Pasión por el karate, Shaila Fernández

Con sólo 32 años, Shaila Fernández, actual seleccionadora de las categorías inferiores, lleva vinculada a esta disciplina un cuarto de siglo

Desde que tenía uso de razón vivió vinculada al karate. Sus padres eran muy amigos de Lino, su maestro en este deporte, y gracias a él se embarcó en una aventura deportiva que ya dura 25 años. Shaila Fernández (Grado, 1980) recibió el mes pasado un reconocimiento por parte de la Federación por su dedicación al karate. Primero en activo y ahora (los últimos cinco años) como seleccionadora infantil, juvenil y cadete de kumite. «Lino y su mujer son más que unos padres deportivos para mí. El karate siempre me ha ayudado mucho en todos los aspectos. Es mi vida», reconoce Shaila Fernández.

Poco a poco fue descubriendo su pasión por el karate. Hasta llegar a formar parte del combinado regional y tras diversas medallas llegar a la Selección Española. «Con la asturiana quedé varias veces campeona por equipos y ese recuerdo me da mucha alegría. Además, ahora, hay un campeonato de clubes y aunque no estoy compitiendo ayudo a mi profesor y hace dos años fuimos subcampeones de España», recuerda esta moscona.

Shaila Fernández trabaja en una clínica de higienista dental. «El karate siempre me ha ayudado mucho en todos los aspectos. Es un deporte con muchas cualidades, no solo físicas y deportivos, sino también a la hora de socializar y de encontrar el respeto hacia los demás», afirma.

Cuando concluyó su etapa competitiva no lo dudó. Quería seguir vinculada al karate y por eso decidió pasar a la preparación de futuras promesas. «Cambia mucho. La competición te exige un poco más que a la hora de entrenar. Es mucho más relajado. No exige tanta dedicación ni tanta preparación física», comenta. Aún así, el cambio le ha permitido mantener una vinculación con esta actividad. «Disfruto mucho como entrenadora. No concibo mi vida sin el karate. Es una vía de escape y de socializar cuando acabo el trabajo», desgrana.

Shaila Fernández ha descubierto ahora una nueva faceta de este deporte. «Los críos tienen mucha ilusión y sacan medallas, pero conscientes del trabajo», explica. Por eso, no duda en recalcar que este deporte está a salvo y que hay una buena cantera por delante para mantenerlo. «En estas edades hay mucho potencial e ilusión. Así se demuestra luego que en cualquier competición los asturianos siempre somos una potencia», añade Fernández.

Junto a ella, en los entrenamientos, sigue estando la figura de Lino, su maestro durante este cuarto de siglo en el karate. «Nos da muchos consejos. Pero si tengo que destacar algo que nos ha inculcado es el esfuerzo. Con ganas, dedicación y esfuerzo se puede llegar a cualquier sitio. Y con respeto», comenta. Una afirmación que no corrobora su visión sobre el karate: «El respeto por lo demás es fundamental. Aunque parezca un arte marcial super agresivo y para nada lo es. Es una dedicación que sirve para más cosas a parte de la competición. Con el karate aprendí cosas que me han servido para el trabajo, los amigos o la familia. Es un deporte muy completo».

fuente: http://www.lne.es