Karma


La vida es como escalar una montaña, todos tenemos una. A unos la montaña toca muy empinada, a otros con suaves pendientes, pero montaña al fin.
Para hacer una metáfora, esta montaña es tu karma. En la parte final te daremos algunas pautas para disminuir tu karma.

Además que a todos nos toca una montaña, venimos implementados con una mochila sobre nuestras espaldas. Tu dices quiero vivir con menos carga, pero la carga puede ser muy pesada.

Esta mochila no sólo está cargada con nuestros problemas, sino también con problemas ajenos. Estos problemas pueden ser descargados en cuanto los identifiquemos. A menudo son como los parásitos, que no sabemos que los tenemos.

Por ello, para vivir mejor, es necesario que identifiques tus principales problemas, aquellos que no dejan que subas tu montaña y alcances la cima. Aquellos que te hacen sufrir para escalar y andar los caminos de tu montaña, que muchas veces pueden ser pedregosos y llenos de maleza.

El karma, trabajo, acción, pruebas o cargas de tu vida, puede ser disminuído o eliminado ya sea por la elevación espiritual por medio de la meditación y el poder mental, que te llevan a darte cuenta de los sufrimientos vanos de tu vida.

El karma muchas veces parasita y no te das cuenta. Es como cuando haces un análisis de las heces y descubres que hay pruebas de los parásitos.

Qué es el karma

Existen muchos conceptos del karma, desde aspectos fatalistas, aspectos de las vidas pasadas, hasta la suerte que puedas tener o no.

Inclusive, muchas personas le atribuyen todo al karma, llegando a pensar que todo está escrito y que no debes hacer nada por evitarlo.

Lo cierto, es que el karma es una energía, como todo lo que existe. El karma no debe ser una creencia, si no que forma parte de una ley de acción y reacción, a veces simple y otras compleja.

El karma realmente es: La Vida. Todo lo que tiene acción y movimiento es vida. Lo inerte no tiene vida, pero puede originar vida, como la tierra por ejemplo.

Todo lo que origine acción es karma

Karma en el lenguaje sanscrito significa acción. Proviene de la raiz kri que significa hacer y el sustantivo karman deriva en acción.

Muchas cosas que tu haces se pueden enmendar y corregir, otras es imposible. El célebre Oscar Wilde decía: “No hay hombre bastante rico para comprar su pasado”.

Pero, siempre existe la posibilidad de corregir el resultado. Probablemente no los hechos, pero si en lo que terminó.

El karma, es todo lo que te lleve a la acción y no existe karma positivo o karma negativo, simplemente, la energía de la acción que te puede llevar a sufrir o a ser feliz. El mismo hecho, puede hacer sufrir a una persona o alegrarla.

Los sabios, siempre dicen: “Todo lo que ocurre, conviene”. La vida conviene.

Reducir el karma

Si es posible reducir o disminuir el karma. Los Iluminados, los Sabios, los Maestros de Sabiduría, lo eliminan totalmente. Todos podemos reducir el karma.

Si todo lo que ocurre, llegaras a comprender que al final te conviene. Ya es un proceso de reducir el karma.

Primero, se debe partir de las actitudes, debiendo eliminar las que hacen daño a los demás y sobretodo a ti mismo. Esto se consigue cambiando tus programaciones mentales y por supuesto, con la práctica de la meditación.

Luego, mejorando la energía de tu entorno. Que todo lo que te rodee debe ser positivo. Desde los alrededores de tu casa, lo que te rodee en el trabajo, las personas hasta tus muebles y colores que existan cerca a ti.

Finalmente, en ser un observador, en fluir con la vida. En hacer todo con entrega, haciendo tu mejor esfuerzo. No importando la meta, si no el proceso en si. No importando a dónde llegar, si no disfrutando del camino.

Comenzar a disminuir o eliminar el karma

El karma una vez que lo disminuyes, tu carga será menos pesada y podrás alcanzar la cima que es tu éxito y felicidad. Vivir mejor será tu logro.

