Sin la visión particular de un estilo, existen cuatro distancias de combate, distancia de pateo, distancia de puño, distancia de atrape y distancia de agarre. La mayoría de los artistas marciales pasan sus vidas aprendiendo técnicas para ser efectivos en una, o a lo sumo dos distancias de las mencionadas.
Sin mirar su nivel, la mayoría de los artistas marciales asumen la idea de que pueden luchar y vencer una confrontación manteniendo su distancia elegida. Imaginando una pelea callejera, esta afirmación es peligrosa... y puede llegar a ser fatal.
Por citar algunos ejemplos, el practicante de Taekwondo enfatiza mucho en las técnicas de patadas y puede sufrir cuando un oponente se le acerca en un combate real. El de Wing Chun es un arte magnífico en la distancia de atrapar manos, pero si lo tiran al suelo se encontraría en gran desventaja y estaría fuera de sus circunstancias favorables.
El agarre es una táctica muy usada por los luchadores grandes y fuertes. Igualmente las artes de agarre y del uso de "llaves", como Judo y Aikido parten del hecho de que el oponente se agarra antes, o defiende un solo ataque.
Hay muy pocas escuelas de Judo o Aikido que enseñan a patear, golpear con los puños y entrar en la distancia de agarres para aplicar sus técnicas. Podría seguir citando artes marciales, o deportes de combate como el kick boxing que no se sabe defender en el suelo y distancias de agarre-grapling... pero donde quiero llegar es a que NO hay un arte superior.
Todos los sistemas de artes marciales y deportes de combate tienen sus puntos fuertes y sus puntos débiles. No quiero decir que tengamos que practicar artes marciales distintas para entrenar diferentes distancias, aunque no estaría mal, pero si que seamos conscientes que de un solo golpe, no es fácil ganar en la calle. Que nos pueden romper nuestra distancia habitual del arte o deporte que practicamos y pasarlo muy mal. Que dentro de nuestro arte marcial hay técnicas que quedan olvidadas, por parte de los maestros e instructores y que pueden ayudarnos en este sentido.
Se debe plantear situaciones de mucho estrés para familiarizarnos a ellas y saber como desenvolvernos, así no nos resultará algo desconocido y que nos cueste muy caro.
En definitiva entrenar todas las distancias posibles porque la calle no tiene reglas ni distancias prefijadas.
David Vallejo