1.- ¿El Aikido es un arte marcial tradicional? ¿significa eso que es muy antiguo?
El Aikido nace oficialmente de 1942, por lo tanto, es una disciplina bastante reciente, otra cosa es que contiene conocimientos acumulados durante generaciones en el contexto de una cultura concreta (la japonesa) y por eso se le sigue considerando un arte marcial tradicional. Por otra parte, el Aikido ha seguido evolucionando en muchos aspectos, especialmente desde su salida de Japón a principios de los años 50 del siglo XX, por eso se puede hablar de unas formas más tradicionales que otras dentro del Aikido.
2.- ¿Por qué se visten con esas faldas?
En realidad no son faldas, se trata de un pantalón ancho que usaban los jinetes en la edad media, como lo normal es que sólo los nobles dispusieran de caballos, se asociaba dicha ropa a una determinada clase social. Nosotros usamos ese pantalón por una costumbre heredada de las artes marciales tradicionales japonesas, todas ellas lo usan como recordatorio de sus orígenes Samurai.
3.- ¿Es necesario estar saludando con inclinaciones de cabeza, sentarse de rodillas y repetir palabras en japonés?
Es una costumbre más dentro de un contexto concreto de práctica. Evidentemente nosotros no somos japoneses y no debemos comportarnos como ellos, lo cual no quita que podemos acercarnos a sus costumbres para comprender mejor de dónde viene lo que estamos aprendiendo. Sin darnos cuenta, estamos acostumbrados a usar palabras inglesas cuando hablamos de informática, francesas cuando es de danza, y del mismo modo, utilizamos palabras japonesas para hablar de Aikido. Nosotros no lo vemos como una imposición si no más bien como un acercamiento cultural que, además, permite que en todo el mundo se utilice la misma nomenclatura y que las clases se organicen más o menos del mismo modo, lo cual facilita que gente de varios países nos reunamos para practicar juntos sin ningún problema.
4.- ¿Existen grados con cinturones de colores como en el Judo o el Karate?
Sí, son los mismos grados, con la salvedad de que sólo utilizamos el color blanco o el negro, los cinturones de colores quedan reservados para los niños.
5.- ¿Cuánto tiempo se tarda en ser cinturón negro?
Eso depende de muchas cosas: edad del practicante, aptitudes físicas, constancia, buena actitud en clase, etc. Lo mínimo son unos 5 años.
6.- ¿Cualquier persona puede hacer Aikido?
Sí, dentro de unos mínimos. Es muy diferente que alguien siga practicando a los 70 años después de 40 de entrenamiento, a que empiece a hacerlo por primera vez a una edad tan avanzada. La práctica debe ser adaptada a las condiciones de cada persona y por supuesto, los objetivos también. Seamos realistas.
7.- ¿Es cierto que con el Aikido alguien débil se puede defender de alguien más fuerte?
Me temo que sólo en teoría, en la práctica eso es casi imposible, incluso un maestro tendría dificultades con un agresor joven y fuerte. Sin años de experiencia y a falta de unas condiciones físicas excepcionales las posibilidades se reducen notablemente, lo cual no significa que no sea posible y en cualquier caso, lo que es seguro es que podemos mejorar nuestras posibilidades por escasas que sean.
8.- ¿Existen campeonatos de Aikido?
Algunos estilos organizan competiciones (Yoseikan Budo y Shodokan) aunque no se puede considerar que sean estilos 100% de Aikido. Ambos estilos tienen una parte de Judo y en el Yoseikan Budo además, hay Karate y otras disciplinas japonesas integradas en su sistema de competición. Si hablamos estrictamente del Aikido que nace en 1942 no existe ningún tipo de competición deportiva, especialmente porque su creador dejó bien claro que el Aikido no era para competir.
9.- ¿El Aikido es igual en todas partes o también existen estilos?
Existen muchos estilos de Aikido, algunos de ellos están claramente identificados y estructurados, otros permanecen dentro de un estilo principal pero en la práctica suponen un estilo nuevo ya que pueden llegar a ser muy distintos entre sí. Esto último sucede especialmente dentro del estilo Aikikai.
10.- ¿Observando algunos vídeos, se puede ver que hay gente que hace el Aikido de una forma muy rápida e incluso agresiva, y en cambio, otros parece que estén bailando. ¿Por qué tanta diferencia si todos hacen Aikido?
Dentro de cada estilo hay niveles distintos de práctica, momentos en que se trabaja más relajado y otros en los que se trabaja más rápido, a veces es más estático y otras más dinámico, todo entra en una misma lógica de aprendizaje. A partir de ahí, sí es cierto que dentro del Aikido existen diversas sensibilidades, por eso es normal que las personas que comparten una misma orientación se suelan atraer entre ellas y, al mismo tiempo, se produzca un distanciamiento hacia las que están en otra “onda”. Por ejemplo: los practicantes de Aikido que se interesan especialmente por la defensa personal, entre ellos muchos policías y agentes de seguridad, tienen una mayor inclinación por formas de practicar más duras y expeditivas, otros en cambio, más inclinados hacia los aspectos filosóficos, artísticos y culturales suelen preferir una forma más relajada y circular, a diferencia de los primeros, su prioridad no está en que la técnica sea eficaz para la defensa, eso es completamente secundario para ellos. Todos tienen su espacio dentro del Aikido, es el mismo caso que juntar a chicos de 20 años con señores de 50, lógicamente, su visión de la práctica es distinta y sus motivaciones también. Si respetamos unos mínimos, seguro que podremos encontrar un espacio donde practicar como nos gusta, en todo caso, debemos ser tolerantes con las diferencias y huir de los juicios cualitativos respecto a otros grupos, al menos cuando no tenemos la suficiente experiencia como para evaluar el trabajo de los demás.