Haz una lista de todos tus problemas, trata de ser específico. Escríbelo, no lo dejes a la memoria. Hazlo al azar sin establecer cual es el más dificultoso.
Después de sufrido alrededor de 10 problemas o cargas en tu mochila, enuméralos en orden de pesadez. Te darás cuenta que tal vez no sean tan pesados porque los vas descubriendo.

El mal cuando lo ves cara a cara se aleja. Vivir mejor si se puede.

Cuando tengas tu lista elaborada, cierra los ojos, medita, visualiza cada uno de los problemas y rodealos de luz. Hazlo por espacio de 3 semanas, todos los días.

Verás que en la realidad tus problemas se van mitigando y comienzas a desaparecer.

Tras tres semanas, haz de nuevo la lista de tus problemas. Fijate cuál se solucionó o cuales surgieron y que no habias tenido en cuenta, repite el procedimiento.

Tras 6 semanas tus problemas habrán disminuido, tenlo por seguro. Tu karma será mucho menor y pronto llagarás a la cima de tu montaña.

La vida depende mucho de ti y de los secretos que vayas aprendiendo. La vida tiene sus trucos que la mística te puede enseñar. Vivir mejor cada día será posible.

“El karma es un ejemplo especial de la ley de causa y efecto, que enseña por qué cada individuo posee una disposición mental, una apariencia física y experiencias únicas que son los efectos de las incontables acciones que cada uno ha realizado en el pasado”, plantea Ward, quien también es especialista en temas de liderazgo femenino y coach.

Añade, que esta sería la explicación del por qué todos somos diferentes ya que, según esta creencia, no existirían dos personas que hayan realizado las mismas acciones en vidas pasadas. “Por eso nadie puede tener los mismos estados mentales, experiencias y apariencia física que otro. Cada ser posee su propio karma individual”, dice.

De ahí que algunas personas disfruten de buena salud y otras sufran enfermedades sin cesar. Unas tienen un físico atractivo y otras no. Algunas siempre están alegres y se conforman con poco, mientras que otras suelen estar de mal humor y nunca están satisfechas.

Sin embargo, para comprender su significado, quien lea este artículo deberá al menos estar abierto a considerar la realidad de la reencarnación y que existen leyes divinas, espirituales como también leyes naturales que rigen los ciclos de la naturaleza y que dan un marco de comportamiento al igual que las leyes civiles. 

La huella del karma

“El karma en sí mismo es neutral. Lo que hacemos, pensamos, decimos… todo viene de vuelta hacia nosotros y es frecuente que sea en los momentos más inesperados”, plantea la profesora de enseñanzas espirituales.

En ese sentido, enseña que cada uno modela su vida de acuerdo a las acciones que realiza, pero que es frecuente que los humanos actuemos desde el odio, el apego y la ignorancia. De ahí que al karma se le llame la ley de compensación.

Por ejemplo, expone, si uno se enamora intensamente de una persona que ya tiene un compromiso y ésta se separa. La situación en términos karmáticos, supone que en algún momento, más que seguro él o yo, vamos a experimentar la misma intensidad de pérdida y dolor, como la pareja de mi amor que sufre por esa ruptura. Pero, también ella estará saldando algún tipo de karma relacionado.

“Las acciones que efectuamos dejan huellas o impresiones en nuestra mente muy sutil que, con el tiempo, producen sus correspondientes resultados. Nuestra mente es comparable a un campo de siembra y las acciones que cometemos, a las semillas que en él se plantan”, puntualiza.

Por lo tanto, según esta ley, las acciones virtuosas, rectas y en resonancia con la energía del amor, el respeto y la verdad son las semillas de la felicidad futura y se les conoce como dharma y las perjudiciales, las del sufrimiento, karma.

