Cuatro mujeres de armas tomar


Erika Benavides, Ana Rocío Butrón, Yasmina Fernández y Carmen María Rodríguez, integrantes del Club Cedisur, son cuatro deportistas chiclaneras que han hecho del karate algo imprescindible en sus vidas.


Hacer del karate algo imprescindible en sus vidas es lo que han conseguido las cuatro chicas que son un referente del Club Cedisur Chiclana. Erika Benavides, Ana Rocío Butrón, Yasmina Fernández y Carmen María Rodríguez son las cuatro karatecas de la entidad local que llevan más de una década (alguna de ellas casi dos) dedicadas a la práctica de esta especialidad deportiva. Todas son cinturón negro primer dan y las cuatro tienen una cosa muy clara, disfrutan con al karate y es una parte muy importante en sus vidas.


Erika es, de las cuatro karatecas, la que más años lleva vistiendo el karategi. Después de 18 años, es la más veterana de las cuatro y la que atesora un currículum más amplio como deportista en la modalidad de katas. A los seis años, acudió a una de las clases que impartía su padre como sensei de karate "y me quedé durante los 18 años siguientes", dijo. Dentro de sus logros destaca, sobre todo, la quinta plaza conseguida en el Europeo de Oporto, celebrado en 2007. Además, sabe lo que es ser la mejor en katas, dentro de las diferentes categorías en la Liga Nacional, tanto a nivel individual como por equipos, modalidades en las que cuenta con títulos desde que empezó a competir. Su primer Europeo lo disputó en el 2003 y desde entonces no ha faltado a ninguna de las citas continentales, ya que siempre ha conseguido la clasificación para codearse con los mejores. Eso sí, siendo la mejor del panorama nacional.



En estos 18 años, son muchos los recuerdos, los momentos y las experiencias vividas, pero el que recuerda como el mejor sucedió hace dos años. "Después de un curso, me entregaron una placa que decía: 'En reconocimiento a tus 16 años en el karate, de tu padre, amigo y profesor Manuel Benavides'. Para mí fue muy importante", dijo Erika. Como el peor de esos momentos recuerda "la primera vez que me eliminaron en una Liga Nacional. Estaba acostumbrada a ganar siempre y cuando me eliminaron me sentó fatal. Afortunadamente, ya ha aprendido a ganar y a perder", aseguró.



Carmen, por su parte, llegó como por casualidad al mundo del karate a los seis años y ya son 12 los que lleva. "Mi madre me apuntó a gimnasia rítmica, pero a mí no me gustaba mucho. Un día me dejó con mi hermano en la clase de karate y esto me gustó más", afirmó. También su especialidad son las katas, porque asegura que el kumité o combate "me da miedo y no me motiva a practicar esta otra modalidad. Además, han pasado muchas cosas en los combates y yo prefiero algo más tranquilo", dijo. Durante sus doce años en el mundo del karate, siempre ha despuntado y ha estado entre las mejores clasificadas en la Liga Nacional, logrando el título en dos ocasiones. Además, fue cuarta en katas por equipos en el Europeo de Oporto de 2007. La joven chiclanera asegura no recordar un mal momento en todo este tiempo, todos han sido positivos de una u otra forma. Pero sin duda, su mejor recuerdo fue "cuando gané mi primer campeonato. Tenía ocho años y era cinturón verde", destacó Carmen.



En lo que a Yasmina se refiere, cabe destacar que, al igual que Carmen, son doce los años que lleva practicando karate y también se ha especializado en katas. Llegar a este mundillo para ella también fue casual. "En el colegio nos dieron una hoja con las actividades extra escolares, yo vi la palabra 'karate', me llamó la atención, me gustó y aquí estoy", señaló. Al igual que sus compañeras, siempre ha estado entre las mejores, cuenta con dos título nacionales en modalidad senior por equipos, en 2007 y 2008 y fue cuarta en el Europeo de Oporto, en katas por equipos.



Su mejor momento en su carrera deportiva supuso un empujón para Yasmina. "Fue un curso en Puerto Real. A los mejores nos dieron medallas y yo no lo esperaba. Fue una sorpresa y eso me animó a seguir, cuando sólo tenía siete u ocho años", afirmó. Además, asegura pasar por su peor momento como deportista, ya que "he empezado a trabajar y no puedo entrenar ni dedicarme al karate como lo hacía antes. La verdad es que lo echo mucho de manos", dijo.



Erika, Carmen y Yasmina forman el equipo senior de katas del Cedisur, son campeonas nacionales en esta especialidad y las tres han defendido al país en el Europeo como el mejor equipo femenino de katas. Las tres recuerdan una anécdota en Requena, Valencia, en una Liga Nacional. Erika y Yasmina se enfadaron, porque la primera de ellas quería ponerse unas gomillas en el pelo con los colores de la bandera de Andalucía, pero Yasmina no quería. Ambas discutieron y fue un momento duro. "Pero cuando llegó la hora de competir, la rabia y el coraje de la pelea hicieron que nos saliera muy bien el ejercicio y acabamos ganando, con gomillas incluidas", han destacado.



La última de este especial cuarteto de deportistas, aunque no la menos importante, es Ana. Ella se define como "la kumitera" del grupo, porque es la única de las cuatro que se ha dedicado al kumité o combate en los diez años que lleva en el karate y la razón es muy sencilla. "Me da vergüenza. A la hora de la competición me pongo muy nerviosa y las katas requieren un equilibrio y una estabilidad que mis nervios no me dejan tener. Por eso el combate me va mejor y me gusta más. De todas formas, la única vez que competí en katas gané", dijo.



Empezó en el deporte de la mano de Erika. "Nos hicimos amigas de pequeñas y como tanto ella como otra amiga hacían karate, le dije a mi padre que yo también quería y me apoyo en eso. Lo que pasa es que luego seguí una línea totalmente diferente a la de Erika", afirmó. Ana cuenta con tres títulos en Liga Nacional, uno en katas por equipos y dos en kumité, pero siempre ha estado entre las mejores en la competición nacional. Además, fue quinta de Europa en 2004 en kumité por equipos.



Asegura que su mejor momento ha sido, "el primer Europeo en el que participé. Fue en Cádiz y la convivencia, la experiencia y todo lo vivido en esa semana fue estupendo. Lo peor está siendo ahora. Estoy lesionada y veo como mis compañeros pueden competir y yo no y lo paso mal", destacó.



Estas cuatro karatecas chiclaneras tienen claro que seguirán practicando karate mientras puedan y que seguirán disfrutando de este deporte. Todas coinciden en que los campeonatos les sirven para unirse mucho más, porque el apoyo incondicional de los compañeros y los ánimos son fundamentales y "eso nos une a todos", señalaron. Además, Erika, Ana, Carmen y Yasmina tiene algo muy claro y es que "estamos muy orgullosas de nuestro sensei, Manuel Benavides, porque todo funciona y estamos donde estamos gracias a él".


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Respetar a todos y a las personas que no practican tu estilo y/o pertenecen o no a otra federación, es fundamental.
No se hace distinción de estilos, federaciones, organizaciones y asociaciones.
Nadie es tan perfecto para criticar a los demás.
David Vallejo (Budokan Sevilla Dojo) www.budokansevilla.com