JUAN HOMBRE (Onbure Dono, nombre ninja de este gallego de 53 años. Sostiene que lo que puede soñarse puede conseguirse)
Sirva esta entrada a modo de homenaje a los hombres que han hecho grandes las Artes Marciales en España.
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Juan Hombre |
Sensei Juan Hombre ha instruido este verano a dos mil militares y agentes colombianos en defensa y ataque para combatir con las FARC.
Con el nuevo curso, este parapléjico vuelve para enseñar a la Policía y el Ejército españoles.
Disculpe la franqueza: ¿cómo puede un cojo enseñar defensa personal a miembros de nuestras fuerzas de seguridad?-No lo puedo explicar, como no lo pueden hacer mis alumnos, que cuando se lo preguntan responden: "Tienes que asistir a una clase". Generales extranjeros no se lo creían hasta que me vieron megáfono en mano.
¿Cómo se explica que un cojo con dos muletas haya hecho 735 campeones de España y 65 del mundo?-Calidad del alumno, respeto hacía el maestro...
¿Y no será impresión? En la foto de la portada de su autobiografía, Rambo a su lado parece un bambi-Rambo estaba más cuadrado. Me la hicieron poco antes del accidente, en 1987, cuando, viajando de Madrid a mi tierra gallega, a la altura de Benavente me debí de dormir; el coche dio la vuelta y yo me hundí el cráneo. Mi padre había muerto seis años antes en otro accidente de moto, cuando yo realizaba unas maniobras con la Brigada Paracaidista. Yo viví, pero quedé parapléjico. Sin muletas me caigo. Me pegué palizas para no atarme a una silla, el pronóstico de los neurólogos. Me escapaba de la habitación de Asepeyo para intentar subir escaleras o iba a las cabinas telefónicas para, cerrando los ojos, hacer empuje de equilibrios. Al final, lo logré.
¿Toma algo? A cada palo que le ha dado la vida, ha resurgido con más fortaleza (y no me diga espinacas, que no trago).-Se lo voy a decir a lo bestia: es mala host... Lo dicen los médicos: tú no andas porque médicamente haya sido posible, sino por la mala leche que tienes. Me pongo a subir una cuesta, y me quedo como pasmado y me digo: "Pero maricón, so mierda". Me cabreo tanto conmigo mismo que voy para arriba. Ese empujón me da la fuerza.
o sea, que es un convencido del poder de la palabra. ¿Ve la política como opción?-Ni por todo el dinero del mundo. La política corrompe por muy bueno que seas. Es como si tienes un hijo al que educas por el camino bueno y con 15 años se junta con una panda y llega borracho a casa, se droga... No te lo puedes creer, pero se ha ido con un grupo malo y te lo ha quitado. Y eso no quiere decir que yo sea santo, que también cometo errores y soy tan golfo como el que más. ¡Que fui monaguillo de pequeño, y ya se puede usted imaginar!.
Presume de ser el primer occidental reconocido dentro de una verdadera familia ninja del Japón. ¿Y...?-En España eso no significa nada, pero para mí y mis alumnos es un orgullo. Ninja es una filosofía que gira en torno a la capacidad de sobrevivir. En Japón hay dos guerreros importantes, el ninja y el samurái. Este aprende cómo morir, y el ninja cómo vivir, y yo me quedo con este luchador.
Enséñeme una kata, que el asalto callejero va a más.-Hágase la tonta. Dele todo lo que le pida y si con eso logra ganar la batalla, perfecto. Mi consejo a mis alumnos es: si ganáis la batalla sin hacer un solo golpe, sois los más astutos y eso os va a salvar la vida. Como se ponga farruca y el de enfrente sepa, le mete la navaja. Más aún, confíe en la fuerza de la palabra y negocie, dele tanta pena que sea él quien le dé su dinero y el arma.
No sé, no sé...-Si no, despístelo, métale una patada en la entrepierna y corra.
¿Qué le dice eso de la crisis ninja?-Que ese profesor tan simpático debería haberla llamado crisis "ronin" aunque no coincidan las iniciales (no income, no jobs, no arsets). El ronin en Japón es el samurái que no trabaja para ningún señor y que ningún señor le quiere, que viste harapos, y es un vagabundo. Más apropiado, ¿no?
Virginia Ródenas. ABC.
David Vallejo