domingo, 27 de octubre de 2019

"Cuando compito, no soy ni hombre ni mujer, soy karateka"

Sandra Sánchez, campeona del mundo de karate: “Cuando compito, no soy ni hombre ni mujer, soy karateka”

Sandra Sánchez, campeona del mundo de kárate: “Siempre me preparo para ganar”

No te canses de intentarlo y conseguirás convertir lo imposible en una realidad es el lema que siempre acompaña a Sandra Sánchez (Talavera de la Reina, Toledo, 1981), la mejor karateka de la historia en la modalidad de katas según la Federación Mundial de Karate (WKF).

Ella, desde luego, nunca se cansó de intentarlo hasta que, por fin, a los 32 años, logró entrar en el equipo nacional. Su camino hasta la cima no ha sido nada fácil, ya que ha tenido que superar momentos muy duros, como la enfermedad de su madre o la época en la que estuvo viviendo en Australia y dejó de lado la competición, o cuando la fichó un equipo de Dubái para competir. También muchos rechazos. “Esas negativas me ayudaban a superarme”, explica. Desde 2015 no se baja del podio. En su palmarés acumula 49 medallas de oro, 10 de plata y otras tantas de bronce.

Ahora cuenta con el respaldo de un gran patrocinador, Iberdrola -la de karate es una de las 16 federaciones que esta compañía apoya, dentro de su programa para impulsar la igualdad a través del deporte femenino-. “Sentir que una empresa importante creía en mí fue una motivación muy importante y hay que agradecer esa confianza”, cuenta la atleta que, a sus 32 años sueña con hacer historia en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, la competición en la que esta disciplina estrenará su estatus de olímpica. “Vamos a por más imposibles”, dice sin parar de sonreír. Eso sí, antes la esperan otras competiciones. La próxima, la Premier League de Madrid de finales de noviembre.

¿Tienes ya en mente los Juegos Olímpicos?
¡Es imposible no tenerlos!, aunque soy consciente de que todavía faltan muchos campeonatos para cerrar la clasificación. Cada mañana me levanto pensando que es un día especial, porque ningún instante va a volver a repetirse. Sé que estoy viviendo un año único.

¿Cuáles son tus expectativas?
Siempre me preparo para ganar. Entreno mucho y muy duro para ser capaz de llegar bien a todos los campeonatos de esta clasificación y que el punto álgido sea en agosto del año 2020.

¿Es más especial está competición por celebrarse en Japón, la cuna del karate?
Todo lo que tenga que ver con ese país para mí siempre lo es, porque emana ese halo de tradición que tienen las artes marciales. Además, el campeonato se va a celebrar en el Nippon Budokan, un espacio muy representativo, donde se han disputado algunas de las competiciones más importantes.

¿Hay sexismo en el mundo del karate?
Nunca he notado ninguna diferencia. Por ejemplo, cuando era pequeña, desde el momento en el que entrábamos en el tatami y nos poníamos el karategi éramos todos iguales. Cuando compito, no soy ni hombre ni mujer, soy karateka. Es verdad que cuando yo empecé había muy poquitas chicas, pero hoy en día esa cifra se está igualando. A nivel competitivo el número de participantes femeninos y masculinos es el mismo. Sí que noto esos estereotipos a nivel gestión: en el número de presidentas de federación, de seleccionadoras… En todo lo que rodea esta disciplina sí que faltan caras femeninas.

El deporte femenino está en alza. ¿Es una revolución que ha llegado para quedarse?
Confío en que sí. Creo que cuando en un futuro miremos atrás desde la perspectiva de la igualdad, recordaremos estos años como una época histórica del deporte femenino.

¿Qué consejo darías a las jóvenes deportistas?
Que practiquen, porque es salud. También que tengan en cuenta que el éxito no son las medallas, es ser cada día un poquito mejor que el anterior.

viernes, 25 de octubre de 2019

No tomes todo de manera personal... aikido

El Aikido es un arte marcial japonesa conocida también como “el arte de la paz”. La premisa principal de esta práctica es no ir al choque y solucionar los conflictos utilizando la fuerza del otro, pero saliendo de la línea de ataque.
Es un arte donde no hay violencia. Fue creada por M. Ueshiba en el siglo XX durante el período de guerra de Japón. Y su objetivo fue resignificar el arte marcial y crear una para unir.
Otro de los puntos importantes que promulga es no tomar todas las cosas de manera personal. De ahí su vínculo con la vida misma, que cuando nos tomamos todo personal nos genera mucho nivel de angustia.

jueves, 24 de octubre de 2019

Las Artes Marciales del siglo pasado…?


Las artes marciales, una tradición muy moderna

Katori Shinto Ryu

En España asegura practicar un arte marcial el 2,8% de la población. Son más los hombres (4 de cada 100) que las mujeres (solo 1,4 de cada 100), según datos de 2015 extraídos de una encuesta del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Cinco años antes, la práctica era ligeramente menor (2,2%). Una de las especialidades más habituales, el Karate.
Las artes marciales, una tradición muy moderna
El Karate es muy conocido en Occidente, pero es solo una más en un panorama muy diverso de disciplinas, antiguas, modernas y mixtas. Estos tres adjetivos intentan poner orden en un panorama en el que se mezclan tradiciones antiguas con adaptaciones deportivas y mezcolanzas de usos. Países con tradiciones conservadas con poco influjo extranjero (Japón es un buen ejemplo) y otros sacudidos por culturas invasoras, como China.
Las artes marciales, una tradición muy moderna

