Estos espasmos se producen debido a contracciones repentinas de los músculos de la parte inferior de las piernas y de los pies
Si siente con frecuencia calambres en los músculos de sus piernas, sepa en primera instancia que se trata de un trastorno muy común en las mujeres mayores de 50 años y, para su tranquilidad, no se vincula a ninguna enfermedad peligrosa. Se trata de espasmos repentinos que tensan el músculo y producen un fuerte dolor. ¿A qué se deben? Son muchas las causas pero lo importante es que todas tienen tratamiento.
Por lo general, los calambres en las piernas son más frecuentes durante la noche, principalmente en los dos extremos del descanso, ya sea justo cuando está entrando en las primeras etapas del sueño como cuando apenas se despierta. Si bien no hay una única causa, la mayoría de ellas son adjudicadas a los malos hábitos de alimentación y el hecho de llevar una vida sedentaria.
Los principales problemas alimenticios están vinculados con los malos hábitos que impiden al individuo mantener una dieta saludable. En el caso de los calambres, lo que usted coma jugará un papel fundamental, ya que si el cuerpo no recibe suficiente potasio (hipopotasemia) o le falta calcio en la sangre (hipocalcemia) las contracciones musculares nocturnas serán más frecuentes.
Por lo general, los calambres en las piernas son más frecuentes durante la noche, principalmente en los dos extremos del descanso, ya sea justo cuando está entrando en las primeras etapas del sueño como cuando apenas se despierta. Si bien no hay una única causa, la mayoría de ellas son adjudicadas a los malos hábitos de alimentación y el hecho de llevar una vida sedentaria.
Los principales problemas alimenticios están vinculados con los malos hábitos que impiden al individuo mantener una dieta saludable. En el caso de los calambres, lo que usted coma jugará un papel fundamental, ya que si el cuerpo no recibe suficiente potasio (hipopotasemia) o le falta calcio en la sangre (hipocalcemia) las contracciones musculares nocturnas serán más frecuentes.
Además, hay otros dos factores que influyen de manera negativa: la deshidratación y la obesidad. La primera está vinculada a la realización de actividad física frecuente o a la ingesta tanto de medicamentos diuréticos como de bebidas alcohólicas, que tienen un efecto similar en el organismo. La obesidad, en tanto, genera una situación similar ya que al forzar los músculos de las piernas a soportar peso extra, les provocan un desgaste superior que derivará en la aparición de los calambres.
Eso no es todo. Tener una vida sedentaria también es un problema. Si usted pasa largo tiempo de pie sobre un piso duro o sentada sin mover sus piernas, es más propensa a sufrir calambres durante la noche. Esto ocurre porque la circulación sanguínea no es la correcta y los músculos se desacostumbran a los movimientos fuertes. Ante tal situación, un espasmo de sus piernas derivará en calambre.
La solución a este trastorno depende exclusivamente del compromiso que asuma frente al cuidado de su cuerpo. Así, equilibrar la ingesta de alimentos ricos en calcio y potasio con una hidratación con base en agua y jugos naturales, predispondrá su cuerpo para lograr un mejor descanso durante la noche. Si el problema persiste es recomendable que realice ejercicios de estiramiento unos minutos antes de acostarse a dormir.
Los calambres en las piernas son una dolencia frecuente en la población en general y pueden tener su origen en diferentes causas, y no necesariamente la que nos indica de retención de líquidos.
Calambres es la denominación común que le damos a los espasmos musculares, siendo la mayoría en las piernas, aunque pueden presentarse en cualquier músculo del cuerpo.
Como información, los fármacos más relacionados con los calambres son los diuréticos, que pueden hacer perder un exceso de líquidos y minerales y las estatinas, medicamentos que reducen el nivel de colesterol.
El sobrepeso puede incidir negativamente en los calambres. Otras causas destacadas de estos mismos pueden ser fatiga muscular por el uso excesivo de las piernas, falta de determinados minerales como sodio, potasio, calcio o magnesio, e incluso toma insuficiente de líquidos.
Otro origen muy importante en las mujeres puede ser la existencia de venas varicosas, en las que también incide mucho el peso, pues cuánto más excesivo sea este, más problemas de varices presentará y por ello, de calambres, si es el caso.
