martes, 5 de abril de 2016

MODALES EN EL DOJO, trato al sensei

Ser un sensei en Japón es una carrera muy honrada tal como debería de ser en todos los sitios. Un sensei tiene la responsabilidad de formar y dirigir a todos los que se presentan para ser instruidos. Es una responsabilidad que no se puede tomar a la ligera. El sensei debe mantener los estándares más altos para él mismo tal como para sus alumnos.

De acuerdo con el uso tradicional del termino sensei en relación con las artes marciales, tiene un significado aún más profundo al discípulo de un arte que lo que tiene para la gente no asociada con las artes marciales como en el caso de niños escolares occidentales.

La palabra en general que significa alumno: seito, es mucho más formal en las artes marciales que la que tiene en las aulas modernas. Se puede decir que en el dojo no existe horizontalismo, sino es una situación claramente vertical. No le toca al seito (alumno) decidir cuál será su curso o metodología de estudio. Mas bien, el sensei controla el ambiente total como el instructor militar dirije a los reclutas.

Las artes marciales siguen un sistema militar. Dan rangos y se rige desde arriba para abajo, no de abajo hacia arriba. El sensei parece más bien un general para sus alumnos que un instructor (vea: "Secrets of the Samurai" (Secretos de los Samurai) pp. 160-187).

Si el sensei es un tradicional y desea que sus alumnos aprendan las técnicas correctamente, deberá mantener estrictamente la relación de sensei y alumno. Puede ser tan serio como la vida misma. Por ejemplo, en lo que tiene que ver con caídas, si el sensei no insiste en que el alumno aprenda bien como caer debido a un sentido falso de compasión por la comodidad del alumno, puede ser que esté contribuyendo a la posibilidad de que el alumno se lesione. Una caída mal ejecutada en una situación real puede (algunas veces ha sido la causa) de una lesión seria o la muerte de un individuo.

Muchos alumnos de artes marciales disfrutan de una relación estimulante y amigable con su sensei. Es una cosa muy buena si se desarrolla de este modo. Sin embargo, no siempre es necesario que haya una relación tan íntima entre sensei y seito para que progrese el alumno. Las clases no se enseñan por amistad ni por dinero. Si la enseñanza está motivada por dinero o por amistad, la instrucción puede ser tachada como complaciente no efectiva.

Las amistades deben quedarse fuera del tatami. Si el sensei trata de ser amigo de sus alumnos, puede ser que le diga que está haciendo bien cuando, en verdad, no es cierto. Por hacer un esfuerzo de no lastimar los sentimientos, puede darle al alumno una impresión falsa de seguridad. Esto no le ayuda al alumno, más, le expone a peligros muy serios. El dinero no es motivación suficiente ni apropiada para un sensei. Si, por ejemplo, un alumno contribuye mucho dinero al dojo, puede ser que el sensei le trate de una forma distinta al trato que da a otro que no tiene las mismas posibilidades de contribuir. En cualquier caso, el sensei se encuentra mal motivado. Puede ser que trate bien y de privilegios a él que contribuye más mientras el más pobre es el alumno superior. En este sentido, el dinero ofusca la verdad. La motivación correcta para enseñar es por el amor al arte. El maestro debe ser motivado por un deseo sincero de impartir su conocimiento al alumno. El dinero y las amistades y toda cuestión relacionada deben quedarse fuera del dojo.

Entramos el dojo para aprender el Camino del Universo que trasciende toda otra cuestión.

No debemos dejar que otros asuntos oscurezcan nuestros estudios.

Además, el sensei no debe saber si alguien ha pagado su cuota o no. Los alumnos más avanzados deben encargarse de este asunto. Sin embargo, el sensei debe decidir cuando hay que hacer una excepción; por ejemplo en el caso de un alumno muy fiel que no puede pagar a tiempo.

REGLAS DE CÓMO TRATAR AL SENSEI

Como sensei, este tema me da reservas. Es como ponerme en un pedestal y decir, "¡Mírame! ¡Soy el SENSEI! ¡Adórame!" Pero, no es así. Me he dado cuenta de que la gente no entiende el significado del sensei. Sin un sensei efectivo y fuerte, el dojo no puede prosperar. Es como un barco sin capitán, naufraga. Hemos observado dojos sin sensei. Rige la confusión y no hay progreso. El dojo no es una horizontalidad. Debe haber una autoridad central. En la mayoría de casos, hay un solo sensei. Es el jefe. Es LA AUTORIDAD. Hay una expresión en inglés; "Hay demasiados jefes y muy pocos indios." El significado debe ser claro. El dojo necesita una autoridad central.