11.- Existen algunas filmaciones antiguas del fundador del Aikido, observándolas, lo que hace no se parece mucho a lo que hacen la mayoría, ¿no es esto una contradicción? Lo normal sería que la mayoría hicieran las técnicas como se ven en las filmaciones originales ¿no es así?
Supongo que la referencia debería ser Ueshiba, el problema es que es imposible seguir sus pasos, primero porque vivimos en un momento distinto y no podemos ahora encontrar la misma enseñanza que él recibió, por otra parte, no debemos olvidar que él compiló en el Aikido muchas escuelas distintas de las que captó (a menudo sólo con ver unos movimientos) su esencia. Tampoco nos dejó un sistema estructurado, esa fue la labor de sus alumnos y parece que todos ellos captaron visiones parciales que han ido desarrollando con los años con un éxito desigual. Las filmaciones que existen sobre él son muy escasas y de ningún modo las podemos tomar como referencia sin correr el riesgo de mal-interpretar todo lo que vemos en ellas.
12.- No entiendo por qué muchas técnicas empiezan cuando el atacante te agarra la muñeca, eso no parece muy realista. ¿No sería más práctico entrenar frente a golpes tipo boxeo?
El agarre permite estudiar mejor la mecánica de la técnica, por eso, no es tanto un estudio enfocado a una situación real sino más bien un ejercicio didáctico. A partir de aquí desde el punto de vista del combate, seguramente resultaría más práctico entrenar con métodos modernos, ataques adecuados a la realidad de hoy y técnicas más fáciles de aprender. El caso es que el Aikido es un Budo, no un deporte ni un sistema de defensa personal. La finalidad de un Budo japonés es formar a las personas, mejor dicho, transformarlas. No importa el éxito inmediato, tampoco la prioridad es ser el mejor ni el más fuerte, el principal objetivo es colocar un espejo delante nuestro para que veamos como somos en realidad y podamos cambiar si es que es eso lo que deseamos de verdad. Eso significa disciplina personal, reflexión y una determinación total.
13.- ¿Un maestro de Aikido podría vencer a un luchador? ¿por qué no participan maestros de Aikido en los combates de lucha total y demuestran así la superioridad de su arte frente a las Artes Marciales Mixtas (MMA)?
En un ring siempre vencería el luchador. En un duelo uno contra uno tienes tiempo de diseñar una estrategia, sabes que sólo te tienes que preocupar por un adversario y normalmente hay reglas con las que elaborar esa estrategia. El luchador esta entrenado para ese tipo de combates, suele estar muy bien preparado físicamente y resulta prácticamente invencible en su terreno. El budo no es un deporte, no hay reglas ni los duelos funcionan como en un ring. El aikidoka trataría de obtener su ventaja de la sorpresa, de anular las capacidades del luchador sin darle opción a nada, por lo tanto hablamos depura supervivencia y no de deporte.
14.- ¿Qué clase de armas se enseñan en el Aikido?
El jo y el ken. El jo del Aikido no es exactamente como el que se practica en el Jodo, es más bien una herramienta de referencia en la que se usan técnicas de lanza, de bayoneta, de naginata y de bastón. Del mismo modo, el ken de Aikido no es como en el Iaido o el Kendo. Lo realmente importante es reconocer que en estas armas se definen los principios físicos y técnicos del trabajo sin armas, es decir, que las posturas y la lógica del movimiento deben ser las mismas, en este caso no funciona eso de completar lo que nos falta con trozos de otros Budos. Existe una tercera arma que es el tanto (la daga) pero realmente no se estudia su manejo en profundidad, tan sólo se practican algunas técnicas de defensa contra ella. Eso es porque los alumnos de Ueshiba empezaron a practicar con el tanto, lo incluyeron en las demostraciones debido a lo vistoso de estas técnicas. De todas formas, la lógica para usar el tanto es la misma que para el resto, todo en Aikido está relacionado, de este modo podemos aplicar los mismos principios a armas distintas, incluso a aquellas armas que no se utilizan en el Aikido tradicional.
15.- ¿Podré aprender Aikido aunque sea torpe?
