Las enseñanzas de las Artes Marciales

 

¿Hay algo mejor para preparar a una persona para la vida que las artes marciales?

Si bien es cierto que soy completamente parcial, creo que puedo hacer reflexiones, bajo mi punto de vista bastantes convincentes, acerca de por qué todos deberíamos estudiar y practicar artes marciales.

Autodisciplina

Si bien la disciplina suele ser la razón citada por la mayoría de las personas por la cual estudiar y practicar artes marciales y suele ser la primera razón por la que los padres buscan clases de artes marciales para sus hijos, creo que es más correcto decir que las artes marciales ayudan a desarrollar la autodisciplina. El éxito depende de ti.

Recuerdo cuando logré mi Cinturón Negro y le agradecí a mi Maestro por haberlo conseguido y él solo me respondió: “No me lo agradezcas, lo hiciste tú. No puedo obligarte a hacer nada que no quieras hacer por ti mismo”. Aparte de que él adoptó una postura muy humilde, siempre me pareció una gran conclusión. Un maestro puede enseñar, animar e incluso implorar, pero el éxito o el fracaso depende en última instancia del alumno. Como dijo el gran Jim Rohn: “No puedes contratar a otra persona para que te haga las flexiones”.

Tenacidad

Aunque este año 2021 no es típico y común, no era raro en años anteriores que enero fuera el mes en el que los gimnasios y las escuelas de artes marciales se desbordaran. Todos querían alcanzar ese propósito de año nuevo con fuerza, ya sea para ponerse en forma o para obtener ese nuevo rango. Lamentablemente, en pocas semanas los tatamis se vaciaron y quedaron solo los que estaban comprometidos con su éxito.

Un fin de semana estaba haciendo ejercicio con un amigo en su Dojo. Le pregunté si vendría alguien más y me dijo que no. Dije: “Debemos estar locos, ¿eh?” Lo resumió muy bien, dijo: “Ellos lo ven como renunciar a algo por entrenar. Nosotros lo vemos como renunciar a algo si no lo hacemos”.

Logro individual

Hace tiempo durante un combate de Judo y tras algunos intentos fallidos de proyección a mi oponente, terminamos en el suelo. Respiraba con dificultad, acostado de espaldas, luchando por escapar, con mi oponente encima de mí. Estaba agarrando mi cuello, tratando de ahogarme a medida que pasaban los segundos. Mientras yacía allí buscando una salida, o tal vez fue más tarde, pensé: esta es la mejor metáfora de la vida. Es una lucha, tienes que hacerlo por tu cuenta, y el tiempo corre.

Aunque a menudo pensamos en nuestros compañeros de tatami, profesores y entrenadores como miembros del equipo, no es como en otros deportes, donde pueden pasar la pelota, intervenir en la carrera, etc… Cuando estás en una situación como la descrita anteriormente, nadie puede ayudarte más que tú. En esa situación y otras similares, aprendes mucho sobre ti mismo.

Derrotar al mayor oponente

He aprendido muchas lecciones de vida en las Artes Marciales. Cuando tenía la intención de dejar de fumar, porque sentía que no estaba progresando y en parte era por el tabaquismo, recuerdo que mi maestro me dijo: “Puedes continuar y eventualmente serás Cinturón Negro, o puedes renunciar y nunca lo serás. ¿quieres hacerlo?” (Maldita sea, ¿no hay opción para quejarse?)

Hay espejos en las escuelas de artes marciales. Se supone que los espejos le ayudarán a ver lo que está haciendo, hacer correcciones y ayudar a la enseñanza. Si bien no es del todo cierto, el espejo también te muestra a tu mejor oponente mirándote en el mismo.

Noel Plaugher (Texto) – David Vallejo (Fotos)