Respira y relaja...

Generalmente el ser humano respira solo lo necesario para subsistir sin darse cuenta de que en la respiración se oculta una increíble fuerza vital que nos ayudaría a revitalizar nuestro cuerpo, avanzar más rápido, crecer con más facilidad, traernos un bienestar, … etc. Y ni que decir tiene que incluso nos evitaría muchas de las enfermedades a las que estamos acostumbrados a sufrir. Por ello hay que aprender a respirar con nuestros tres puntos principales: el abdomen, el tórax y la clavícula.
  • Respiración abdominal: sitúa tus manos sobre tu parte abdominal e intenta inflar la barriga como si tuvieras una pelota mediante la inspiración. Después mediante la espiración desinfla esa pelota lentamente.
  • Respiración torácica: sitúa tus manos sobre tu tórax en el pecho y mientras inspiras comprueba que la zona pulmonar se ensancha y sale hacia afuera y que mientras espiras vuelve a su posición original.
  • Respiración clavicular: posa tus manos sobre la clavícula un poco por encima de tu pecho y observa como al inspirar esa zona se sube y al espirar se baja. 
Una vez que te hayas familiarizado con cada tipo de respiración, intenta realizar en un ciclo completo de inspiración (abdominal-torácica-clavicular) y espiración (clavicular-torácica-abdominal) siete veces antes de levantarte de la cama y siete veces al acostarte, lo más lento y profundo que te sea posible sin sensación de ahogo. No fuerces si no puedes.
LIBERA TENSIÓN DE HOMBROS Y CUELLO
Vivimos en una sociedad imperantemente estresante, donde se requiere continuamente nuestra atención y el bien llevar de nuestras responsabilidades. Toda esa tensión que soportamos se va acumulando en nuestro cuerpo quien de alguna manera intenta que se elimine.

Lo más común suele ser dirigir toda esa tensión hacia nuestros hombros y cuello, agarrotándolos de tal manera que si te los tocas notarás casi una piedra.

Lo mejor para relajarlos es el masaje, pero casi nadie puede recurrir todos los días a ello, así que aquí te proponemos un ejercicio muy sencillo, pero muy eficaz, que podrás utilizar en cualquier parte y en cualquier momento en el que notes que la tensión se vuelve a apoderar de tu cuerpo.

Esto es lo que debes hacer:
  • Lo primero es buscar una posición cómoda para realizar el ejercicio. Obviamente si lo vas a ejecutar en el trabajo tendrás que amoldarte a lo que puedas. Puedes hacerlo de pie o sentado, como a ti mejor te convenga.
  • Después deja los hombros y brazos caídos con la espalda recta. Si estás muy tenso, este simple movimiento puede llevarte un rato. Se trata de que procures relajar y estirar esa parte del cuerpo. Tómate el tiempo que necesites para ello. Cierra los ojos y realiza todo el ejercicio con los ojos cerrados.
  • Una vez que ya tengas los hombros y brazos caídos, ve girando poco a poco la cabeza hacia la derecha como si quisieras ver algo en esa dirección, pero sin inclinarla hacia los lados. Procura que el movimiento sea lento y recto. Cuando hayas llegado tu límite derecho (sin forzar), mantén la posición de la cabeza y cuenta hasta 10.
  • Después vuelve la cabeza lentamente hacia el centro. Mantén la cabeza en el centro relajada mientras cuentas hasta 5.
  • A continuación repite el proceso de girar lentamente la cabeza, pero esta vez hacia la izquierda. Una vez que hayas llegado a tu límite (sin forzar) mantén la posición de la cabeza mientras cuentas hasta 10.
  • Después vuelve lentamente hacia el centro. Una vez llegado de nuevo al centro mantén la posición hasta contar 5.
  • Ahora vamos ha realizar el movimiento de la cabeza lentamente hacia abajo. Recuerda hacerlo despacio. Cuando hayas llegado a tu posición límite (sin forzar) mantén la posición mientras cuentas hasta 10.
  • Después vuelve lentamente al centro. De nuevo en el centro mantén la posición mientras cuentas hasta 5.
  • Ahora dirigiremos muy despacio la cabeza hacia atrás hasta llegar a tu límite (sin forzar) y cuando hayas llegado abre la boca de manera que te sientas cómodo. Después mantén la posición mientras cuentas hasta 10. Cuando termines, cierra la boca y vuelve al centro.
  • De nuevo en el centro mantén la posición y cuenta hasta 5. 
  • Ahora nos vamos a centrar en los hombros que deberían seguir caídos y relajados. Para ello respiraremos profundamente tres veces y comenzaremos con el ejercicio. 
  • Levanta los hombros lo que puedas (sin forzar) y comienza a realizar rotaciones giratorias hacia adelante y despacio. Realiza 10. Cuando hayas terminado vuelve a dejar los hombros caídos y relajados mientras cuentas hasta 5.
  • Después vuelve a respirar profundamente tres veces. 
  • Ahora realizarás el mismo movimiento con los hombros que hiciste antes, pero ahora las rotaciones giratorias serán hacia atrás. Realiza 10. Cuando hayas terminado vuelve a dejar los hombros caídos y relajados mientras cuentas hasta 5.
  • Para terminar, ve levantando los brazos hacia arriba hasta tenerlos completamente estirados, y junta las manos por encima de tu cabeza mientras cuentas hasta 10. Después regresa los brazos hacia abajo lentamente y retoma una posición normal. Respira de nuevo profundamente tres veces.
fuente: Zona Meditación

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David Vallejo (Budokan Sevilla Dojo) www.budokansevilla.com