No os preocupéis con lo que está bien y está mal en los demás. Tener la mente brillante y clara como el cielo infinito, el océano más profundo, y la montaña más alta.
No seáis calculadores ni actuéis antinaturalmente.
Concentraros en el Aikido, y no critiquéis a otros maestros u otras tradiciones. El Aikido jamás restringe, limita o aprisiona nada. Lo abarca todo y todo lo purifica. Confiad en el Aiki para activar vuestros poderosos poderes; pacificarlo todo y crear un bonito mundo.
Morihei Ueshiba.
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