias únicas que son los efectos de las incontables acciones que cada uno ha realizado en el pasado”, plantea Ward, quien también es especialista en temas de liderazgo femenino y coach.

Añade, que esta sería la explicación del por qué todos somos diferentes ya que, según esta creencia, no existirían dos personas que hayan realizado las mismas acciones en vidas pasadas. “Por eso nadie puede tener los mismos estados mentales, experiencias y apariencia física que otro. Cada ser posee su propio karma individual”, dice.

De ahí que algunas personas disfruten de buena salud y otras sufran enfermedades sin cesar. Unas tienen un físico atractivo y otras no. Algunas siempre están alegres y se conforman con poco, mientras que otras suelen estar de mal humor y nunca están satisfechas.

Sin embargo, para comprender su significado, quien lea este artículo deberá al menos estar abierto a considerar la realidad de la reencarnación y que existen leyes divinas, espirituales como también leyes naturales que rigen los ciclos de la naturaleza y que dan un marco de comportamiento al igual que las leyes civiles. 

La huella del karma

“El karma en sí mismo es neutral. Lo que hacemos, pensamos, decimos… todo viene de vuelta hacia nosotros y es frecuente que sea en los momentos más inesperados”, plantea la profesora de enseñanzas espirituales.

En ese sentido, enseña que cada uno modela su vida de acuerdo a las acciones que realiza, pero que es frecuente que los humanos actuemos desde el odio, el apego y la ignorancia. De ahí que al karma se le llame la ley de compensación.

Por ejemplo, expone, si uno se enamora intensamente de una persona que ya tiene un compromiso y ésta se separa. La situación en términos karmáticos, supone que en algún momento, más que seguro él o yo, vamos a experimentar la misma intensidad de pérdida y dolor, como la pareja de mi amor que sufre por esa ruptura. Pero, también ella estará saldando algún tipo de karma relacionado.

“Las acciones que efectuamos dejan huellas o impresiones en nuestra mente muy sutil que, con el tiempo, producen sus correspondientes resultados. Nuestra mente es comparable a un campo de siembra y las acciones que cometemos, a las semillas que en él se plantan”, puntualiza.

Por lo tanto, según esta ley, las acciones virtuosas, rectas y en resonancia con la energía del amor, el respeto y la verdad son las semillas de la felicidad futura y se les conoce como dharma y las perjudiciales, las del sufrimiento, karma.

Pero, estas semillas permanecerían ocultas en la mente hasta que producen su efecto y eso ocurre cuando se reúnen las condiciones necesarias para su germinación. “Aunque desde que se realiza la acción original hasta que maduran sus consecuencias, pueden transcurrir varias vidas”.

Tipos de Karma

La profesora Caroline Ward dice que hay diferentes tipos de karma. Son individuales, familiares, colectivo, nacional y mundial. Además, se pueden distribuir en diferentes líneas: Físico, el estado del cuerpo, salud, enfermedad; Mental, estabilidad, confusión, felicidad, depresión; Financiero, estado de riqueza, abundancia o pobreza y Relaciones, fáciles o complicados, apegos y Cultural que indica el estado de compromiso con la historia colectiva de las almas de una tierra, raza, país, religión específica.

Sin embargo, enfatiza que para ella, el principal karma está basado en la crítica que pone la atención en evaluar qué está mal, qué es lo que no nos gusta, qué necesita ser arreglado, en lo que no estamos de acuerdo, en lo que no queremos.

“El karma, la consecuencia es tal que nuestro mundo interior se llena de la dureza de la crítica, la separación causada por los juicios, el peso de aquello que no está bien, quizás aquello empezó con la intención de ser mejores, pero muy rápidamente se ha convertido en algo como una plaga”, reflexiona.

Liberarse del mal karma

Las enseñanzas espirituales a las que se refiere la profesora, indican que uno no está condenado a un karma, sino que existirían tres caminos para liberarse.

El primero es sufriendo las consecuencias y aceptando la situación tal y como es. El segundo es ampliar la conciencia, estar atento y ser responsable de la vida que se lleva y no tomarla como una carga.

