Laura Palacio, durante el Mundial de karate. David Moirón
Laura Palacio se colgó la medalla de oro en kumite (+68 kg) en el Campeonato de Europa, que se celebró en Guadalajara. Se midió en la final con Eleni Chatziliadou, vigente campeona mundial y subcampeona continental. Venció a la griega, número 3 del ranking mundial, por 2-1. Hace un año la española ya subió al podio del Europeo para recoger el bronce.
He vivido una época malísima porque mi madre estaba enferma”
Laura Palacio
El combate individual por el oro arrancó con mucha igualdad. La griega pidió la revisión de vídeo por un posible yuko. No se validó. Luego, a 1:49 para el final, Chatziliadou sí que llegó con al rostro de la española. Se anotó un punto por yuko. La reacción de Palacio no se dejó esperar. Firmó un wa-azari, validado tras la revisión de vídeo solicitada por Ángel Arenas, seleccionador de kumite. Palacio se puso 2-1 arriba y supo mantener la ventaja el resto del combate.
Palacio llegó a la final tras ir de menos a más en la rondas clasificatorias. Se impuso en el primer combate a la belga Ophelie Mulolo. Luego en segunda ronda venció a la kosovar Fortesa Orana. En la búsqueda de las semifinales ganó 4-0 a la holandesa Ingrid Creemers. El billete a la final lo sacó tras vencer a la finlandesa Titta Keinanen por 2-0.
Con lágrimas en los ojos y, muy emocionada, Laura Palacio subió al podio para recoger el oro. Con la medalla en el cuello y, mientras escuchaba el himno español, no pudo contener la emoción por lo vivido estos meses hasta llegar a ser campeona de Europa. Comenzó a llorar nada más acabar el combate. Se tiró al suelo. Fueron unos segundos. Luego, se abrazó con el seleccionador Ángel Arenas, antes de correr a las gradas para encontrarse con su madre.
Afincada en Tenerife desde 2014, tras el Mundial de karate de noviembre en Madrid, Palacio se quedó a vivir en la capital de España. “Estos meses han sido complicados psicológicamente porque mi madre está malita y me vine a Madrid para estar con ella. Sólo me alejaba para mis dos entrenamientos diarios. Me faltaba mi rutina, los entrenamientos con mi entrenador Javier Orán… Ha sido muy duro emocionalmente”, reconoce Palacio.
Fue antes del Mundial cuando a su madre comenzó un duro tratamiento contra el cáncer al sufrir metástasis. Desde septiembre de 2018 recibió quimio. “Cuando superó esa fase crítica tuvo un accidente y se rompió la tibia y el peroné. “Lo pasé mal en el Mundial. Ahora parece que al fin ha cambiado la racha y todo va mejor. Esto es un sueño hecho realidad. Ganar con tu gente aquí y que lo hayan vivido es lo máximo. Iba perdiendo 1-0 y ha habido un momento en que el público ha marcado conmigo”, apunta”, afirmó Palacio.
Esto es un sueño hecho realidad, es lo máximo ganar ante tu gente”
Laura Palacio
Sin bronce por equipos
Las tres semanas previas al Europeo regresó a Tenerife. “Pude resetear, deportivamente hablando”, afirma la karateka, novena del ranking mundial. Con dos dedos dislocados tras los combates por equipos del viernes, volvió a pelear por otra medalla. Subió al tatami, junto a Cristina Ferrer y Cristina Vizcaíno, en busca del bronce ante Alemania.
Cristina Vizcaíno fue la primera que subió al tatami. Se enfrentó a Jana Bitsh. Ganó la alemana por 2-0 con dos yukos. Luego le tocó el turno a Cristina Ferrer. Se midió a Johanna Kneer. Todo se decidió en los últimos 34 segundos. Al yuko de Ferrer (validado por el vídeo), respondió la alemana enseguida con otro yukko. A 14 segundos, un ippon de Kneer colocó el 4-1 y parecía sentenciar el duelo. Ferrer logró a 11 segundos del final otro ippon para acabar 4-4. Todo quedó en manos de Palacios. Con 2-0 abajo por un waza-ari, la española logró, con esa misma técnica, igualar el combate, pero finalmente un yuko dio la victoria y el bronce a Alemania.
Palacio fue bronce en el Europeo de 2014, año en el que también subió al tercer peldaño del podio en el Mundial. En 2016 también fue plata mundialista por equipos. En 2018 fue bronce continental y mundial por equipos.
Empezó en el karate con 6 años por consejo de su madre. “Quería que supiera defenderme; también mi padre que falleció en 2009 y era y es mi fan número 1”, afirma Laura Palacio.Con 21 años, ya licenciada en Derecho, aprobó las oposiciones a la Policía Nacional.
En 2014 viajó a Tenerife para entrenarse con Javier Orán, hoy también su marido, y se quedó. “Mi marcha fue un cambio en todos los sentidos. Adoro a mi maestro de Madrid de toda la vida Jose María de Dios pero al mudarme a Tenerife pude enfocar mi vida más profesionalmente a lo deportivo. El apoyo de la agrupación deportiva de la policía nacional, mis jefes directos en Tenerife y los entrenamientos hechos a medidas por mi entrenador y marido Javier Orán han hecho que allí pudiese vivir de una forma más dedicada”, comenta.
Ahora forma parte la Brigada de Participación Ciudadana, aunque durante un tiempo se dedicó a la custodia de presos. Se encuentra en plena preparación de las oposiciones para ascender dentro del Cuerpo. Aspira a ser inspectora. “Me llevo los libros por el mundo”, comenta entre risas. El lunes podrá enseñar el oro a sus compañeros, que siempre le recriminaban que sólo conseguía bronces.
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