Campeón de Euskadi junior de karate
Desde que entrara por primera vez al tatami con 8 años, ha emprendido una trayectoria al alza. Habitual de las citas más importantes tanto a nivel autonómico como nacional, Ibai Ortiz de Mendivil materializó su último gran éxito antes de finalizar 2015. El karateka del Fitness Gasteiz se proclamó campeón de Euskadi junior en pesos pesados en la modalidad de semi contacto. Por fin pudo derrotar a un viejo conocido que le estaba privando de cosechar mayores honores. Previamente había tomado parte por primera vez en el Campeonato de España celebrado en Albacete. Tras librar la ronda inicial por incomparecencia del rival, cayó eliminado en la segunda. Pese a este desliz regresó muy contento de tierras manchegas por la experiencia adquirida. «Me vi muy bien. Además, llegaba muy bien preparado. Un mes antes del torneo estuve concentrado con la selección vasca. Como no había contrincante en mi categoría y peso, me tuve que medir al campeón de Euskadi sub’21 de peso pesado y le vencí. Así que llegaba muy bien de forma», puntualiza el joven karateka.
Debido a las numerosas ausencias, los responsables de la Federación Vasca de Karate programaron un triangular para la categoría de +76 kg en el Campeonato de Euskadi desarrollado en Vitoria. El sorteo deparó que debía abrir hostilidades contra un karateka vizcaíno, su principal rival. «Nos conocíamos bastante ya que nos habíamos enfrentado anteriormente y siempre me ganaba por mucha diferencia, aunque competí mejor de lo que pensaba. Creía que sería más duro, pero le derroté por 3-1», apunta Ortiz de Mendivil. Ya solo le quedaba un paso para subir a lo más alto de podio. Apriori el título parecía más asequible. Enfrente, un ‘enemigo’ de casa. «Resultó todo lo contrario. Se me complicó bastante y casi siempre fui por detrás en el marcador. A falta de 10 segundos conseguí marcarle para poder igualar. Los jueces me dieron ganador a los puntos. En caso de haber perdido, habría sido subcampeón», apostilla.
Después de saborear el entorchado, el joven alavés atisba en el horizonte uno de los encuentros con mayor trascendencia en su calendario deportivo: el Campeonato de España de shinkyokushin. Además, ejercerá de anfitrión al celebrarse en Vitoria a principios de abril. Y con una meta clara: el oro. «Será la primera vez que compita sin protecciones por el cambio de categoría. A priori será complicado pero mi objetivo es proclamarme campeón de España. Conozco a a casi todos los rivales y eso me vendrá bien», subraya el joven kareteka que no se decanta por ninguna de las dos modalidades que practica. «Hasta hace poco me veía mejor en el de contacto, pero después del Campeonato de Euskadi me da lo mismo. No tengo preferencias».
Del arte marcial ha podido beber varios valores que le rodean. Incluso le ha servido para aplicarlo en los estudios. «Estoy en 1º de Bachiller y lo compagino bien. El karate me ha aportado disciplina, orden y organización. Entreno tres días en el gimnasio y dos en el frontón más el partido», indica Ortiz de Mendivil que mantiene el mismo ritual antes de cada combate y depende del rival apuesta por una determinada táctica. «Me concentro con música, a poder ser cañera. Me gusta escuchar temas de un grupo italiano, Talco. Y en cuanto a la planificación de los combates, algunas veces prefiero llevar la iniciativa. En cambio, según cómo sea el contrario, me quedo a la defensiva para luego contraatacar».
Debido a las numerosas ausencias, los responsables de la Federación Vasca de Karate programaron un triangular para la categoría de +76 kg en el Campeonato de Euskadi desarrollado en Vitoria. El sorteo deparó que debía abrir hostilidades contra un karateka vizcaíno, su principal rival. «Nos conocíamos bastante ya que nos habíamos enfrentado anteriormente y siempre me ganaba por mucha diferencia, aunque competí mejor de lo que pensaba. Creía que sería más duro, pero le derroté por 3-1», apunta Ortiz de Mendivil. Ya solo le quedaba un paso para subir a lo más alto de podio. Apriori el título parecía más asequible. Enfrente, un ‘enemigo’ de casa. «Resultó todo lo contrario. Se me complicó bastante y casi siempre fui por detrás en el marcador. A falta de 10 segundos conseguí marcarle para poder igualar. Los jueces me dieron ganador a los puntos. En caso de haber perdido, habría sido subcampeón», apostilla.
Después de saborear el entorchado, el joven alavés atisba en el horizonte uno de los encuentros con mayor trascendencia en su calendario deportivo: el Campeonato de España de shinkyokushin. Además, ejercerá de anfitrión al celebrarse en Vitoria a principios de abril. Y con una meta clara: el oro. «Será la primera vez que compita sin protecciones por el cambio de categoría. A priori será complicado pero mi objetivo es proclamarme campeón de España. Conozco a a casi todos los rivales y eso me vendrá bien», subraya el joven kareteka que no se decanta por ninguna de las dos modalidades que practica. «Hasta hace poco me veía mejor en el de contacto, pero después del Campeonato de Euskadi me da lo mismo. No tengo preferencias».
Música cañera
La influencia de su hermano pequeño resultó clave para que se iniciara en el karate. Contaba solo con 8 años. «A Urtzi le gustaba y fue quien me metió el gusanillo. Desde el primer momento formamos parte del Fitness Gasteiz», recuerda. Pero la práctica deportiva se ha convertido en algo habitual para Ortiz de Mendivil. No solo se ejercita en el tatami, también cuenta con pasado entre canastas. «Jugué a baloncesto en Samaniego y Mendebaldea, pero lo he dejado por la cesta punta», matiza. Otra vez la figura de su hermano ha cobrado peso para la elección de otra especialidad. El uniforme también es blanco, pero ese último un poco mas ajustado. Uno con cinturón. El otro con gerriko. Ahora compaginan el karate con los frontones. «Le empezó a gustar y me lo comentó. Entramos juntos. Para el tiempo que llevo me manejo bien, pero si tengo que elegir alguna, me quedo con el karate», avanza.Del arte marcial ha podido beber varios valores que le rodean. Incluso le ha servido para aplicarlo en los estudios. «Estoy en 1º de Bachiller y lo compagino bien. El karate me ha aportado disciplina, orden y organización. Entreno tres días en el gimnasio y dos en el frontón más el partido», indica Ortiz de Mendivil que mantiene el mismo ritual antes de cada combate y depende del rival apuesta por una determinada táctica. «Me concentro con música, a poder ser cañera. Me gusta escuchar temas de un grupo italiano, Talco. Y en cuanto a la planificación de los combates, algunas veces prefiero llevar la iniciativa. En cambio, según cómo sea el contrario, me quedo a la defensiva para luego contraatacar».
fuente: elcorreo.com
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