Sin dolor no hay Karate?

"Si no te lastimas, no te estás esforzando lo suficiente".

En el mundo de las artes marciales, especialmente en disciplinas como el karate, es común escuchar frases que han pasado de generación en generación sin ser cuestionadas. Una de ellas es la peligrosa idea de que "si no te lesionas, no estás entrenando lo suficiente". Esta afirmación, aunque pueda parecer motivadora para algunos, en realidad revela una falta de comprensión sobre lo que significa entrenar de forma segura y eficaz..

El problema de celebrar las lesiones es que puede enviar un mensaje equivocado y hacer que la gente piense que está bien lastimarse.

Herirte no es algo bueno, significa que no estás entrenando de forma equilibrada. Es importante recordar que el karate jutsu, como cualquier arte marcial, requiere dedicación, trabajo duro y salir de tu zona de confort. Pero sólo porque pueda ser difícil y a veces doloroso, no significa que sea la única manera de crecer y mejorar. En realidad, autolesionarse puede generar más daño que bien a largo plazo.

El Karate jutsu te enseña a utilizar tu mente y tu cuerpo de la mejor manera posible. Cada acción, ya sea un golpe o un bloqueo. derribe, etc, debe tener un objetivo claro: defenderse y neutralizar al oponente sin correr riesgos innecesarios. ¿Por qué querrías entrenar de una manera que te agota o te deja incapaz de hacer cosas en el futuro? Recuerda, si no cuidas tu cuerpo, te estarás perdiendo lo más importante del kárate: mantenerte sano y fuerte.

Entrenamiento inteligente: verdadero progreso.

En kárate, el progreso no se trata de lastimarse, sino de mejorar la técnica, la fuerza y ​​la mente. La verdadera fuerza no consiste en esforzarse hasta el límite de inmediato, sino en mantenerse constante y saludable en su entrenamiento a largo plazo. Los sabios maestros del pasado, que moldearon el karate como una forma de vida, no buscaron dolor innecesario, sino que se centraron en el crecimiento y la excelencia continuos.

Para acabar con este mito, debemos saber que:

Esfuérzate durante los entrenamientos, pero asegúrate de hacerlo de una manera que sea segura y efectiva. Disipa la idea errónea. Asegúrese de que su familia y sus seres queridos estén atendidos cuando usted ya no esté aquí.