Es normal sentirse un poco torpe al principio, eso no necesariamente significa que no estemos capacitados para aprender. Lo importante es la constancia, no presionarse demasiado con esperar resultados inmediatos y ponerse en manos de un instructor serio. Aunque comercialmente no esté bien decirlo, el Aikido no es para todo el mundo, no porque no pueda ser practicado por cualquier persona, no lo es, por el hecho de que no todo el mundo está dispuesto a asistir regularmente a clase, a dedicarle un espacio personal en su vida, a aceptar directrices y a cambiar. Todo se reduce a “estar dispuesto a escuchar”, sin esa actitud el camino será corto.
16.- ¿Cómo sabré si lo que aprendo funciona en la realidad?
No lo sabrás a menos que te pelees de verdad con alguien. Para eso no sirven los ejercicios pactados con compañeros, sparring, etc. No es lo mismo porque la efectividad real de las técnicas depende de la sorpresa y determinación total a la hora de hacer algo, ese factor sorpresa no existe en un combate pactado, es una estrategia distinta y, aunque en cierto modo es real, no es lo mismo que un combate a muerte.
17.- Veo que en clase siempre se trabaja con ataques predeterminados, ¿no se hacen nunca ejercicios tipo sparring?
Esa clase de ejercicios se pueden hacer como complemento a las clases, es una manera de experimentar en condiciones distintas, por ejemplo, quedar con alguien que sepa boxear, o luchar en el suelo y tratar de aplicar algo de Aikido en un encuentro amistoso. Lo que está claro es que las clases regulares no son el lugar adecuado para hacer sparring, las clases son para aprender la técnica, trabajar la actitud y en momentos puntuales trabajar de un modo más libre pero controlado, ejercicios tipo jiyuwaza, kaeshiwaza y oyowaza estan diseñados para ejercitar estas capacidades antes de ponerlas a prueba en un combate real. Si practicando recibo un puñetazo en la cara, no pasa nada, puede que incluso me atonte por unos instantes, pero al día siguiente estaré trabajando igual. Sin embargo, si forcejeando con un compañero, éste me retuerce una articulación hasta el punto de la rotura..., no podré usarla en meses, quizá nunca vuelva a ser la misma. Una técnica de Aikido aplicada a plena potencia es muy peligrosa porque justamente va siempre a atacar las partes más vulnerables de nuestro esqueleto y por eso los riesgos de practicar ejercicios de combate libre son enormes.
18.- Siendo un arte marcial tradicional, ¿el Aikido no tiene katas (formas técnicas preestablecidas y codificadas para el aprendizaje del estilo)?
Sobre el tema de los katas, nos ocurre lo de siempre: Algunos alumnos de Ueshiba han desarrollado katas a partir de lo que les inspiró el fundador. Principalmente se trata de katas con armas, aunque también existe algún trabajo desarrollado para el trabajo sin armas. Incluso hoy en día, maestros de alto grado están aportando su experiencia en este sentido, se enseñan katas de armas, unas veces son meras adaptaciones de katas de alguna escuela de kenjutsu o de jodo y en otros casos, sí se ha tratado de hacer algo usando los principios propios del Aikido. Conviene recordar que esos katas son un trabajo personal de estos maestros y no algo genérico para todo el Aikido. Sin embargo, también es cierto que la forma de trabajo habitual en Aikido sería considerada como kata por un judoka, es decir; cuando trabajamos con un compañero estudiando un ataque y una técnica concreta, es lo mismo que hacen en los katas de judo para aprender la técnica antes de intentar aplicarla a un combate con oposición total por parte del otro.
19.- El Aikido me parece muy complicado, ¿no sería más práctico aprender unos cuantos golpes, combinarlos con algunas luxaciones y quizá algunas patadas? Siento que nunca aprenderé esto
De cara a obtener resultados inmediatos en combate seguramente si, resulta más fácil aprender 4 golpes y practicarlos mucho. Si nuestro objetivo es pelear, sin duda nuestro entrenamiento ha de estar enfocado hacia ese objetivo. En el caso del Aikido, los objetivos son un poco más amplios y por eso se entrena de un modo distinto.
20.- ¿Qué es el ki?
Es una creencia oriental, subrayo lo de “creencia”. Es un modo de explicar algo que en su momento resultaba inexplicable, de modo que, haciendo referencia a esta forma de energía no hace falta concretar más ni dar más explicaciones. Los japoneses usan esta palabra para referirse a cosas tan diversas como la intención, el estado de ánimo, de salud, la gravedad, la cinética, la relación entre el estado mental y el físico..., en fin. En el caso del Aikido, ciertamente trabajamos con la intención y en ese sentido podemos utilizar el concepto “ki” para referirnos a ello. También utilizamos la gravedad y la cinética, especialmente se habla de ki cuando usamos esas fuerzas a través de nuestro esqueleto, con un tono muscular concreto que nos permite proyectar nuestra masa a través de nuestros huesos sin apenas intervención muscular. Es esa mínima fuerza muscular la que nos permite realizar movimientos sin apenas esfuerzo, dando esa apariencia “mágica” que, por supuesto, no tiene nada de sobrenatural, se trata de pura física.
21.- ¿De verdad funcionan las técnicas con el ki?
