Comenzó con las artes marciales con siete años y su próximo reto será luchar por el Mundial de Atenas. El castellonense Pedro Eugenio Granjo acaba de proclamarse campeón de España de kick boxing
Por desgracia, actualmente en el deporte provincial no abundan los campeones de España absolutos. El castellonense Pedro Eugenio Granjo (27 de noviembre de 1987) es uno de ellos después de imponerse este fin de semana en el Nacional de kick boxing, en la modalidad de K-1 de menos de 70 kilos, en Villaviciosa del Río.
La pasión de Pedro por las artes marciales se remonta a su niñez. Con solo siete años, su tío ya le introdujo en el mundo del taekwondo, posteriormente se pasó al karate Kyokushin y con 20 comenzó a practicar kick boxing.
UNA JUSTA RECOMPENSA
El reciente Campeonato de España es un premio al esfuerzo de toda una vida, pero no quiere quedarse ahí. Su próximo asalto será en el Mundial que se celebra en Atenas del 27 de mayo al 3 de junio.
Al margen de ganar todos los combates que tiene por delante, uno de los objetivos de este afable luchador es el de desmitificar un deporte tachado de violento por los menos entendidos. “Nunca me he pegado con nadie fuera del ring, además, al estar federado, si lo hiciera se me retiraría la licencia para competir por dos años y legalmente se considera que pego con arma blanca”, destaca. “Después de un combate, la relación con mis rivales no puede ser mejor”, añade Pedro.
Este deporte está calando hondo en la sociedad. Actualmente ya hay más de 2.000 licencias en la Comunidad Valenciana y “son muchos más los que lo practican sin estar federados, e incluso algunos de ellos son profesores, algo que no puedo entender”.
UNA FORMA DE VIDA
Pedro Eugenio Granjo vive por, para y del kick boxing. Da clases en dos gimnasios de Castellón y se desplaza a la Pobla Tornesa y Almassora para enseñar todos los secretos del arte marcial que domina. Además entrena un mínimo de cuatro horas diarias y, cómo no, intenta ganarse la vida también luchando en el ring. La empresa no es fácil. Como ejemplo, por ganar el reciente campeonato nacional le han dado la friolera de cero euros... Para competir en el próximo Mundial deberá costearse el viaje a Atenas, aunque en caso de proclamarse campeón, el botín sí que será bastante más suculento, pues hay en juego 4.000 euros. “Habrá tortas porque no estamos acostumbrados a esas cantidades”, asume.
Por competir en diferentes veladas, eso sí, recibe aproximadamente de 150 a 250 euros: “En Francia dan más de 600 de media, mientras que en Holanda, Tailandia o Japón sí se reconoce más este deporte”. De hecho, no descarta acudir a estos tres últimos países “para entrenar, perfeccionar la técnica y competir”.
El kick boxer castellonense tiene las ideas claras desde el primer día. Sus ídolos no pegaban patadas a un balón o tiraban a canasta, su modelo a seguir era el suizo Andy Hug, un karateka de KYOKUSHINKAI, que siguió sus mismos pasos en el mundo de las artes marciales. Ahora sueña con representar a su país, España, en unos Juegos -se está intentando que este deporte sea olímpico-, y para ello tiene claro que hay que sacrificarse: “Haré todo lo que esté en mi mano para llevar el nombre de la provincia lo más lejos posible”.
fuente: el periódico del Mediterráneo
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