Sensei significa en japonés; llegar antes o nacer antes. Así, debemos tratar con el sensei como trataríamos un verdadero anciano; es decir como una persona merecedora de copiarse y escucharle con el respeto más profundo.

La forma apropiada de hablar con el sensei es con la palabra Sensei o como (Apellido) Sensei (p. ej. Kurita Sensei).

Sería inapropiado decirle David Sensei.

No estaría de acuerdo con la política del dojo hablarle con su nombre.

Además, Sensei fulano no sería apropiado siendo que está mal la sintaxis.

Otra cosa, sólo usar el apellido (¡Oye! ¡fulano! o algo similar) no se acepta. Dentro o fuera del dojo, debes decir al sensei, Fulano Sensei, Mengano Sensei, o Kennedy Sensei.

Vamos a hablar sobre el tema de cómo tratar con el sensei en una forma bien ordenada empezando con la llegada del alumno al dojo. Cuando entras al dojo, has una reverencia general y di Oss. Debes hacer el ritsurei más profundamente y mantener la posición uno o dos segundos más que el sensei. Luego has una reverencia sentada (zarei) hacia el shomen - kamiza. Entra al tatami y empieza a hacer los calentamientos. Si meditas antes de la clase, hazlo en un rincón donde no serás estorbo a otros. Deberías estar atento al sensei y cuando él se siente, has fila (o filas) en orden de rango (los rangos más altos a la izquierda y si hay más de una fila, van en una fila más avanzada) y prepárate para el comienzo de la clase.

La distancia apropiada entre los alumnos es equivalente a una distancia en que, con las manos sobre las caderas, los codos (extendidos) tocan. No hay que estar más cerca ni más separado. Si la fila es demasiada larga para el tatami, los alumnos deben formar otra detrás de la primera a una distancia equivalente de dos personas sentadas entre la primera línea y la de atrás.

Al comenzar la clase el sensei puede hacer algunos anuncios o puede empezar con los calentamientos que son la norma en el dojo. Trata de mantenerte al tanto con los otros alumnos en la clase. Si no entiendes cómo hacer un ejercicio, uno de los alumnos más avanzados o el sensei te ayudará. Lo más importante es no distraer la clase por medio de actuar en una manera frustrada o por medio de hacer sonidos y comentarios fuertes o groseros.

Tras los calentamientos se hará una fila de nuevo. En este momento no es tan importante hacer fila en orden de rango. Normalmente esto se hace otra vez al final de la clase. Observa la costumbre del dojo. Siéntate en seiza. Es una falta de respeto no quedar parado y atento en seiza (sentado sobre los talones) mientras el sensei habla o cuando demuestra una técnica. Estar sentado en seiza indica que prestas atención. Esta regla será de aplicación siempre que hable el sensei. Deja de hablar inmediatamente y siéntate en seiza (a menos que el sensei te diga que permanezcas de pie).

En la clase de sable, varía la regla. Cuando habla el sensei hay que quedarse de pie pero con el mismo respeto y con tu sable en su saya (funda). No te sientes a menos que te lo diga el sensei.

Cuando termina el sensei de explicar o demostrar una técnica, has reverencia (zarei), y continúa con la practica. Cuando el sensei empieza a hablar con la clase entera, siéntate inmediatamente y escucha atentamente lo que indica. No obligues al sensei esperar hasta que termines lo que haces. Si la demostración no es para toda la clase, sino para otros compañeros, sigue con tu práctica.