“Si yo he herido a alguien en el pasado, recibo heridas como retorno. Si no me doy cuenta de que éste es un retorno kármico y me siento con ganas de venganza y actúo nuevamente, entonces prolongo y aumento el karma”, ejemplifica.

Y tercero, es conectar con la “Fuente” de todo, “Dios” el “único”, para que la bondad sea reforzada a tal nivel que se pueda experimentar la existencia como una imagen de lo divino.

“Esto para que cuando aparezcan cuentas kármicas, podamos vivir a través de ellas, pero sin sufrir. Si estamos con ÉL, conectados con nuestra propia belleza y fuerza, reconocemos la cuenta, pero no nos involucramos en ella”, alienta.

Por lo tanto, para tener una vida en el dharma, sin generar nuevos karmas habrá que estimular los pensamientos positivos, el ver más allá de lo aparente y comprender, que todo lo que sucede alrededor tiene una explicación espiritual que es posible descubrir para salirse de la rueda del karma y vivir en el dharma.

Cuando hayamos eliminado de nuestra mente el aferramiento propio y demás engaños, nuestras acciones serán puras. Como resultado de estas acciones, nuestras experiencias, nuestro mundo, cuerpo y disfrutes, y los seres que nos rodean, también serán puros. No quedará ni el menor rastro de sufrimiento, impureza ni dificultades. De esta manera, encontraremos la verdadera felicidad en nuestra mente.

Los 10 secretos para limpiar el karma

Quienes deseen transmutar su karma deben seguir estos pasos:

1.- Aprende a guardar silencio en los momentos de mayores turbulencias.

2.- Evita juzgar a las demás personas.

3.- Enfoca tu atención sobre las cosas que más te agradan.

4.- Mantente quieto, es en vano luchar (recuerda que sólo es una prueba).

5.- Ten esperanza, lo que parece real es sólo un mal pensamiento producto de tu imaginación. ¡Cámbialo!

6.- Perdona, suelta y libera.

7.- Habla siempre en positivo.

8.- Medita por lo menos dos veces al día (5 minutos sería muy buen comienzo).

9.- Visualiza situaciones agradables para ti y todos tus seres queridos.

10.- Otorga Amor sin importar lo que recibas.
David Vallejo

miércoles, 26 de abril de 2017

La disminución de practicantes de Karate



Quiero plantear esta problemática, desde el punto de vista de una persona que llevo federado desde el año 1979, me dedico profesionalmente al Karate, y en líneas generales estoy de acuerdo con la gestión de la Federación Española de Karate, pero también tengo la necesidad de expresar mi inquietud por ciertos aspectos que creo que afectan negativamente y que en vez de despertar interés por la práctica del Karate, más bien tienen el efecto contrario, lo que no es bueno para las Federaciones ni para los gimnasios.

Espero que nadie se ofenda por este artículo ni lo interprete como una agresión a los intereses federativos, sino como una forma de intentar solucionar un problema que está surgiendo ahora pero cuyas causas quizás estén en una gestión de años anteriores y polarizada en una sola dirección, con lo que no se atiende a la totalidad del colectivo de practicantes de Karate.

Últimamente se esta observando una tendencia generalizada a la baja en la práctica del Karate en los gimnasios, escuelas, polideportivos etc. que como bien apuntan las diferentes Federaciones en sus circulares habituales a los gimnasios no deja de ser preocupante, sobre todo para los que vivimos de esta actividad, y que se atribuye a una mayor oferta de otras actividades enfocadas a los niños y adolescentes ó bien al descenso de la natalidad.

Si bien es cierto que esos factores son innegables, a mí como profesor y practicante de Karate también me gustaría hacer un análisis y una búsqueda de causas que se puedan atribuir a las personas relacionadas con este ¿deporte-arte? Ya sean directores de gimnasios, profesorado, cargos federativos, federaciones etc. Por aquello de intentar ver un poco la viga en nuestros propios ojos en vez ver sólo la paja en el ojo ajeno. Lo que intento transmitir con esto es la idea de buscar un poco causas que puedan ser atribuidas a este colectivo de personas porque es ahí donde nosotros podemos y debemos incidir y cambiar algo en beneficio nuestro.