Ninguna técnica de Aikido funciona sin antes conseguir poner en un equilibrio inestable al otro, si somos capaces de aprovechar ese instante, se podría hablar incluso de manejar al otro sin usar la fuerza, es decir, usando el Ki. Las técnicas también se pueden forzar, de hecho, se hace casi siempre. En este caso, el peso, fuerza y determinación son decisivos y no siempre funcionan con todo el mundo. En este caso, no podríamos hablar de “ki” ni de “Aikido” puesto que forzar un movimiento es incompatible con la definición de Aikido.
22.- Me gusta la filosofía del Aikido pero no la veo aplicable a la realidad, una vez salgo de clase me parece que no puedo aplicar nada del Aikido en mi vida. ¿Es eso normal?
Habitualmente hablamos de filosofía cuando, en realidad, estamos hablando de moral, incluso de ética. El Aikido no tiene una verdadera filosofía, tampoco podemos decir que la “no violencia” sea algo propio del Aikido. También se suele confundir esa no-violencia con una actitud pasiva, dejar que nos humillen, que se aprovechen de nosotros antes de hacer o decir algo que pueda herir a otra persona. Por eso, cuando tratamos de aplicar esto a nuestra vida, nos encontramos con que lejos de resolver nuestros problemas, nuestra pasividad nos hace aún más débiles frente a las personas menos escrupulosas que nos rodean. La actitud física y mental que caracteriza al Aikido, es una actitud tranquila, serena, eso sí, fuerte, firme. Hacemos lo que tenemos que hacer, pero lo hacemos desde la confianza, desde la calma. Nos podemos equivocar, puede que las cosas no resulten como esperábamos, en ese caso, lo tendremos que asumir con humildad. Si en cambio, conseguimos mantenernos firmes y salimos adelante, lo haremos serenamente, sin euforias, sin ensañarnos con nuestros adversarios, tratando de no generar odio ni rencores. Aunque coloquialmente se pueda decir que esa es la filosofía del Aikido, vemos que de filosofía no tiene mucho, hablamos de actitud, de principios morales, nada más y nada menos.
23.- Soy muy nervioso y pensé que el Aikido me ayudaría a calmarme, sin embargo pasa el tiempo y sigo siendo igual de nervioso. ¿Qué estoy haciendo mal?
Existen causas físicas que hacen que unas personas sean más nerviosas que otras. No es tan sencillo dejar de ser nervioso, lo que podemos hacer en realidad, es generar recursos en cuanto a conducta para “regular” esos impulsos nerviosos. En este sentido, el Aikido nos puede ayudar ya que nos ofrece herramientas para ello. Que funcionen o no estas herramientas, dependerá de nuestra voluntad real en abordar este aspecto de nosotros.
24.- ¿El Aikido es una religión?
No podemos hablar del Aikido como una religión, sí como un conjunto de conocimientos influenciados por la cultura japonesa. El Shintoísmo y el budismo forman parte de esta cultura, por lo tanto, es normal que haya influido en sus expresiones artísticas. Naturalmente, esta influencia no condiciona en modo alguno las creencias personales de cada practicante de Aikido, al contrario, es mejor dejar al margen estos temas ya que pertenecen a la intimidad de cada persona y no es en absoluto necesario para progresar en este camino.
25.- ¿Cómo es posible que se hable tanto de unión, amor y armonía cuando veo que existen mucha división y conflictos entre los maestros y grupos de Aikido?
Eso es seguramente, el precio que se ha pagado para que el Aikido se extendiera por todo el mundo en apenas un par de décadas. No es un secreto que en muchos países, el Aikido se introdujo a través de los instructores de Judo que, en muchos casos pasaron a ser instructores de Aikido después de uno o dos cursos de fin de semana. Quizá se ha transmitido de un modo equivocado, tanto técnica como políticamente desde el principio. Eso ahora no tiene remedio, la esperanza es que las nuevas generaciones traten de cambiar esa dinámica de competencia entre grupos, al menos, si no podemos estar juntos aprendamos a tolerarnos y a respetarnos un poco más.
26.- ¿Para qué sirve una asociación de Aikido?
Normalmente, aglutina a una serie de grupos que comparten la dirección de un mismo maestro, es decir, una forma particular de entender y practicar el Aikido. La asociación trata de ofrecerle a estos grupos una serie de servicios que faciliten su labor y progresión, servicios que van desde la promoción de sus instructores, un seguro de accidentes para los alumnos, grados avalados por el maestro de la asociación, en definitiva, darle un apoyo a sus miembros y una credibilidad a sus actividades aprovechando el prestigio adquirido del maestro.
27.- ¿Y la federación? ¿qué diferencia hay?
La principal es que en la federación no hay un sólo maestro ni una sola forma de practicar Aikido. Si bien, administrativamente no hay ninguna diferencia entre una asociación y una federación, técnicamente se diferencian por este hecho, en la federación existe una élite de profesores que marcan la tendencia técnica, mientras que en una asociación es el maestro el que tiene el prestigio y la última palabra. Aunque la federación no suele contar con el prestigio técnico, sí cuenta con el apoyo institucional de las administraciones, el problema, es que al estar dentro de una federación de Judo, tanto sus estructuras políticas y administrativas como su forma interna de funcionar están adaptados a las necesidades y objetivos del Judo como deporte olímpico enfocado a niños y jóvenes, a menudo, muy lejos de la realidad del Aikido, lo cual provoca un distanciamiento y alimenta la creación de asociaciones con estructuras más flexibles y adaptadas a las necesidades reales del colectivo.