Si durante la práctica el sensei viene a auxiliarte o hablar contigo, deja de hacer y hazle caso a las indicaciones del sensei. Escucha lo que te diga y trata de entender lo que te enseña. Has preguntas apropiadas. Cuando termina, tu compañero y tú deben hacerle la reverencia (ritusurei) y decir, Domo arigato gozaimashita y continúa con la práctica. Si el sensei te ha enseñado algo (y eres la persona específica quien recibió la enseñanza), aplica sus enseñanzas inmediatamente. Es decir que hay que hacer la técnica dos veces en cada lado. Esto se aplica sin importar a quién le tocaba tomar su turno. La persona que recibe la técnica debe poner en práctica la nueva enseñanza. Si solo dices gracias y continúas sin poner en práctica lo que se te ha enseñado, parece que no te importa lo que te ha enseñado el sensei y no sacas provecho de la enseñanza personal que has recibido.

Al terminar la clase, formar en orden de rango otra vez. El sensei puede hacer algunos comentarios finales y preguntar si hay comentarios u otros anuncios. Si tienes algo que decir, hazlo en forma concisa y breve. No usar este tiempo como oportunidad de dominar la clase. Cuando el sensei concluye la clase, saluda en zarei y di, Domo arigato gozaimashita!

Nunca discutas con el Sensei en la clase o fuera de la clase. Puede ser que pienses que has ganado el argumento o que has hecho destacar tu punto pero, esto puede perjudicar tu progreso. ¿Por qué? Porque le pueda parecer al sensei que no eres receptivo a sus enseñanzas. Es probable que el sensei no discuta. Es más probable que deje de hacerte caso o si es más serio puede invitarte a salir para hacerte pensar sobre tu actitud o simplemente hacerte renunciar. Vale más cumplir con lo que te diga.

El sensei se preocupa por el progreso de todos sus alumnos. A menudo, la enseñanza puede ser dura o desagradable. El sensei siempre trata de explicar bien lo que enseña. Sin embargo, no es siempre posible explicarte todo. Con el tiempo y con más práctica, entenderás.

En cuanto a las técnicas y la filosofía del Aikido, hay que darse cuenta de que es una cultura diferente. Vienes al dojo con el deseo de aprender. Si deseas enseñar técnica y filosofía, procura abrir tu propio dojo.

Las técnicas de Aikido son variadas y, a veces, complicadas. Tienes que esforzarte entender y dominar las técnicas tal y como se te las enseña el sensei. Las técnicas nunca están enseñadas como si fueran la única respuesta a un ataque. Cada técnica es una posibilidad. Sólo por entender una técnica puedes entender y aplicar la totalidad de lo que es el Aikido.

En la cultura moderna, se pone mucho valor en la idea de hacer lo que quieras. Esta actitud no se valora mucho en el dojo. Se supone que vienes a aprender otra forma de pensar y actuar. Vale más mantener silencio y hacer un esfuerzo de incorporar esta nueva forma de pensar en tu vida. Puede ser la idea que cambia tu vida.

Si el sensei te hace el gran cumplido de pedir tu ayuda en demostrar una técnica, muestra tu aprecio por medio de ser un excelente uke. Una demostración tiene el propósito de demostrar en su forma más perfecta la técnica. Es un esfuerzo cooperativo. No es el tiempo apropiado de probar al sensei. Es una vergüenza tratar de resistir o hacerle parecer mal al sensei. Si resistes o le obligas a cambiar la técnica, puedes salir avergonzado o lesionado. El propósito de practicar Aikido es de ayudarte a ser lo mejor que puedas ser y el sensei está allí para apoyarte en el esfuerzo. No puedes ganar nada por medio de retar al sensei.

PROTOCOLO

Recibir una invitación del Sensei de ser rukemi es un gran honor. Así, el alumno ayuda a instruir a los otros alumnos a aprender bien tanto la técnica como la caída. Da lo mejor de ti. Si crees que conoces otra forma de hacer la técnica puedes decírselo al sensei al final de la clase.

Es probable que el sensei ya conozca la técnica o sus variantes pero quizás no cree que la clase esté preparada para recibir este trabajo.

Cuesta años de estudio asiduo y esfuerzo sincero para recibir el titulo de sensei y esto merece mucho respeto.

Otro punto importante es que las clases deben empezar puntualmente. Si el sensei no está presente, el alumno más avanzado iniciará la clase y la conducirá hasta que llegue el sensei.

Cuando llegue el sensei, el alumno encargado le pasa la clase. Si el sensei dice que desea que el alumno continúe con la clase, se lo dirá. Acuérdate, enseñar es un privilegio, no es un derecho. Hay que sentirse honrado de que el sensei te tenga la confianza para dejar que conduzcas la clase.