Más difícil es poder cambiar el descenso de la natalidad o que a los chavales les guste ir a los cibercafés, a jugar al fútbol, o clases particulares de inglés, me parece que estas últimas cuestiones no las podemos cambiar.

Una cosa es la práctica del Karate en general y otra es la práctica federativa y el enfoque exclusivamente deportivo que se hace del Karate-do. Y es ahí donde surge la pregunta ¿Qué ventajas ó alicientes tenemos por estar federados?

A mí personalmente me parece muy bien, bueno mejor dicho bien que una Federación haga promoción del Karate deportivo y además entiendo que esa es su labor y que gracias a eso de alguna manera se divulga y da a conocer una parte del Karate-Do. Pero por otra parte hay que entender que hay mucha gente que por cierto representa más del 90 % de los practicantes, y que también pagan religiosamente su licencia, que no son competidores y deben de tener otras contrapartidas como asistencia a cursos, intercambios, entrenamientos de convivencia, cursos de defensa personal etc. Donde todos se vean representados, incluidos sus profesores, en función de su rango y experiencia dentro del arte marcial y aportando cada uno sus ideas y conocimientos y donde no sólo figuren y estén “los de siempre”.

Habitualmente se nos justifica el precio de la licencia para el seguro deportivo, para poder practicar el Karate dentro de un marco legal, para poder examinase etc, aunque esto sea cierto, es muy difícil convencer a un practicante de Karate que simplemente entrene por el placer de mejorar y estar bien físicamente, mentalmente y que no tenga un especial interés por competir, de que hay que tramitar una licencia federativa a no ser que tenga otros alicientes.

Lo que intento decir es que el presupuesto de las federaciones que proviene de las licencias lo generan todos los practicantes de Karate sean o no competidores o les guste o no la competición y este solo se utiliza en la organización de competiciones con lo que este presupuesto no revierte equitativamente en la totalidad de quienes contribuyen a generarlo. Y ese es un mal que hay que subsanar sino cada día habrá menos licencias y no debemos de buscar culpables pues somos todos.

Autor: José Ramón Álvarez Ruiz-Huidobro

Fuente original: http://www.gimnasiookinawa.com/articulos-karate/problematica-disminucion-practicantes-karate.php

David Vallejo

viernes, 7 de abril de 2017

Si quieres, puedes



«Cada vez que salga al aire libre, retraiga el mentón, lleve erguida la cabeza y llene los pulmones hasta que no pueda más; beba del sol; salude a sus amigos con una sonrisa, y ponga el alma en cada apretón de manos. No tema ser mal comprendido y no pierda un minuto en pensar en sus enemigos. Trate de determinar firmemente la idea de lo que desearía hacer; y entonces, sin cambiar de dirección, irá directamente a la meta. Tenga fija la atención en las cosas grandes y espléndidas que le gustaría hacer, pues, a medida que pasen los días, verá que, inconscientemente, aprovecha todas las oportunidades requeridas para el cumplimiento de su deseo. […] Fórjese la idea de la persona capaz, empeñosa, útil, que desea ser, y esa idea lo irá transformando hora tras hora en tal individuo.»

