"La verdadera victoria consiste en superarse uno mismo, siendo cada día un poco mejor persona"
David Vallejo y Toshiaki Higasio |
Higasio Sensei estuvo en nuestra ciudad por seis meses y volvió a su Japón natal, pero algo de nuestro sur debió atraparle, pues volvería dos años más tarde para ya nunca abandonarnos.
A orillas del Guadalquivir enseñó karate, aikido, iaido, taichi y Bo, pero sobre todo transmitió los principios y la esencia del Budo (Conjunto de artes marciales tradicionales japonesas y principios éticos inspiradores de las mismas).
Fueron cientos los sevillanos que tuvieron el privilegio de recibir sus enseñanzas.
El maestro huyó de las artes marciales de competición. Él nos enseñó que no había mérito alguno en derrotar a nadie, ese no podía ser el fin de la práctica. La verdadera victoria consiste en superarse uno mismo, siendo cada día un poco mejor persona.
Sostenía que en las artes marciales no existe actitud de ofensa y afirmaba con tono sereno que en Japón el traje blanco, el que se usa en la práctica del karate y otras artes marciales, es el traje del muerto porque al comenzar la práctica tu orgullo debe morir.
David Vallejo y Toshiaki Higasio |
Vivió la enfermedad como vivió su vida, con entereza, siendo un ejemplo para todos los que estuvimos cerca y sin permitirse una queja. Me cuenta su mujer, que en su última visita al hospital, ya muy enfermo, el oncólogo, impresionado por su actitud le despidió diciendo "Es usted un samurai".
Deja un legado impagable y una ciudad un poco más rica, al haberle regalado su sabiduría oriental.
Sus alumnos más antiguos transmitirán sus enseñanzas y su mujer Cati y sus hijos Akira y Kenji nos recordarán siempre la figura de un ser extraordinario, de una sencillez admirable y de una honestidad vital difícilmente igualable.
Maestro, siempre me dijiste que la naturaleza nos daba un envoltorio, que era nuestro cuerpo y que el Budo te preparaba para el combate definitivo, que era enfrentarse a la muerte. El combate lo ganaste con una dignidad envidiable y cuidaste tu cuerpo hasta el último día en que a pesar de estar agotado por la enfermedad, estirabas tus doloridos músculos antes de intentar dormir.
Somos muchos los que estaremos siempre en deuda contigo.
Descanse en paz.
A Toshiaki Higasio. Maestro
Javier Alonso Arrizabalaga & David Vallejo
Oss, mis respetos....
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