Karate

Las artes marciales tradicionales en Japón (koryū en japonés) son las anteriores al siglo XX, o, más concretamente, las anteriores a la Era Meiji (1868-1912). También son las más minoritarias. Curiosamente, muchas de las artes más conocidas en Occidente (judo, kung-fu) se originaron a finales del siglo XIX (1882, en el caso del judo) y adoptaron la forma con las que hoy son conocidas a lo largo del siglo XX.
A mediados del siglo pasado, pero con mayor auge a partir de los años noventa, empezaron a surgir las artes mixtas, que integran elementos de artes distintas para que dar lugar a una nueva.
Las artes marciales, una tradición muy moderna

Jiujitsu

“Cada una, tradicionales, modernas o mixtas, tiene su público”, explica Marcos Sala Ivars, maestro y experto en artes marciales japonesas, que ultima una tesis doctoral sobre el empleo de las armas en Japón. “Quienes tienen un enfoque tradicional se apuntan a las antiguas”, sostiene. “Los que buscan un reconocimiento federativo o de la competición, en cambio, acuden a las modernas”. Para él, las mixtas, hoy en boga, “no tienen mucho reconocimiento oficial, pero atraen sobre todo a quienes las quieren usar en defensa personal”.
En las artes tradicionales, aunque también haya cuerpo a cuerpo, el protagonismo recae en las armas: sables y alabardas en las de tradición japonesa; espadas y lanzas, en la china. En las artes modernas, el cuerpo a cuerpo cobra peso frente a las armas, aunque también puedan estar presentes. En un caso y en otro, se usan protecciones. En las mixtas, con un enfoque muy aplicado, se va vestido con ropa de calle.
Las artes marciales, una tradición muy moderna

Kendo

La historia de los países orientales ha moldeado sus tradiciones marciales. “Japón se mantuvo aislado durante siglos. Las fronteras de China, en cambio, cambiaron con el aflujo de países extranjeros”, ilustra Sala. No procede hablar tanto de disciplinas como de escuelas. “Cada feudo, cada clan, solía tener la suya. El señor feudal contrataba a un instructor para que adiestrase a sus samuráis y creaba un estilo propio”. De esas escuelas llegó a haber miles en el país, pero apenas 100 han llegado al siglo XXI. La más antigua tiene presencia también en España y está representada por un grupo en Madrid y otro en Barcelona, es el Tenshin Shoden Katori Shinto Ryu. La primera escuela de este arte data del siglo XV.
Las artes antiguas engloban el iaijutsu, una disciplina con katanas en la que el ataque surge de improviso, desde la vaina, sin precaver ni poner en guardia al contrario. En la otra, se parte desde la guardia, con la espada ya sacada. A partir del siglo XVII se puso de moda atacar de improviso, desde la vaina, sin precaver. De eso en España está la escuela Muso Jikiden Eishin Ryu.
Las artes marciales, una tradición muy moderna

Aikido

El Karate, tal y como se conoce hoy, es en realidad un arte moderno, aunque en las islas Okinawa, entre Japón y Taiwán, se mantienen estilos antiguos, como el karate goju ryu. El aikido, el kendo, el iaido… también son creaciones relativamente recientes, muchas nacidas con hechuras de deporte y pensadas para la competición. “Casi todo lo que acaba en -do es del siglo XX (ken-do, aiki-do, karate-do, ju-do). Al iniciar la restauración Meiji, como las artes ya no iban a servir para matar, se les dio un aire zen: se eliminó la palabra -jutsu, que es técnica, y se puso -do, que implica camino, en el sentido de vía de autoperfeccionamiento”.
Las artes marciales, una tradición muy moderna

Judo

En las artes marciales mixtas de Japón no suele haber escuelas con nombre propio, porque a menudo son creaciones de una persona, que los bautiza. Algunas supuestas tradiciones tienen nulo fundamento histórico. “Los ninjas, por ejemplo, se venden como si fueran una escuela antigua, pero su arte marcial, el ninjutsu, no existía antiguamente en la forma en que hoy se conoce. Se tomaron partes de ken jutsu, iautsu… se mezclaron y ahora se publicitan como artes de los ninjas para darle atractivo turístico a determinadas zonas de Japón”, aclara el experto.
Las artes marciales, una tradición muy moderna

Kung-fu

En las artes marciales mixtas destaca el jiu-jitsu brasileño, creado por Carlos Gracie, un ciudadano brasileño que fue a Japón para integrar en un arte el judo (moderno) y el jiu-jitsu, y que logró una enorme fama. En España, de las mixtas, es el arte más seguida.
En el caso de China, el kung-fu y el wushu incorporan tradiciones y estilos antiguos y modernos. Con mucha menos variedad de disciplinas, en India surgió el kalaripayattu, un arte tradicional del que deriva el yoga, que aunque hoy se ve como meditación también tuvo práctica marcial, y Corea, un país dividido en reinos y con influencia extranjera, el taekkyeon tiene una parte tradicional y otra moderna, el taekwondo.
Respetar a todos y a las personas que no practican tu estilo y/o pertenecen o no a otra federación, es fundamental.
No se hace distinción de estilos, federaciones, organizaciones y asociaciones.
Nadie es tan perfecto para criticar a los demás.
David Vallejo (Budokan Sevilla Dojo) www.budokansevilla.com