ESFUERZO
El estudiante de Karate debe entrenar con un esfuerzo sostenido, continuo y persistente.
Especialmente en Kihon, donde se repiten continuamente las técnicas, un esfuerzo tenaz permite aprenderlas, lograr la suficiente coordinación y potencia en cada golpe, en cada bloqueo.
PROFUNDIDAD
Hay varias técnicas básicas en el Karate. Por ejemplo, las técnicas de puño solamente, son más de diez, y los Kata de uso frecuente son los cinco Heian o Pinan, y otras tantas superiores, de acuerdo a los diferentes niveles.
Intentar memorizar o repetir las técnicas o los Kata sin comprender el valor y uso de cada uno, es un sistema de entrenamiento inútil.
Participar en el combate libre en competición sin haber practicado y comprendido profundamente el fin de cada técnica, origina confusión e ineficacia, y puede entrañar el peligro de una lesión.
Muchos principiantes e intermedios participan del combate libre o pretenden realizar un Kata superior cuando sólo han aprendido parcialmente las técnicas básicas, posturas y desplazamientos, y las han practicado por poco tiempo. Este fenómeno también se observa en karatekas que poseen buena memoria, facilidad de coordinación y copian los movimientos con soltura, y en poco tiempo “realizan exteriormente bien” los Kata básicos, y pretenden inmediatamente aprender el bonito Kata superior.
Esto es como continuar construyendo una casa sobre unos pilares en los que el cemento aún no ha secado.
El karateka no debe intentar tener un repertorio de técnicas rápidamente. Ser eficaz con un bloqueo trabajado a fondo y comprendido, permite descubrir puntos en común con otras técnicas relacionadas, tanto en su ejecución como en su aplicación.
Recientemente, han visitado España dos expertos del Karate, los Maestros Kanazawa y Kase. A muchos karatekas que asistieron a sus cursillos asombró el hecho de que ambos expertos insistieran constantemente en el trabajo; el Kihon Kumite y Jiyu Kumite fueron las únicas formas de combate practicadas.
Viene a nuestra memoria otro hecho similar, y que es una constante en los verdaderos expertos. Después del Campeonato del Mundo realizado en Los Angeles, USA en 1975, se convocó en la universidad de la Jolla, en California, un seminario de Karate de una semana de duración.
Los entrenamientos, a razón de 6 horas por día, eran extremadamente duros. Comenzaban por un footing de media hora de duración, luego cuarenta minutos de Jumbi Undo y flexibilidad y por fin, una hora y media de Kihon, Kumite y Kata básicos. Por la tarde, idéntico trabajo.
El primer día de entrenamiento en el espacioso gimnasio de la universidad, ante 150 cinturones negros de todas las partes del mundo, con su habitual voz suave, el Maestro Nakayama señaló: “…Ha sido un buen torneo, con combates y Kata bien ejecutados. Ahora debemos trabajar Heian Shodan”.
Cuando el Maestro indicaba nuestros puntos débiles en este Kata “tan básico”, pronto comprendimos cuánto faltaba aún para entenderlo en profundidad, y que esta compresión aparecía sólo en condiciones de gran fatiga y sostenido entrenamiento.
Cuando el Maestro indicaba nuestros puntos débiles en este Kata “tan básico”, pronto comprendimos cuánto faltaba aún para entenderlo en profundidad, y que esta compresión aparecía sólo en condiciones de gran fatiga y sostenido entrenamiento.
VIOLENCIA
Social y moralmente, la violencia es intolerable.
Un estudiante de Karate cuyo estado psicológico y actitudes revelan violencia o descontrol, será incapaz de aprender suficientemente una sola técnica.
(continuará)
David Vallejo
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