Desde tiempos inmemoriales han sido reconocidos los beneficios de la actividad física desde un punto de vista psicológico. Ya en la Grecia clásica se fomentaba el cultivo del organismo integrando la actividad física y deportiva dentro de la actividad educativa.
Está más que demostrado la relación existente entre y el ejercicio físico y la salud psicológica, la calidad de vida, la reducción del estrés, los cambios en los estados emocionales y los descensos en los niveles de ansiedad y depresión.
Llevar a cabo una actividad física regular, nos aportará una mayor capacidad para tolerar los fracasos, ya que una parte importante del deporte en general es esta, asumir cuando no conseguimos nuestros objetivos, y trabajar duro para superarlos, por lo tanto el ejercicio físico nos aportará una actitud de motivación frente a las adversidades del día a día. Por otro lado, nos ayudará a ser capaces de tener un mayor dominio sobre nuestras emociones, en especial las actitudes agresivas, fomentando el auto-control en la persona.
Está más que demostrado la relación existente entre y el ejercicio físico y la salud psicológica, la calidad de vida, la reducción del estrés, los cambios en los estados emocionales y los descensos en los niveles de ansiedad y depresión.
Llevar a cabo una actividad física regular, nos aportará una mayor capacidad para tolerar los fracasos, ya que una parte importante del deporte en general es esta, asumir cuando no conseguimos nuestros objetivos, y trabajar duro para superarlos, por lo tanto el ejercicio físico nos aportará una actitud de motivación frente a las adversidades del día a día. Por otro lado, nos ayudará a ser capaces de tener un mayor dominio sobre nuestras emociones, en especial las actitudes agresivas, fomentando el auto-control en la persona.
También debemos mencionar lo que la práctica de ejercicio físico conlleva a nivel social; el hecho de interactuar con grupos de individuos favorecerá la comunicación entre los mismos, fomentando de esta manera las relaciones interpersonales. Esto a su vez se relaciona directamente con una mejora en el nivel de auto-estima, ya que nos sentiremos integrados y realizados.
En la sociedad actual, ya desde los primeros años de vida y hasta la edad adulta, el ejercicio físico se ha convertido en uno de los principales medios de socialización de las personas. Esto se debe principalmente a que la práctica física tiene un componente de diversión y entretenimiento que favorece el contacto entre personas y un mejor entendimiento entre ellas. Otro aspecto clave es que al realizar actividades físicas en grupo, los participantes llevarán a cabo métodos de expresión alternativos al verbal, como por ejemplo expresión motriz, de contacto, etc. Por otra parte, el trabajo en equipo nos exigirá más de una vez la toma de decisiones, el trabajo en equipo, compañerismo, planificación de estrategias de actuación… todo ellos favorecerá la introducción en grupos sociales. También es reseñable decir que este tipo de prácticas suelen vincularse a ambientes saludables, y de esta manera evitar otro tipo de entornos propensos a favorecer el consumo de productos nocivos como el tabaco o el alcohol.
En general, todo desemboca en un mismo lugar: la sensación de bienestar psíquica y una actitud positiva ante la vida que nos proporciona el realizar una actividad física, ayudándonos de esta manera, a afrontar situaciones difíciles a lo largo de nuestra vida, tales como la depresión, la angustia, los miedos y las decepciones.
A. Sepúlveda
David Vallejo
www.budokansevilla.com
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