Dale Carnegie

David Vallejo

jueves, 6 de abril de 2017

Kokyu-Ho

KOKYU HO: estudio y práctica de la respiración, aunque de una manera un tanto en broma a los profesores nos gusta decir, que es una técnica para tomar aire y soltar aire; no obstante es algo mucho más complejo que esto. Cuando quien mira realizar este ejercicio, normalmente una persona no-practicante, aunque desgraciadamente ocurre cada vez con más frecuencia también entre algunos practicantes, que al no conocer la explicación correcta, confunden y creen que de lo que se trata es de empujar y derribar al compañero, pero no se trata en absoluto de esto. Es algo más complejo y al mismo tiempo algo muy simple que debe de llegar a realizarse de una forma natural.
En posición de sentados (seiza), uno frente a otro con las rodillas casi tocándose, visualizar como el aire al inspirar entre por nuestra cabeza y desciende por la columna vertebral hasta el océano del Ki, (Hara, o Seikatanden), en donde se concentra, en ese momento Tori (el que realiza la técnica) no espera y ofrece las manos al compañero (aite), el cual las agarra a la altura de las muñecas, aite, que ha realizado la misma forma de visualizar la respiración se intenta quedar clavado en el suelo (seiza) pero sin utilizar ninguna artimaña física, ni fuerza, ni palancas con los codos, únicamente haciendo un esfuerzo por desarrollar la concentración del Ki a través de la respiración, que ha llevado al interior del Océano del Ki.
En ese momento Tori eleva las manos con las puntas de los dedos hacia arriba y los cantos de las manos hacia aite, como si se apropiara del Ki o la energía del compañero y lo elevará hacia el cielo, después miramos a un lado, se visualiza un punto situado en el suelo su respiración se empieza ha expandir desde el interior del Hara por todo el cuerpo y se visualiza que se va proyectando hacia el exterior, a través de los dedos en la dirección del punto que hemos visualizado en el suelo, (sin utilizar fuerza alguna), si el compañero cae, entonces nos unimos a el con un desplazamiento, uniendo las cadera, con un canto de la mano controlamos su muñeca que se hallara apoyada sobre nuestra rodilla mas próxima, y la otra mano de canto a la altura de su cara pero sin contacto, mientras seguimos proyectando nuestra respiración a través de los dedos en dirección a la tierra, sin estar conscientes del compañero observaremos como tiene dificultad para poder levantarse e incluso puede ocurrir que se sienta tan bien que ni siquiera desee levantarse o no pueda aunque quiera. Mi experiencia sobre este ejercicio con el maestro Hikitsuchi Sensei, es que cuando el me agarraba de las muñecas, me resultaba imposible derribarle por mucho que lo intentase, a pesar de su elevada edad y peso, y que evidentemente le superaba en peso y fuerza, podía sentir como si jugase conmigo como si estuviese aspirándome y mi fuerza decidiera abandonarme para unirse a el, como anécdota recuerdo que en una ocasión le oí decir que era como el resultado de un partido de fútbol, en la que el gana por 2 a 0, porque sumaba a su energía 1, la mía 1, el resultado el 2, y yo 0, por eso no podía hacer nada. Es por tanto a mi parecer otro de estos ejercicios importantísimos y que curiosamente viene practicándose por todos asiduamente en todas las clases de Aikido, es mas suele ser por excelencia el ejercicio que cierra las clases de las practicas; es curioso que se comience con Shinkokyu, se cierre con Kokyuho; creo que guardan una relación coherente y que sería muy interesante detenerse a meditar un poco sobre ello, aunque por el momento me limito a exponerlo y que cada cual medite si desea sobre ello.
HIKARI NO KOKYU-HO. Respiración Luminosa
Es una técnica para reducir el estrés y para purificar la mente y el cuerpo.
  • - De pie o sentado, cierra los ojos y respira lenta y naturalmente. En este ejercicio, se explica esta técnica en la posición sentado en una silla.
  • - Ponte en posición de Gassho y tranquiliza la mente. Respira lentamente, sin causar ninguna tensión. Inhala y exhala por la nariz. Si te encuentras cómodo exhalando por la boca, puedes hacerlo. Lo importante es que respires naturalmente.
  • - Conéctate con la energía del Reiki, levantando los brazos, entreabiertos y estirados por encima de la cabeza, y las palmas de las manos mirando hacia el frente. Siente que te conectas con el universo y que el Reiki fluye por todo tu cuerpo, y que te fundes con la energía que emana por las palmas de las manos. Siente que todo el cuerpo está envuelto por la energía.
  • - Lentamente, bajas las manos a los muslos y colócalas con las palmas hacia arriba, y mantén las manos relajadas como si tuvieras un par de huevos en ellas. Lleva la atención al Tanden y escucha tu respiración.
  • - Mientras inhalas, visualiza que la energía blanca de Reiki llena tu cabeza y baja al Tanden. Desde el Tanden la energía se extiende a todos los órganos y a todas las células de tu cuerpo. Siente que el proceso de la sanación está ocurriendo. Mientras exhalas, visualiza que la luz que llenó todo tu cuerpo emana por la piel y llega a ser parte de tu aura, y después se extiende al infinito. Al mismo tiempo, suelta cualquier tensión.
Continúa con este ejercicio durante un rato.
Ponte en posición Gassho.
Si te sientes cansado después de realizar este ejercicio de respiración puedes acostarte.
Si por el contrario, quieres despertarte totalmente, mueve las muñecas en todas las direcciones para despejar la mente (haciéndolas rotar).
fuente: Kokyu-Ho (Diego Espinosa Roca Director Técnico del Dojo C.A.M 5º Dan Aikikai)
David Vallejo

