Rocío Sánchez joven promesa del Karate

Rocío Sánchez, un valor seguro

  • Esta karateka cordobesa-madrileña logró tres medallas internacionales en 2016
Esa falsa creencia de que la juventud de hoy es nini y que no da un palo al agua no deja de ser un tópico, es decir, una verdad a medias, sesgada, que no hace justicia a los cientos de chavales que se levantan todos los sábados a las 8:00, tras una dura semana de instituto, para jugar el partido de Liga con su equipo alevín o benjamín. O para ejecutar un buen mae geri, un oi tsuki o un tate hiji ate. Es el caso de Rocío Sánchez Estepa, que empezó a practicar katas a los cuatro años. Nació en Madrid, pero fue circunstancial, porque sus padres se desplazaron a la capital desde Peñarroya-Pueblo Nuevo en busca de trabajo.

“Toda mi familia es de Peñarroya y, siempre que tengo dos días libres, hago una escapada para ver a mis seres queridos. Siempre les pregunto a mis padres que por qué no fueron al pueblo para tenerme allí”, comenta esta karateka de elite de 26 años que ha vivido un 2016 de ensueño en cuanto a logros deportivos se refiere: oro en el Mundial Universitario de Braga (Portugal); plata por equipos en el Mundial de Litz (Austria); y oro en el Campeonato de Europa de Regiones en Kocaeli (Turquía). Sánchez Estepa también tiene en su palmarés el bronce de Brehme 2014 y el del Campeonato de Europa de Regiones de París 2015. En total, cinco medallas que hacen de Rocío un valor inapreciable de cara a los Juegos de Tokio 2020, donde debutará el karate como deporte olímpico. “Intentar llegar a la cita es un plus de motivación”, señala. Se elegirá por ranking mundial (Rocío se encuentra actualmente entre las 10 mejores karatekas del mundo en su categoría de -55 kilos) y con la disputa de un preolímpico. Sólo hay que fijarse en su cuerpo para ver cómo ha pulido su herramienta de combate: “Me gusta cuidarme y estar definida. Todas las mañanas entreno físico y, por las tardes, karate”, un deporte que transmite los valores del respeto y la confianza, pero que también cumple aquello de donde las dan, las toman: “En categoría femenina somos más guerreras y rencorosas. Si una chica me da un puñetazo en un combate, le tomo la matrícula y se la devuelvo en cuanto pueda”.

Los éxitos deportivos contrastan con la precariedad de la Federación Española de Karate y Disciplinas Asociadas: “Las karatekas de la selección tenemos que pagarnos de nuestro bolsillo los viajes a las competiciones internacionales y, si la Federación tiene dinero a finales de año, nos reembolsan una parte”. De hecho, Rocío ha tenido que ponerse a dar clases extraescolares de karate a 56 alumnos de dos colegios madrileños para pagarse esos desplazamientos. No en vano, es diplomada en Educación Primaria y ahora está estudiando Educación Infantil en la UCAM.

Por último, Sánchez Estepa se acuerda de su hermano Antonio, un cordobés que también fue campeón del mundo: “Fue un ejemplo para mí de que, con constancia, superación y esfuerzo, todo llega”.

Paco Núñez
David Vallejo

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David Vallejo (Budokan Sevilla Dojo) www.budokansevilla.com