28.- ¿Puedo practicar sin estar afiliado?
Si, aunque se recomienda disponer de un seguro de accidentes específico para Aikido y eso, se suele obtener a través de una asociación / federación. La cuota que se paga al gimnasio, incluye el derecho a recibir clases en los horarios establecidos. Es posible limitar nuestra práctica a las clases regulares, no pasa nada. Si además, queremos aspirar a unos grados reconocidos fuera de nuestro gimnasio, es imprescindible pagar la cuota de la Asociación.
29.- ¿Para qué sirven los grados?
Son un indicador aproximado del nivel técnico y del tiempo de práctica. Difícilmente pueden ser un indicador 100% exacto, pero actualmente, es el mejor sistema. El valor de un grado, es el valor que le demos al maestro que nos lo conceda. De este modo, los alumnos se benefician del prestigio adquirido por sus maestros. Una persona puede vivir muy tranquila sin grados, puede estar haciendo un aikido excelente sin haber pasado nunca por un tribunal de examen. Quizá en el caso de los instructores, el grado es una forma de garantizar que no nos inventamos lo que enseñamos, el grado permite identificar a quién nos supervisa a nosotros y, en definitiva, pretende garantizar unos mínimos de calidad.
30.- ¿Por qué hay tan pocas mujeres en clase?
Es cierto que en otros países el porcentaje de mujeres practicantes de Aikido es superior, yo no conozco ningún estudio serio que explique este fenómeno. Personalmente pienso que es algo cultural, en otros países las mujeres suelen ser más activas a la hora de practicar deporte.
31.- Si ya pago un gimnasio y asisto regularmente a clase, ¿para qué necesito pagar cursos extra?
Se puede dar el caso de que en mi gimnasio, en las clases se reúnan pocos alumnos (de 1 a 5), con diferentes niveles y a a veces con edades y condiciones muy diversas. En un curso, además de contar con la experiencia de un maestro de reconocido prestigio, puedo contar con unos 30 ó 50 practicantes de muchos niveles, algunos de ellos instructores de alto rango, es decir, que puedo obtener un valor añadido a mi práctica, imposible de conseguir en mi grupo habitual.
32.- Siento que estoy estancado, ¿qué puedo hacer para seguir progresando?
Es normal sentirse así, especialmente pasados los primeros años de práctica donde parecía que mejorábamos mes a mes. Llega un momento en que el progreso no es tan rápido, depende mucho del factor personal y no tanto del instructor o del grupo. Es el momento de hacernos responsables de nuestro camino y empezar a cambiar hábitos que tenemos arraigados profundamente. En estos casos, una buena opción es participar en cursos o clases con otros grupos. Por un lado, nos puede confirmar muchas cosas y abrirnos a una visión más amplia de lo que hacemos, por la otra, puede servir de inspiración sobre aquello que debemos hacer, o según el caso en lo que NO debemos hacer. Está claro que si la práctica es verdaderamente regular, los progresos llegan, otra cosa son las crisis que uno pueda vivir en este camino, pensemos que ellas nos ayudan a ser más fuertes y por lo tanto son completamente necesarias.
33.- En clase la mayoría son principiantes y me aburro con ellos, ¿no sería mejor trabajar siempre separados por niveles?
Es una opción interesante, el problema que tiene es que si el grupo es pequeño, se acaba trabajando siempre con el mismo compañero y se pierde el sentido de grupo, se empieza a distinguir demasiado entre avanzados y principiantes. Lo ideal es que todos practiquen con todos, eso oxigena al grupo en el sentido de adaptarse a gente diversa, cambiar con frecuencia y motivarse para mejorar. Por supuesto se pueden combinar ambos sistemas, una parte de la clase juntos y otra separados por niveles. En caso de que el grupo no dé más de sí, la solución es asistir a seminarios para tomar contacto con practicantes de más nivel y mientras tanto en clase, tener paciencia con los nuevos, ayudarles a mejorar sin olvidar que todos hemos sido principiantes alguna vez.
34.- A veces parece que la gente se tire al suelo antes de que termine la técnica, ¿he de hacer yo lo mismo? es decir, ¿me he de dejar hacer la técnica aunque sienta que no me la hacen bien?
Eso es normal con principiantes ya que la técnica está fuera de su alcance todavía y se les suele ayudar un poco para indicar la dirección y el resultado que debería producir su movimiento. En ningún caso debemos caer antes de que finalice el movimiento, tan sólo reaccionamos a lo que nos hacen con más o menos resistencia. Repito, con los principiantes la resistencia es mínima, con los expertos puede ser máxima lo cual implica también aceptar una técnica más potente y eso tampoco está al alcance de todo el mundo. Conviene tenerlo claro antes de oponer resistencia, la prioridad es la seguridad de los practicantes.