martes, 4 de abril de 2017

Tradición en la transmisión del Budo


Doy por supuesto que a estas alturas todo el mundo sabe qué significa Koryu Bugei (古流武芸) es decir Estilos antiguos (o tradicionales) de artes guerreras. También doy por supuesto que todo el mundo sabe qué son las llamadas “artes marciales” Budo/Bujutsu/Bugei (武道/武術/武芸) es decir, las artes militares o las técnicas guerreras, como se prefiera.

Estoy acostumbrado a leer muchas definiciones de lo que significan y son las “artes marciales tradicionales”, también a leer como se invoca la palabra “tradición” para señalar o destacar una característica con rasgos de “autenticidad” de un arte marcial. O a discusiones peregrinas sobre si el sufijo -jutsu, o -do es más antiguo, verdadero o tradicional, siempre en modo de crítica hacia “lo moderno”. Otra variante del mismo discurso inútil es acerca de “deporte” vs “tradición”.

武道/武術/武芸

Supongo que lo primero para un debate más o menos serio, riguroso, académico, lógico, es establecer qué es eso que llamamos en general “artes marciales” y para hacerlo, creo, que se debe empezar por reducir la lectura de los kanji a un significado común (artes marciales) aunque solo sea para entendernos, ya que en realidad aunque apliquemos una traducción estricta (Camino militar/Técnicas militares/Arte Militar) todas las definiciones apuntan en la misma dirección, lo que significa es que es solo un problema de nomenclatura, es decir, distintas definiciones para un mismo significado.
Si lo reducimos aún más y lo devolvemos a su significado original sin pasar por el tamiz anglosajón nos queda que su significado podría ser “artes de combate”, “artes de lucha” o un concepto similar relativo al entrenamiento militar y por extensión a la autodefensa. En este punto deseo manifestar mi sincero respeto hacia los seguidores de Ueshiba y el Aikido, principalmente de la rama Aikikai, que lo entienden como un “Arte de paz”, aunque, en mi opinión, este “arte de paz”, significa tan solo que no hay intención de lesionar gravemente al adversario sino tan solo “hacerle deponer su actitud agresiva” al contrario del resto que buscan obtener la victoria por medio de dañar, lesionar, herir, mutilar o matar al oponente.
Sea como sea y obviando el modo (por cortes con katana, lanza, naginata, etc., por golpes más o menos letales o técnicas destinadas a lesionar o romper articulaciones) el objetivo de la artes marciales es derrotar al adversario. Sin más.
Y aquí podemos discutir si la intención es derrotarle en su ego o hacerlo físicamente, eso ya depende de la filosofía o ética que impregne el arte marcial o escuela que se practique y el debate sobre “mejor o peor” nos devolvería al “patio de colegio”. La ética y la filosofía son cosas demasiado personales, dando por supuesto que todo el mundo entiende qué es la Filosofía.
La filosofía (del latín philosophĭa, y este del griego antiguo φιλοσοφία, «amor por la sabiduría»)1 es el estudio de una variedad de problemas fundamentales acerca de cuestiones como la existencia, el conocimiento, laverdad, la moral, la belleza, la mente y el lenguaje.234 Al abordar estos problemas, la filosofía se distingue del misticismo, el esoterismo, la mitología y la religión por su énfasis en los argumentosracionales por sobre los argumentos de autoridad,5 y de la ciencia porque generalmente lleva adelante sus investigaciones de una manera noempírica,6 sea mediante el análisis conceptual,7 los experimentos mentales,8la especulación u otros métodos a priori, aunque sin desconocer la importancia de los datos empíricos.
Definición de la Wikipedia