Pero, estas semillas permanecerían ocultas en la mente hasta que producen su efecto y eso ocurre cuando se reúnen las condiciones necesarias para su germinación. “Aunque desde que se realiza la acción original hasta que maduran sus consecuencias, pueden transcurrir varias vidas”.

Tipos de Karma

La profesora Caroline Ward dice que hay diferentes tipos de karma. Son individuales, familiares, colectivo, nacional y mundial. Además, se pueden distribuir en diferentes líneas: Físico, el estado del cuerpo, salud, enfermedad; Mental, estabilidad, confusión, felicidad, depresión; Financiero, estado de riqueza, abundancia o pobreza y Relaciones, fáciles o complicados, apegos y Cultural que indica el estado de compromiso con la historia colectiva de las almas de una tierra, raza, país, religión específica.

Sin embargo, enfatiza que para ella, el principal karma está basado en la crítica que pone la atención en evaluar qué está mal, qué es lo que no nos gusta, qué necesita ser arreglado, en lo que no estamos de acuerdo, en lo que no queremos.

“El karma, la consecuencia es tal que nuestro mundo interior se llena de la dureza de la crítica, la separación causada por los juicios, el peso de aquello que no está bien, quizás aquello empezó con la intención de ser mejores, pero muy rápidamente se ha convertido en algo como una plaga”, reflexiona.

Liberarse del mal karma

Las enseñanzas espirituales a las que se refiere la profesora, indican que uno no está condenado a un karma, sino que existirían tres caminos para liberarse.

El primero es sufriendo las consecuencias y aceptando la situación tal y como es. El segundo es ampliar la conciencia, estar atento y ser responsable de la vida que se lleva y no tomarla como una carga.

“Si yo he herido a alguien en el pasado, recibo heridas como retorno. Si no me doy cuenta de que éste es un retorno kármico y me siento con ganas de venganza y actúo nuevamente, entonces prolongo y aumento el karma”, ejemplifica.

Y tercero, es conectar con la “Fuente” de todo, “Dios” el “único”, para que la bondad sea reforzada a tal nivel que se pueda experimentar la existencia como una imagen de lo divino.

“Esto para que cuando aparezcan cuentas kármicas, podamos vivir a través de ellas, pero sin sufrir. Si estamos con ÉL, conectados con nuestra propia belleza y fuerza, reconocemos la cuenta, pero no nos involucramos en ella”, alienta.

Por lo tanto, para tener una vida en el dharma, sin generar nuevos karmas habrá que estimular los pensamientos positivos, el ver más allá de lo aparente y comprender, que todo lo que sucede alrededor tiene una explicación espiritual que es posible descubrir para salirse de la rueda del karma y vivir en el dharma.

Cuando hayamos eliminado de nuestra mente el aferramiento propio y demás engaños, nuestras acciones serán puras. Como resultado de estas acciones, nuestras experiencias, nuestro mundo, cuerpo y disfrutes, y los seres que nos rodean, también serán puros. No quedará ni el menor rastro de sufrimiento, impureza ni dificultades. De esta manera, encontraremos la verdadera felicidad en nuestra mente.

Los 10 secretos para limpiar el karma

Quienes deseen transmutar su karma deben seguir estos pasos:

1.- Aprende a guardar silencio en los momentos de mayores turbulencias.

2.- Evita juzgar a las demás personas.

3.- Enfoca tu atención sobre las cosas que más te agradan.

4.- Mantente quieto, es en vano luchar (recuerda que sólo es una prueba).

5.- Ten esperanza, lo que parece real es sólo un mal pensamiento producto de tu imaginación. ¡Cámbialo!

6.- Perdona, suelta y libera.

7.- Habla siempre en positivo.

8.- Medita por lo menos dos veces al día (5 minutos sería muy buen comienzo).

9.- Visualiza situaciones agradables para ti y todos tus seres queridos.

10.- Otorga Amor sin importar lo que recibas.
David Vallejo

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David Vallejo (Budokan Sevilla Dojo) www.budokansevilla.com