35.- ¿Cómo es un examen de Aikido? ¿con qué criterio se evalúa a la gente?
La mecánica de un examen es bastante simple. Unos saludos iniciales y después el examinador va nombrando el ataque y la técnica que quiere ver, se va repasando el programa que corresponde a cada grado y al final se vuelve a saludar. La duración, intensidad y el repertorio a demostrar pueden variar bastante de un grupo a otro, incluso dentro de la misma escuela. En nuestro caso, es necesario hacer y recibir las técnicas con un compañero que elige el examinador (nunca nosotros mismos). En nuestro caso, los criterios son 3: Técnico, actitud individual y actitud respecto al grupo. Según aumenta el grado al que aspiramos, también aumenta la exigencia sobre estas 3 variables. Normalmente, la ejecución técnica es la variable de más peso, pero conviene no olvidar que las otras 2 también cuentan. De este modo, una persona muy diestra técnicamente pero con una actitud arrogante nunca debería superar un determinado grado. Se valora la forma en que tratamos a los compañeros, la actitud en clase, la predisposición a escuchar y aceptar directrices, las correcciones, la disponibilidad para ayudar al grupo en cursos, demostraciones y keikos extra.
36.- Si no me gustan las armas, ¿puedo saltarme esta parte de la clase y hacer mientras otra cosa?
Se entiende que haya cosas en la práctica que no nos gusten, sin embargo sería una falta de consideración hacia el grupo auto-excluirse de todo aquello que no nos apetece hacer. En clase hemos de estar disponibles para el grupo y no pensar sólo en nosotros, si se permite que un alumno lo haga, todos harían lo mismo en un momento u otro y se acabaría practicando sólo lo que nos apetece y no lo que necesitamos realmente, sería como un Aikido a la carta donde el objetivo no sería la formación sino la diversión.
37.- Cada vez que visito a un profesor distinto, o bien, voy a un curso de Aikido me doy cuenta de que todos lo hacen diferente y siempre parece que yo sea torpe, que lo que llevo años aprendiendo no me sirve porque, sencillamente, es distinto. ¿Tan complicado sería estructurar un poco el Aikido, unificar criterios y dar la sensación de que todos practicamos el mismo arte marcial?
Sí, eso es muy complicado. Por ese motivo casi todos acabamos practicando solamente donde nos sentimos a gusto y no donde quizá aprenderíamos más. Conviene revisar nuestras motivaciones de vez en cuando, aunque también los maestros deberían ser más sensibles a la dificultad que supone adaptarse a una forma distinta, en vez de parodiar la diferencia, creo que deberían dejar tiempo y tranquilidad para que cada uno elija lo que quiere hacer.
38.- ¿Cómo puedo saber si mi profesor es bueno y lo que me enseña es correcto?
Al principio no lo sabrás, sencillamente porque no tienes conocimientos suficientes para discriminar lo correcto de lo que no lo es. Los grados, experiencia y reconocimientos que pueda tener tu profesor, son sólo una referencia, no lo tomes por una certeza. Cuando lleves años en el Aikido, comprenderás que no todo esta bien, no todo se puede justificar por una diferencia de estilo. No siempre alguien famoso con muchos grados es garantía de calidad. Piensa que en el éxito profesional, sea en el Aikido o en cualquier faceta de la vida, pocas veces influye la calidad técnica ya que los demás no están capacitados para valorarla. Lo que cuenta es el prestigio, las habilidades sociales, el saber venderse, el caer bien y conseguir que la gente hable bien de ti, ser popular, simpático, serio en el trabajo. Por eso, antes de contratar a un profesional para que nos haga una obra en casa, primero buscamos una recomendación de confianza, un amigo, alguien de fiar. Realmente no sabemos si lo hace mejor o peor, lo que importa es que quedemos satisfechos con su trabajo y sintamos que no nos han engañado.
39.- ¿Por qué parece que los profesores se llevan tan mal entre ellos?
No siempre es así, pero es cierto que no existe una gran colaboración entre nosotros. En el fondo todos somos competencia, especialmente los que estamos en un mismo grupo o estilo. En el consciente colectivo del Aikido, el profesor que tiene muchos alumnos es bueno y el que tiene pocos es malo. Todos hemos crecido con esta imagen y al convertirnos en profesores tratamos de ser de “los buenos” por una simple cuestión de auto-estima y de supervivencia. Sin un buen grupo de alumnos no se puede mantener una sala de práctica, es tan simple como que no se cubren los gastos. A menudo percibimos a los demás profesores como una amenaza, como alguien que nos puede quitar alumnos. Si además, nos criticamos mutuamente por nuestra forma técnica o por nuestro enfoque a la hora de practicar, publicitarnos, o por cómo obtenemos los grados..., eso no ayuda demasiado a que las relaciones entre nosotros sean más cordiales.
40.- Las clases se hacen según el modelo de una clase magistral, el alumno no tiene opción de participar en ella de un modo activo, incluso parece que se enseña mucho en negativo, es decir, resaltando excesivamente los errores, el cómo no hay que hacer las cosas, se parodia la mala ejecución de una técnica cuando a menudo la forma correcta es aún inalcanzable para la mayoría de alumnos. ¿No se podría modernizar un poco todo el sistema de enseñanza?