La Tradición

tradición.
(Del lat. traditĭo, -ōnis).
  • f. Transmisión de noticias, composiciones literarias, doctrinas, ritos, costumbres, etc., hecha de generación en generación.
  • . Noticia de un hecho antiguo transmitida de este modo.
  •  f. Doctrina, costumbre, etc., conservada en un pueblo por transmisión de padres a hijos.
  •  f. Elaboración literaria, en prosa o verso, de un suceso transmitido por tradición oral.
  •  f. Der. Entrega a alguien de algo. Tradición de una cosa vendida
  •  f. Ecd. Conjunto de los textos, conservados o no, que a lo largo del tiempo han transmitido una determinada obra. La tradición del Libro de Buen Amor está formada por pocos manuscritos
Esto es lo que dice el DRAE sobre la palabra tradición. Por tanto y aplicado a la “tradición japonesa” sería Transmisión de noticias, composiciones literarias, doctrinas, ritos, costumbres, etc., hecha de generación en generación en Japón"
fuente: wikipedia / budo synusia (el cuervo)
David Vallejo

sábado, 1 de abril de 2017

El Karate cultiva el cuerpo, la mente y el espíritu

El milenario arte del karate se originó en Japón durante el siglo XVI influenciado por las artes marciales chinas, pero más tarde adquirió su propia esencia y se estableció como una alternativa de defensa personal ante la prohibición de usar armas en la isla de Okinawa.
Si bien el karate se practica como una secuencia de movimientos y estrategias que tienen como objetivo aportar herramientas de defensa personal, existen otras ventajas que solo quienes se atreven a alistarse en esta disciplina pueden disfrutar. Según el profesor Antonio Jesús Hernández Muñoz, miembro de la asociación de karate español, entre los beneficios que se pueden aprovechar con la práctica de esta disciplina están los siguientes:
  • Estimular el sistema nervioso: la exigencia de coordinación, precisión y reflejos que requiera la práctica del karate se traduce en beneficios al sistema cardiovascular; debido a que la memoria trabaja constantemente en el procesamiento de información, haciendo que esta capacidad tarde más tiempo en deteriorarse.
  • Tonificar los músculos: El trabajo constante de la parte superior e inferior del cuerpo garantiza músculos más fuertes y tonificados. Este efecto se nota en brazos, espalda y piernas.
  • Aumento de la capacidad cardiovascular: con el paso de los años es normal que los vasos sanguíneos disminuyan su flexibilidad y por ende en el caudal arterial, minimizando el paso del riego sanguíneo y provocando daños en el corazón. En este sentido, la práctica de un ejercicio completo como el karate, que requiere de movimientos y resistencia, mejora la capacidad cardiovascular notablemente.
  • Autocontrol y disciplina: durante las prácticas, los karatekas deben aprender a manejar su ira y utilizar los movimientos precisos para defenderse siguiendo las normas de esta disciplina. Una vez que logran mantener el autocontrol en esta área es posible que lo trasladen a otras áreas de su vida.
  • Mejora la flexibilidad: en la práctica del karate se dedican varios minutos al estiramiento de las articulaciones, debido a que se requiere de elasticidad para los diferentes movimientos que forman parte de esta disciplina.
  • Socialización: dentro de los benéficos que conlleva la práctica del karate, también cuenta el aumento de la capacidad de socializar, respectando las diferencias con los compañeros con los cuales se comparte en los entrenamientos y en las competiciones.

  • Mejora de la autoestima: como un deporte que requiere de compromiso y constancia para avanzar en los diferentes niveles que implica, los karatekas encuentran satisfacción cuando se ven recompensados por todo el esfuerzo que implica surgir en el karate, así como en las victorias en cada una de las competencia.
  • Por muchas razones el karate es más que defensa personal y más bien se trata de una disciplina completa que permite que quien la practique se cultive física, mental y espiritualmente. Eso sí, como señala el profesor Hernández Muñoz, se trata de un deporte que requiere tiempo de compromiso para poder disfrutar de sus beneficios.

David Vallejo


Respetar a todos y a las personas que no practican tu estilo y/o pertenecen o no a otra federación, es fundamental.
No se hace distinción de estilos, federaciones, organizaciones y asociaciones.
Nadie es tan perfecto para criticar a los demás.
David Vallejo (Budokan Sevilla Dojo) www.budokansevilla.com