viernes, 6 de mayo de 2016

La ley de lo opuesto

Ante la furia, el miedo, la ira y las palabras provocadoras y ofensivas, uno debe mostrar todo lo contrario y aplicar el calmante de un rostro sereno, los modales correctos, la mirada firme y segura. Ante un enfrentamiento, uno tiene que estar en paz consigo mismo, incluso mostrar una actitud compasiva, la de un ser superior en autocontrol que no se permite reaccionar ante las bravuconadas y las amenazas de un ser pueril, primitivo y descuidado. La propia actitud serena, firme, de total seguridad en uno mismo puede tener efectos calmantes que lleguen a contagiar también al energúmeno que ha perdido el control de sus palabras y modales. Alguien que ha perdido el control puede recuperarlo al encontrarse ante otro que ha conseguido mantenerlo en todo el momento de la crisis. Hay que recordar que quien grita siempre es el débil, el que teme y pretende asustar e impresionar al contrario; es el más preocupado y temeroso.

Al comprender el estado primario del ser humano y a su vez ser consciente de uno mismo, el karate mental sirve para gestionar situaciones problemáticas, utilizando la inteligencia emocional, la flexibilidad, las buenas formas y el deseo de ayudar al contrario con el propio ejemplo. Como afirmaba Charles Darwin hace un siglo y medio: «No son los más fuertes de la especie los que sobreviven, ni los más inteligentes. Sobreviven los más flexibles y adaptables a los cambios».

Bernabé Tierno

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Respetar a todos y a las personas que no practican tu estilo y/o pertenecen o no a otra federación, es fundamental.
No se hace distinción de estilos, federaciones, organizaciones y asociaciones.
Nadie es tan perfecto para criticar a los demás.
David Vallejo (Budokan Sevilla Dojo) www.budokansevilla.com