Lo de explicar en negativo tiene una cierta justificación porque los errores son siempre los mismos, cuando se han corregido una y mil veces pero se siguen cometiendo, se recurre a la explicación en negativo como forma de llamar la atención antes de que se cometa el error. Quizá se abusa demasiado de este recurso, es cierto, y en cualquier caso se debería utilizar con el máximo tacto y respeto hacia los alumnos. Lo de las clases magistrales forma parte de la enseñanza tradicional japonesa. En cierto modo se entiende porque no se trata de una enseñanza intelectual, el Aikido se transmite a través de sensaciones. El maestro es un modelo, se le imita en la forma y en el comportamiento hasta que se disponen de herramientas propias para experimentar y crear una forma original. Por eso no se discute el modelo, se acepta y se sigue disciplinadamente.
41.- ¿Son aconsejables los libros de Aikido? ¿cual se recomienda?
Sobre todo al principio sirven como ayuda para ordenar toda la información. En ningún caso deben ser la referencia, para eso está la práctica con nuestro profesor, los libros son un bastón en el que apoyarnos y estimular nuestra curiosidad. Yo recomiendo una buena biografía de Ueshiba (Paz Abundante), un buen libro de introducción (El de Benedetti) y alguno que hable sobre experiencias o aspectos más profundos del Aikido (El de Terry Dobson). Para los instructores el de Tamura, “Etiqueta y transmisión”.
42.- ¿Existen vídeos verdaderamente didácticos en el mercado? ¿Qué papel pueden jugar en la formación de un aikido-ka?
Sí, hoy en día ya se puede encontrar material de bastante calidad. El problema es que quizá no coincida con la forma concreta que estamos practicando. Por ejemplo: si utilizo vídeos del estilo Iwama para estudiar Aikido pero luego practico en un grupo que sigue el estilo Aikikai hombu dojo, me encontraré fuera de lugar todo el tiempo ya que existen diferencias demasiado profundas entre ambos estilos. Sería como querer aprender a tocar la guitarra flamenca con vídeos de Eric Clapton... Una vez tenemos esto claro y estudiamos con material compatible con nuestro estilo, el vídeo resultará una excelente herramienta para reforzar nuestro aprendizaje.
43.- ¿Se puede aprender con 2 maestros a la vez?
Sí, siempre que sean compatibles. Cuando la forma varía notablemente entre dos maestros, nos veremos en la necesidad de elegir una o la otra porque si seguimos con las dos, a menudo una forma anulará a la otra. Otra cosa es estudiar puntualmente con otros maestros, quiero decir, asistir a algún seminario de vez en cuando. Conocer otras formas de Aikido es muy recomendable y enriquecedor, siempre que sean algo puntual y no una práctica regular.
44.- ¿Es aconsejable compaginar el Aikido con otras artes marciales?
Igualmente, se pueden compaginar siempre que sean compatibles, lo cual, sucede pocas veces. Si superamos la visión simplista de: “si el karate tiene golpes, el judo lucha cuerpo a cuerpo y el aikido llaves y controles... entonces juntando las tres seré invencible”, nos daremos cuenta de que cada disciplina tiene una lógica corporal particular y que ésta no es compatible con las demás. Es cierto que la moda ahora es tomar lo útil de cada disciplina para ser mejor luchador de MMA (Mixed Martial Arts), si nuestro objetivo es vencer en un combate sería correcto buscar las mejores herramientas a nuestro alcance, sin embargo, eso no nos permitirá profundizar en ninguna de las disciplinas y quizá nos perderemos lo más interesante que éstas nos pueden ofrecer.
45.- ¿Las pesas son un buen complemento para el Aikido?
Sí, siempre que se trabaje con cargas ligeras y dejando pasar el suficiente tiempo entre el entrenamiento con pesas y la clase de Aikido. Es conveniente hacer estiramientos después de cargar peso, si en vez de eso, nos vamos corriendo a la clase de Aikido, las posibilidades de lesión se multiplican.
46.- Rodar por el tatami me resulta muy difícil, tengo miedo de hacerme daño y no consigo rodar sin golpearme en la espalda. ¿Es obligatorio rodar para hacer Aikido?
No es necesario hacer acrobacias pero sí ayuda bastante ser capaz de rodar para amortiguar una caída. Al principio, si hay miedo o la condición física nos impide rodar con naturalidad, se pueden usar esas colchonetas gruesas. En caso de dificultad seria, se requiere un trabajo específico fuera del horario habitual de clase.
47.- Hace tiempo que no estoy contento con las clases que recibo, me gusta el Aikido pero quiero probar con otro profesor, ¿he de decirle algo al actual profesor?, ¿se enfadará conmigo si le digo que no me gustan sus clases?
Eso depende de cada persona. Cuando un alumno desaparece sin decir nada, los profesores siempre nos preguntamos cual será la razón. Mi consejo es ser sincero sin ser hiriente, despedirse y dejar la puerta abierta para volver más adelante si cambiamos de opinión.