El alumno debe enseñar precisamente como lo haría el sensei, incluso iniciando la clase desde el frente (shomen). Los demás alumnos deben tratar a esta persona como si fuera el sensei.

Tampoco es el tiempo apropiado para tratar de "corregir" lo que cree que son las flaquezas del sensei. El sensei siempre tiene razón. Enseña las técnicas de acuerdo con las necesidades y exigencias de los alumnos.

Si el sensei o la persona encargada de la clase deben dejar el tatami por algún motivo, debe dejarse otra persona encargada. Debe transferir la clase a esta persona explícitamente y decirle, "Onegaeshimasu" (Encárgate de la clase por favor).

SENTIDO DE HUMOR DEL SENSEI

La práctica de Aikido es divertida. Las clases son estimulantes y los alumnos casi siempre sonríen.

Es común que los senseis estén de buen humor. Pero, hay una diferencia entre buen humor y ser vulgar o grosero. Por favor no le cuentes al sensei ni a los otros alumnos en el dojo cosas groseras. Tales cosas no son apropiadas en el dojo y no son dignas de tu relación con el sensei.

AVISO: Si el sensei no te ve por algún motivo, no te devuelve la reverencia, puedes continuar con tu rutina. No le incumbe al sensei reconocerte. Acuérdate, es un régimen militar, también es necesario reconocer cualquier otro sensei, cinta negra u otro alumno con rango más alto que el tuyo.

Si un sensei entra el dojo antes, durante o después de la clase, el alumno que le vea primero debe decir, "¡Sensei ni!"

Aunque es la costumbre en occidente, no es necesario dar la mano al sensei ni a los otros alumnos cuando entras o sales del dojo. En un sentido cultural, en el dojo, la única forma necesaria de saludar es con la reverencia. No te ofendas porque no te dan la mano. Es la costumbre del dojo. Después, si hay un momento más apropiado, puedes darle la mano al sensei o a los otros alumnos.

UNA COSA MÁS: Si el sensei está hablando con otro alumno u otra persona, por favor mantén una distancia apropiada (o sea, una distancia en que no puedes escuchar la conversación). Hay un dicho, "Él que escucha una conversación ajena nunca escuchará nada bien de sí mismo". Sé sensible en lo concerniente a conversaciones privadas. Si es absolutamente necesario hablar con el sensei, permanece a una distancia apropiada y hazle saber al sensei que necesitas hablar con él. Por favor mantén tu distancia y él te atenderá cuando pueda. No interrumpas una conversación si no es necesario. Si es una emergencia, sé más insistente.

UNA COPA VACÍA

Existe una historia de un joven príncipe que fue a visitar a un viejo maestro de Zen porque quiso saber cómo ser iluminado.

El joven señor era impulsivo, testarudo y arrogante. Su deseo con el viejo maestro fue más imperativo que deseo.

Al ver esto, el maestro le invitó al joven a tomar té. Con mucha ceremonia preparó el té y empezó a servirle al joven.

De acuerdo con la costumbre, el joven alzó su copa para aceptar el té. Mientras el maestro le echaba té empezó a desbordarse de la copa mojando la mesa y la ropa del joven. Pero, siguió echándole el té.

El joven se molestó mucho. Se levantó, y tiró su copa a un lado acusando al maestro de no ser más que un viejo idiota, mientras sacaba su espada para matarlo.

El maestro tranquilamente se puso de pie y dijo al joven,

-"Vienes en búsqueda de la iluminación. Es una cosa loable. El problema es que eres como la copa. Ya estás lleno. Si ya estás lleno, ¿cómo puedo echarte más? Regresa cuando ya estás vacío".

¿TIENES UNA COPA VACÍA?

Al terminar la clase, mientras el sensei quita su hakama, siéntate delante de él y espera. Cuando se haya quitado su hakama, pídele permiso para doblarla. Aprende a hacerlo bien.

Aún fuera del dojo debes tratar al sensei con mucho respeto. Es cierto que solo es un hombre pero, si realmente es maestro, su arte no termina cuando sale del tatami, se incorpora a su vida diaria. La lección no termina...
Oss

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David Vallejo (Budokan Sevilla Dojo) www.budokansevilla.com