Al practicar con su compañero, agradezca diciendo:
-ONEGAI SHIMASU al comienzo y -DOMO ARIGATO o -ARIGATO GOZAI MASHITA al final.
Practique diligentemente. No se distraiga con conversaciones ociosas. Debe practicar con total concentración, en ningún caso deberá tener la mirada enfocada en otro punto.
Escuche cuidadosamente las observaciones de su profesor-sensei. Recuerde que no le pedirá a usted que realice algo que no pueda hacer. Reconozca todas las instrucciones con la afirmación japonesa -HAI y/o también -OSU!!.
El profesor, deber ser tratado con el respeto que usted mismo esperaría de otros como cortesía común. Si usted no puede mostrar el respeto hacia una persona que toma su tiempo para enseñarle, entonces usted no pertenece a un dojo de Karate-Do y tampoco lo merece. Nunca ponga en duda su dirección; nunca hable en la clase a menos que sea preguntado por el profesor. Tal obediencia desarrolla un lazo de confianza entre el profesor y el estudiante, el cual mejora la receptividad mutua, simplificando y acelerando el proceso de aprendizaje.
No jure, no se ría tontamente, no hable, no haraganee, no haga el tonto, o actúe des-atentamente durante el entrenamiento. Trate su entrenamiento seriamente; no es cuestión de risa. Un karateka debe estar siempre alerta (yoi) y tener un buen comportamiento. La posesión de un grado mayor (especialmente el cinturón negro) no es su boleto a la relajación y la familiaridad en el dojo.
No malgaste su tiempo y el de los demás si usted no esta preparado para tratar su instrucción y sus compañeros de karate con el respeto y la seriedad merecidos. Esto incluye abandonar el entrenamiento antes de terminar las clases. A menos que el instructor autorice algo diferente el estudiante debe permanecer en la clase hasta la terminación del saludo final. El abuso de esta regla no puede ser tolerado.
Recuerda que el tatami es el sitio donde se perfecciona el carácter.
-ONEGAI SHIMASU al comienzo y -DOMO ARIGATO o -ARIGATO GOZAI MASHITA al final.
Practique diligentemente. No se distraiga con conversaciones ociosas. Debe practicar con total concentración, en ningún caso deberá tener la mirada enfocada en otro punto.
Escuche cuidadosamente las observaciones de su profesor-sensei. Recuerde que no le pedirá a usted que realice algo que no pueda hacer. Reconozca todas las instrucciones con la afirmación japonesa -HAI y/o también -OSU!!.
El profesor, deber ser tratado con el respeto que usted mismo esperaría de otros como cortesía común. Si usted no puede mostrar el respeto hacia una persona que toma su tiempo para enseñarle, entonces usted no pertenece a un dojo de Karate-Do y tampoco lo merece. Nunca ponga en duda su dirección; nunca hable en la clase a menos que sea preguntado por el profesor. Tal obediencia desarrolla un lazo de confianza entre el profesor y el estudiante, el cual mejora la receptividad mutua, simplificando y acelerando el proceso de aprendizaje.
No jure, no se ría tontamente, no hable, no haraganee, no haga el tonto, o actúe des-atentamente durante el entrenamiento. Trate su entrenamiento seriamente; no es cuestión de risa. Un karateka debe estar siempre alerta (yoi) y tener un buen comportamiento. La posesión de un grado mayor (especialmente el cinturón negro) no es su boleto a la relajación y la familiaridad en el dojo.
No malgaste su tiempo y el de los demás si usted no esta preparado para tratar su instrucción y sus compañeros de karate con el respeto y la seriedad merecidos. Esto incluye abandonar el entrenamiento antes de terminar las clases. A menos que el instructor autorice algo diferente el estudiante debe permanecer en la clase hasta la terminación del saludo final. El abuso de esta regla no puede ser tolerado.
Recuerda que el tatami es el sitio donde se perfecciona el carácter.
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