48.- En mi clase hay un compañero que me resulta muy desagradable, sé que no debo discriminarle pero es que no puedo con él...
Confía en tu profesor y explícale tu problema. En grupos numerosos es normal que haya compañeros que desentonen por algún motivo, como mucho nos tocará trabajar con ellos una vez por cada clase, lo cual es razonable. Sin embargo, si el grupo es reducido eso se puede convertir en un verdadero problema. Es el profesor el que debe resolver estos conflictos internos, generalmente las reglas de etiqueta sirven para eso, especialmente las que se refieren a la limpieza personal, el alcohol, drogas y a las malas actitudes hacia los compañeros. Incorporarse a un grupo implica aceptar esas reglas por el bien de todos.
49.- Aunque tengo menos grado que él, siento que cada vez que mi compañero trata de corregirme no lo hace bien, de hecho no encaja con lo que hace mi profesor, es más, me parece que mi compañero me fastidia a propósito para que lo haga todo mal y así poder corregirme. ¿Debo pedirle que no me corrija?
Algunos alumnos veteranos tratan de ayudar de la manera que saben, aunque ésta no es la más adecuada a veces. Quizá por una mala imitación de la forma de enseñar de algunos maestros, estos alumnos creen que nos ayudan boicoteando nuestra técnica con trampas del tipo de soltar el agarre en mitad del movimiento, atacar de forma intermitente o fuera de distancia, desplazarse antes de tiempo, etc. Ellos consideran que es una manera de descubrir nuestros errores con la voluntad de corregirlos, pero no se dan cuenta de que lo que hacen son trampas, de que lo único que consiguen es generar frustración en el compañero, confundiendo el deseo de ayudar con el de sentirse por encima de los demás. Una técnica tiene sentido si se dan unas condiciones, si éstas cambian, lo normal es cambiar la técnica. Por eso, existen ejercicios de técnica libre para poner aprueba nuestra capacidad de adaptación a las diversas situaciones. Lo que no se debe confundir, es el momento en el que el profesor indica que se deben hacer estos ejercicios, con el trabajo habitual de estudio de una técnica en concreto. Para estudiar esa técnica, el que ataca debe dar el ataque justo, en dirección, intensidad, continuidad, etc. para que podamos estudiar bien todos los detalles. Es de nuevo responsabilidad del profesor, observar este tipo de comportamientos en clase e informar del modo correcto de realizar cada ejercicio. Antes de provocar un conflicto con un compañero, habla con tu instructor.
50.- A veces pienso que mi profesor no me presta suficiente atención, incluso me ignora a veces y siento que quizá estoy estorbando a mis compañeros ¿es una forma sutil de invitarme a abandonar?
Esta sensación puede responder a varios motivos, sin embargo, el primer consejo es hablar directamente con el profesor y expresarle nuestras inquietudes, muchas veces se producen malentendidos que una vez explicados le restan importancia a situaciones que nos tenían verdaderamente preocupados. Hay personas que se presionan mucho a si mismas, se ponen muy nerviosas porque lo quieren hacer todo bien a la primera y buscan continuamente la aprobación del profesor. En estos casos concretos, puede ser que el profesor trate de hacerle ver al alumno que no debe presionarse tanto y por eso precisamente, finja no prestarle atención hasta que vea que el alumno deja de ser tan dependiente. Otro motivo puede ser, que el profesor considere que el alumno no está preparado para asimilar tanta información y por eso, prefiera darle ligeras indicaciones de vez en cuando, en lugar de extensas y detalladas explicaciones cada vez. Como alumnos, es normal que nos sintamos inseguros al principio y que busquemos la aprobación del profesor. No obstante, debemos entender que el Aikido es un tipo de aprendizaje que requiere de nuestra comprensión corporal además de la intelectual, y como es sabido, el cuerpo necesita más tiempo que la mente para comprender. Por mucho que leamos, que preguntemos, que le demos vueltas a las cosas, hasta que el cuerpo no lo repita cientos de veces, el Aikido no funcionará. Eso lo saben los profesores porque lo han vivido antes que nosotros y por eso debemos confiar en ellos, debemos tener paciencia y dejar que la naturaleza siga su curso. A pesar de lo que se diga, el Aikido no es para todo el mundo. Si no estamos abiertos a recibir directrices ni a aceptar cambios, poco nos podrá ofrecer el Aikido más allá de un poco de ejercicio, algo de vida social y, en todo caso, alguna noción para la defensa personal. El Aikido es una oportunidad, de nosotros depende aprovecharla o no. Según sean nuestros objetivos personales, quizá podamos buscarlos en otro tipo de actividades menos técnicas y más enfocadas al entretenimiento.
fuente: desconocida (estimado lector si conoce a quién y quién realizó esta interesante entrevista, por favor no dude en comunicarlo. Karate David le estará agradecido).
fuente: desconocida (estimado lector si conoce a quién y quién realizó esta interesante entrevista, por favor no dude en comunicarlo. Karate David le estará agradecido).
No hay comentarios:
Publicar un comentario