O’Sensei Shoshin Nagamine me dijo una vez: “Para entender el karate, debes entender la cultura de Okinawa”. Me di cuenta de que puede llevar toda una vida comprender realmente la cultura, así que aprendo sobre la marcha. Animo a otros a que no solo visiten dojos, sino que se relacionen con los lugareños, la naturaleza y otras artes.
Hay aspectos de la cultura de Okinawa que se protegen intencionalmente del turismo para evitar su profanación. En el libro de Irei Hiroshi sobre Kyan Chotoku, destaca cómo la globalización afecta al karate y advierte que si Okinawa no elabora una estrategia, se podría perder el patrimonio intelectual del karate de Ryukyu. Si bien el turismo trae beneficios económicos, también corre el riesgo de degradar lugares sagrados, como Sefa Utaki, sin los controles adecuados.
Cuando entrené por primera vez en Okinawa, era raro que los líderes del continente reconocieran abiertamente lo que habían aprendido allí. Ahora, el karate se ha extendido por todo el mundo, mezclándose con el deporte, los negocios y el arte. Pero el karate verdadero sigue vinculado a las tradiciones sagradas de las antiguas Ryukyu, distintas de la cultura japonesa. Aquellos de otros países que verdaderamente absorbieron estas enseñanzas tradicionales pueden incluso, a veces, superar las habilidades originales de Okinawa.
El aspecto sagrado del karate a menudo permanece oculto. Aquellos que buscan el camino auténtico deben navegar entre ilusiones y permanecer fieles a su brújula interior. Muchos viajan a Okinawa en busca de beneficios superficiales (fotos con sensei famosos), pero se pierden enseñanzas más profundas. Algunos de los mejores practicantes que he conocido no podían permitirse esos viajes, pero encarnan la verdadera esencia del karate.
Cuando se construyó el museo del karate, algunos se resistieron, temiendo que comercializara el arte. Para mí, es un desafío equilibrar la administración de este tesoro cultural y evitar la explotación. Si bien mantenerse pequeño puede ser ideal, a veces una mayor exposición es inevitable.
Hoy en día hay menos maestros de calidad, con los mismos rostros populares dominando, ya que las generaciones más jóvenes se centran en sus carreras. Como dice Jokei Kushi, deberíamos adaptar el karate cuidadosamente siguiendo la corriente popular, al tiempo que preservamos su verdadera tradición, asegurándonos de que evolucione sin perder su alma.
Publicación inspirada por Ashwin Ashi Sensei de Tiidaryu Chennai.
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