En Sevilla se instruye una técnica basada en las artes marciales, sencilla, eficaz y cada vez con un mayor número de adeptos
El instructor David Vallejo, cuerpo a cuerpo con uno de sus alumnos en una clase de krav maga |
Fue el austrohúngaro Imi Lichtenfeld quién creó en plena Segunda Guerra Mundial una nueva técnica de defensa cuerpo a cuerpo que posteriormente revolucionó la operatividad del ejercito israelí. Lichtenfeld seleccionó los movimientos más resolutivos de las artes marciales, a la par que sencillos de entender y poner en práctica, y nació lo conocido como krav maga -traducido del hebreo como combate de contacto-. Adoptado por las fuerzas de seguridad y servicios de Inteligencia israelíes, cuando nació el Estado de Israel, este sistema pronto se extendió por el mundo y su aplicación es hoy mucho más urbana.
"El krav maga no es un arte marcial, ni un deporte de contacto, ni defensa personal; es un sistema evolucionado de todas estas disciplinas, más directo y fácil de poner en práctica, y que, además, cada persona puede adaptar a sus necesidades". David Vallejo es delegado de la International Krav Maga Security Self Defense (IKMS) e instructor en Sevilla. Tras una amplia y galardonada carrera profesional en el karate, el full contact, el kick boxing, y el aikido, entre otras especialidades, descubrió el mundo del krav maga, se instruyó con maestros internacionales, entre ellos israelíes, e instauró esta modalidad en Sevilla.
En las clases que imparte en su centro de formación Budokan Sevilla, en el sevillano barrio de la Macarena de la capital de Andalucía, cuenta con un perfil del alumno muy heterogéneo. Desde policías o enfermeros -para los que organiza cursos de un mayor nivel-, pasando por personas que han sufrido la violencia de género, taxistas que quieren tener la posibilidad de defenderse ante un ataque y amantes de las artes marciales en general, hasta personas que lo único que pretenden es ganar en seguridad y aumentar su autoestima.
"Con el krav maga no se pretende convertir a nadie en un Bruce Lee, se trata de saber reaccionar ante una situación de ataque y no quedarse bloqueado. Si aprendes a optar por salir corriendo ante un caso de violencia y a no quedarte clavado en el suelo, el krav maga ya te habrá servido para algo".
Si una buena preparación física es requisito indispensable para la práctica de este deporte, la titulación y formación de su instructor es fundamental. "Aquí, como en todo, hay mucho intrusismo; es aconsejable saber con quién se aprende", destaca el deportista sevillano.
Aunque el buen ambiente en las clases no falta, lo cierto es, indica Vallejo, que "este deporte se practica bajo presión, es decir, hay que plantear situaciones de estrés". Así, si un taxista quiere conocer esta técnica lo mejor será enseñársela dentro del taxi; si se trata de una persona que trabaja en la seguridad privada por la noche, lo indicado sería aprender las técnicas con escasa iluminación.
La preparación pasa también por el enfrentamiento o ataque múltiple, ya que, según el instructor, "es importante conocer de qué manera salir airoso en cualquier tipo de situación que, de forma inesperada, pueda acontecer".
Ana fernández
"El krav maga no es un arte marcial, ni un deporte de contacto, ni defensa personal; es un sistema evolucionado de todas estas disciplinas, más directo y fácil de poner en práctica, y que, además, cada persona puede adaptar a sus necesidades". David Vallejo es delegado de la International Krav Maga Security Self Defense (IKMS) e instructor en Sevilla. Tras una amplia y galardonada carrera profesional en el karate, el full contact, el kick boxing, y el aikido, entre otras especialidades, descubrió el mundo del krav maga, se instruyó con maestros internacionales, entre ellos israelíes, e instauró esta modalidad en Sevilla.
En las clases que imparte en su centro de formación Budokan Sevilla, en el sevillano barrio de la Macarena de la capital de Andalucía, cuenta con un perfil del alumno muy heterogéneo. Desde policías o enfermeros -para los que organiza cursos de un mayor nivel-, pasando por personas que han sufrido la violencia de género, taxistas que quieren tener la posibilidad de defenderse ante un ataque y amantes de las artes marciales en general, hasta personas que lo único que pretenden es ganar en seguridad y aumentar su autoestima.
"Con el krav maga no se pretende convertir a nadie en un Bruce Lee, se trata de saber reaccionar ante una situación de ataque y no quedarse bloqueado. Si aprendes a optar por salir corriendo ante un caso de violencia y a no quedarte clavado en el suelo, el krav maga ya te habrá servido para algo".
Si una buena preparación física es requisito indispensable para la práctica de este deporte, la titulación y formación de su instructor es fundamental. "Aquí, como en todo, hay mucho intrusismo; es aconsejable saber con quién se aprende", destaca el deportista sevillano.
Aunque el buen ambiente en las clases no falta, lo cierto es, indica Vallejo, que "este deporte se practica bajo presión, es decir, hay que plantear situaciones de estrés". Así, si un taxista quiere conocer esta técnica lo mejor será enseñársela dentro del taxi; si se trata de una persona que trabaja en la seguridad privada por la noche, lo indicado sería aprender las técnicas con escasa iluminación.
La preparación pasa también por el enfrentamiento o ataque múltiple, ya que, según el instructor, "es importante conocer de qué manera salir airoso en cualquier tipo de situación que, de forma inesperada, pueda acontecer".
Ana fernández
me parece una forma de defensa personal muy interesante
ResponderEliminarfdo: estudiante de www.ua.es
¿Tú crees que nos dejaran meter un coche en el tatami del Germano? ;)
ResponderEliminarUn saludo maestro.
Nos vemos esta tarde
Fmdo: Rafael Robles