Con 22 años de carrera y 66 peleas profesionales (58-6-2 con 38 KO), parece difícil hoy encontrar algo novedoso en el estilo que a Manny Pacquiao que le ha permitido ser campeón en ocho divisiones diferentes. Pero no es así, el paso del tiempo, las derrotas, la dureza de los golpes recibidos y el desgaste natural impuesto por su estilo explosivo han modificado los distintos rubros de su desempeño individual.
A punto de volver al ring en una pelea de campeonato, vamos a establecer el balance positivo o negativo de ese desempeño individual, a través de los cinco rubros esenciales: ataque, defensa, asimilación, fortalezas y debilidades.
Aquí le presentamos las cinco claves personales de Manny Pacquiao
ATAQUE
Las dos mayores herramientas en el arsenal ofensivo nacen de la explosividad y la velocidad del filipino. Su golpe estrella indudablemente es la izquierda larga, una suerte de obús que increíblemente realiza un largo recorrido antes de llegar al mentón enemigo. Pese a las facilidades que establece la teoría para bloquear un golpe tan lejano, con Pacquiao esa ecuación falla. Cuando impacta lastima y con la derecha inmediata completa el trabajo destructivo. A esa combinación debemos agregar las combinaciones sucesivas, es decir, cuando Pacquiao abruma con su golpeo en corta distancia.
DEFENSA
La defensa de Manny Pacquiao es consistente, para lo cual colabora mucho su movilidad permanente. No hay mucha ciencia en la forma que bloquea el ataque enemigo, el filipino recurre a una guardia alta que le alcanza para cerrar cualquier punto vulnerable. No obstante, su mayor virtud defensiva nace de los movimientos de piernas, las salidas permanentes por laterales o los retrocesos. Manny es un objetivo difícil de encontrar para sus rivales y ello lo hace menos vulnerable.
ASIMILACION
Es dudosa. Desde siempre Pacquiao ha sido un rival difícil de conectar y afrontó sus históricos intercambios mostrándose sólido a los golpes recibidos. Pero las cosas cambiaron el 8 de diciembre de 2012 cuando Juan Manuel Márquez le propinó un terrible KO. Aquella imagen de Manny inerte sobre la lona no solo es un recuerdo dramático, también parece ser la llave del código que mudó el ADN de su asimilación. Desde entonces el filipino se volvió más precavido, arriesga menos y nos hace presumir que sufre los golpes de poder. Floyd Maywetaher, sin ser un virtuoso en ese rubro, lo puso en problemas cada vez que le llegó con sus impactos.
FORTALEZAS
La velocidad es el gran Caballo de Troya en el desempeño ofensivo y defensivo de Pacquiao. Sin la rapidez de movimientos su historia hubiera sido muy diferente. A partir de la misma el filipino ha podido establecer el volumen de golpeo como un instrumento decisivo en su ataque. Esa es su fortaleza mayor, justificada mediante golpes inesperados o impactos enviados desde los ángulos o desde posiciones tan sesgadas como absurdas.
DEBILIDADES
Tal vez, su mayor debilidad se produce debido al desbalance ofensivo notorio que sufre el filipino cada vez que falla sus golpes largos. Es verdad que las rectas de Manny son armas poderosas, peor también le juegan en contra. El filipino utiliza todo su cuerpo para darle la velocidad y el poder requerido a esos golpes, pero, cuando falla, cualquier contragolpe puede ser letal. La falla no solo lo deja expuesto, la posición de sus piernas en esa circunstancia no facilita una mejor asimilación. A la inercia del recorrido ofensivo, le basta una acertada contraofensiva donde alcanza con un golpe duro para noquearle de manera dramática como le ocurrió contra Márquez en el 2012.
La otra debilidad marcada, progresiva y acentuada en los últimos años es la aparente falta de poder en su pegada. No es un dato menor recordar que Manny Pacquiao no noquea a nadie desde el 2009. Once peleas, donde hay tres derrotas y ocho victorias en las tarjetas. ¿Se acabó la pólvora?
B. Pilatti
David Vallejo
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