En el origen de los calambres se pueden apuntar otros procesos, como la claudicación intermitente debido a la formación de placas en las arterias (ateroesclerosis), que provocan una mala irrigación sanguínea de las piernas, o la existencia de diabetes, aumento de colesterol o si se mantiene un hábito tóxico nocivo para su cuerpo, como puede ser el tabaquismo o el consumo excesivo de alcohol.
Por ello, lo más recomendable actualmente es que visite a su médico de confianza para que valore los calambres y sus posibles orígenes, estudiando mediante una exploración adecuada, si los síntomas de dolor aumentan a lo largo del día, o si hay presencia por ejemplo de adormecimiento, hormigueos o debilidad en las piernas.
Mientras, las medidas que puede ir adoptando son incrementar la ingestión de potasio, que se puede encontrar en fuentes como el zumo de naranja y los plátanos, realizar una dieta hipocalórica apoyándose en ejercicio físico moderado, como largos paseos con un andar intenso, tener las piernas elevadas, utilizar medias de soporte si tiene varices, masajes suaves para las piernas y eliminar por completo el tabaco y el alcohol, si es usted fumador, por ejemplo.
La pauta de medicamentos para el dolor, medicamentos más específicos o el control de enfermedades como la diabetes, si es el caso, deben realizarse apoyándose siempre en su médico de cabecera.
Federico Agudo / Sergio García
Eso no es todo. Tener una vida sedentaria también es un problema. Si usted pasa largo tiempo de pie sobre un piso duro o sentada sin mover sus piernas, es más propensa a sufrir calambres durante la noche. Esto ocurre porque la circulación sanguínea no es la correcta y los músculos se desacostumbran a los movimientos fuertes. Ante tal situación, un espasmo de sus piernas derivará en calambre.
La solución a este trastorno depende exclusivamente del compromiso que asuma frente al cuidado de su cuerpo. Así, equilibrar la ingesta de alimentos ricos en calcio y potasio con una hidratación con base en agua y jugos naturales, predispondrá su cuerpo para lograr un mejor descanso durante la noche. Si el problema persiste es recomendable que realice ejercicios de estiramiento unos minutos antes de acostarse a dormir.
Los calambres en las piernas son una dolencia frecuente en la población en general y pueden tener su origen en diferentes causas, y no necesariamente la que nos indica de retención de líquidos.
Calambres es la denominación común que le damos a los espasmos musculares, siendo la mayoría en las piernas, aunque pueden presentarse en cualquier músculo del cuerpo.
Como información, los fármacos más relacionados con los calambres son los diuréticos, que pueden hacer perder un exceso de líquidos y minerales y las estatinas, medicamentos que reducen el nivel de colesterol.
El sobrepeso puede incidir negativamente en los calambres. Otras causas destacadas de estos mismos pueden ser fatiga muscular por el uso excesivo de las piernas, falta de determinados minerales como sodio, potasio, calcio o magnesio, e incluso toma insuficiente de líquidos.
Otro origen muy importante en las mujeres puede ser la existencia de venas varicosas, en las que también incide mucho el peso, pues cuánto más excesivo sea este, más problemas de varices presentará y por ello, de calambres, si es el caso.
En el origen de los calambres se pueden apuntar otros procesos, como la claudicación intermitente debido a la formación de placas en las arterias (ateroesclerosis), que provocan una mala irrigación sanguínea de las piernas, o la existencia de diabetes, aumento de colesterol o si se mantiene un hábito tóxico nocivo para su cuerpo, como puede ser el tabaquismo o el consumo excesivo de alcohol.
Por ello, lo más recomendable actualmente es que visite a su médico de confianza para que valore los calambres y sus posibles orígenes, estudiando mediante una exploración adecuada, si los síntomas de dolor aumentan a lo largo del día, o si hay presencia por ejemplo de adormecimiento, hormigueos o debilidad en las piernas.
Mientras, las medidas que puede ir adoptando son incrementar la ingestión de potasio, que se puede encontrar en fuentes como el zumo de naranja y los plátanos, realizar una dieta hipocalórica apoyándose en ejercicio físico moderado, como largos paseos con un andar intenso, tener las piernas elevadas, utilizar medias de soporte si tiene varices, masajes suaves para las piernas y eliminar por completo el tabaco y el alcohol, si es usted fumador, por ejemplo.
La pauta de medicamentos para el dolor, medicamentos más específicos o el control de enfermedades como la diabetes, si es el caso, deben realizarse apoyándose siempre en su médico de cabecera.
Federico Agudo / Sergio García
David Vallejo
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