Así como el sol ilumina cada nuevo amanecer, también cada día trae consigo sus propias luchas y oportunidades.
No te preocupes por el mañana, porque aún no ha llegado; enfócate en el presente, en las decisiones que tomas hoy y en los pasos que das ahora.
Cada día es una oportunidad para crecer, aprender y avanzar, sin cargar con el peso de lo que no podemos controlar.
Respira profundo, agradece por este momento y recuerda que Dios cuida de ti en cada paso del camino.
Mateo 6:34
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