El pasado 25/10/2013 se cumplieron 77 años desde que un grupo de maestros se reunieran en Okinawa con el ánimo de definir y estructurar metodológicamente aquello que hasta el momento se practicaba simplemente desde el entusiasmo del corazón, sin más consideraciones.
Aprovechando cualquier momento y lugar para intercambiar sus conocimientos, alumnos y maestros se perfeccionaban incansables en un arte que les aportaba mucho más que la mera condición física y sabían de valor incalculable para la formación integral de las personas.
Desde sus orígenes milenarios, generación tras generación, fue aportando conocimientos de sus diversas culturas, que tanto desde los ámbitos filosófico, médico o marcial, habían llegado a conformar un verdadero tesoro de sabiduría humana. Ese tesoro, disfrutado hasta el momento por grupos privilegiados y en lugares muy concretos, no podía permanecer oculto a las siguientes generaciones y debía ofrecerse al resto de la humanidad con todo el valor de su extraordinario contenido.
Una de las decisiones que se tomaron en aquella famosa reunión, fue acordar un nombre definitivo para el arte que hasta el momento se conocía con diversas denominaciones. Ese nombre fue, KARATEDO.
Hoy, el KarateDo lo practican más de 50 millones de personas en unos 150 países del Mundo, beneficiándose del fruto de una semilla plantada por el entusiasmo de aquellos maestros okinawenses el 25 de octubre de 1936, conteniendo la esencia misma de los valores humanos universales.
Nuestro más respetuoso recuerdo y eterno agradecimiento para aquellos maestros, y a los otros, que como ellos, nos han transmitido los conocimientos del KarateDo como camino de superación, perfeccionamiento y armonía personal.
fuente: por José Moral
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