viernes, 6 de enero de 2012

Una vida dedicada al karate, Julio Hernáez

El riojano Julio Hernáez obtiene el octavo dan como reconocimiento a su trayectoria 
Julio Hernáez en los años setenta cuando competía. Foto: ALFREDO IGLESIAS
Una eminencia en el mundo del karate. El riojano Julio Hernáez obtuvo el octavo dan hace unas semanas y se convierte de esta manera en uno de los pocos karatekas a nivel internacional que pueden presumir de sumar en su haber este distintivo. A sus 57 años, este deportista riojano insiste en las ganas de seguir adelante pese a haber llegado tan lejos: «Desconozco el número exacto de karatekas con noveno dan, pero son muy pocos; los décimos dan, que se cuentan con los dedos de las manos, son los responsables de las grandes escuelas karatekas. Solo pienso en seguir haciendo lo que me gusta».
Nacido en Nájera en 1954 y afincado en Logroño desde los cinco años, comenzó a practicar karate en el año 1970 y desde 1975 es profesional: «Pese a que elegí el judo en primer lugar, al final me decanté por el karate. Me gustó mucho más».
Y es que ambos deportes se diferencian muchísimo: «La base del judo es el contacto, derribar al rival; por el contrario, en el karate, mantener la distancia con respecto al enemigo es el objetivo», explica el recién condecorado octavo dan.
Con dos participaciones en el campeonato de Europa y otra en el del Mundo, en la modalidad de 'Kyokushinkai o karate al KO', Hernáez ha tenido la oportunidad de conocer y competir con los grandes maestros de este deporte, aunque, de los que más ha aprendido es de sus alumnos: «Ellos son los que más me sorprenden día a día. Cuando llevas tanto tiempo practicando karate pocas cosas te llaman ya la atención. Son las ganas que ponen lo que más me llena».
Julio Hernáez, con sus hijos al fondo, foto: ALFREDO IGLESIAS
«Forma de vida»
El karate no es sólo un deporte para Julio Hernáez, es «una forma de vida», explica. Forma de vida que se sustenta en tres valores fundamentales: «Humildad, sentido común y responsabilidad. Sin ellos, estás perdido». Estos valores son los que el riojano intenta transmitir a los más de 10.000 alumnos que han pasado por su gimnasio desde que éste abriera sus puertas, allá por el año 1976.
Pero, ¿qué enseña un octavo dan a sus alumnos? El karateka habla sobre lo importante que es «aleccionar a los futuros deportistas como personas» y en segundo lugar «enseñarles karate». La disciplina y el respeto son «los cimientos sobre los que se debe regir la enseñanza de esta disciplina». Pese a ser el segundo arte marcial más practicado en el mundo -solo por detrás del taekwondo y muy por delante del judo- el karate no ha sido reconocido como disciplina olímpica y Hernáez explica las razones: «El judo en su origen lo formaban dos escuelas que no tuvieron problema en unificarse; el karate, sin embargo, tiene reconocidas oficialmente hasta 60 escuelas distintas y es imposible unirlas. Nosotros practicamos el estilo 'Shito-Ryu' dentro de la Escuela de karate tradicional».
El riojano duda sobre si algún día se conseguirá incluir el karate en unos Juegos Olímpicos, pero sí se pronuncia sobre la situación de 'su' deporte en nuestro país: «Estamos pasando por un bache, pero seguimos siendo un referente».
Y finaliza asegurando que «se puede hacer karate hasta los 100 años. No sé hasta dónde llegaré yo». Lo que está claro es que Julio Hernáez, seguro, tendrá relevo de garantías, porque sus dos hijos, Julio y Javier, tienen el grado de cinturón negro segundo dan, con 27 y 22 años respectivamente.
fuente: larioja.com

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David Vallejo (Budokan Sevilla Dojo) www.budokansevilla.com