Concéntrate a menudo en todo lo que te va bien, en todo lo bueno y valioso, en todas las cosas pasadas y presentes por las que debes estar agradecido. Ponte como firme propósito permanecer una semana entera sin hablar de males y miserias y presta atención solo a lo que te proporciona felicidad.
Cuanto más tiempo des gracias por tu salud, tu trabajo, tu profesión, tu familia, tus amigos y cuantas cosas buenas has tenido y tienes ahora mismo, mayor y más positivo será el cambio espectacular de tu perspectiva mental, emocional y espiritual.
Si te acostumbras a celebrar la vida y a afirmar las cosas buenas que te depara, te sorprenderán gratamente los cambios extraordinarios que se irán produciendo en ti mismo, en tu salud, en tu mentalidad, en tus relaciones con los demás y hasta en tu propio carácter y en la mejor imagen que proyectas, una imagen llena de equilibrio, serenidad y agradable felicidad.
La vida es lo que cada cual hace de ella. Si queremos, puede ser placentera y jubilosa.
Bernabé Tierno & Jens Lucking
David Vallejo
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